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-Liam, Liam- Theo me estaba llamando desde el banco de al lado, lo estaba ignorando, la profesora había dicho que si nos encontraba de nuevo hablando nos iba a castigar-Liam, vamos Liam no me gusta que me ignores- lo mire me estaba mirando con ojos de cachorro, le hice señas de que se callara y volví a mirar al frente- Liam, Liam, Liam, Liam- empezó a susurrar, no lo soporte mas 

-¿Que? Theo ¿Que?- dije tan alto que todos se dieron vuelta a mirarnos

-Liam y Theo se los advertí, después de la clase se acercan a mi oficina que les voy a dar el castigo- dijo la profesora enojada y luego continuo con la clase.

Mire mal a Theo, lo odio, el me sonrió, bueno no, no lo odio, en general nos llevamos bien y cuando estamos los dos solos suelen ser los mejores momentos del día. Theo no es como todos piensan, es amable, cariñoso, divertido y un montón de cosas mas, que si me las pongo a pensar no termino mas. Pero en algunos casos a Theo le encanta meterme en problemas. Lo mire el me guiño el ojo, mire hacia otro lado para que no vea mi sonrisa.

Ya había tocado el timbre de salida, eso significaba: hora de castigo. Camine a la oficina de la Profesora y en la puerta estaba Theo, lo había estado ignorando todo el día.

-Te estaba esperando- me dijo, lo ignore y abrí la puerta 

-Hola chicos- dijo la profesora, ambos asentimos a modo de saludo- tomen estos pases- los tomamos y los enganchamos de nuestra remera- van a trabajar en la Biblioteca, tienen que limpiar y ordenar tres carritos de libros, la Bibliotecaria va a estar en una junta, pero al finalizar va a pasar para ver que el trabajo este hecho, a las seis y media pueden tomar un recreo para merendar, eso es todo chicos, pueden retirarse- ambos asentimos y salimos de ahí con rumbo a la Biblioteca. 

Cuando llegamos la bibliotecaria nos explico que teníamos que hacer y se fue. Los carritos se encontraban entre dos estanterías casi al final del todo de la biblioteca,  deje mi mochila en el piso y tome un libro para empezar con la labor, Theo hizo lo mismo. Ya íbamos por medio carrito cuando mi estomago empezó a hacer ruido, mire la hora y justo a tiempo

-Hora de merendar- dije para cortar el silencio, no estaba para nada enojado con Theo, aunque sabia que él pensaba que si.

Deje el libro que tenia en la mano en el carrito, me senté en el piso, que a decir verdad era muy cómodo ya que estaba cubierto por una alfombra y apoye mi espalda contra la estantería, Theo hizo lo mismo pero quedando delante de mi, tome mi mochila y saque un alfajor, en ese momento agradecí a mi abuela mentalmente que me había venido a visitar en la mañana y me regalo un par para el almuerzo de la escuela. Abrí y comencé a comer, note que Theo me miraba

-¿No tenes hambre?- le pregunte

-Si, un poco- me contesto con una media sonrisa   

-¿Por que no comes?- le dije como si fuera obvio

-Por que hoy en el almuerzo te espere en la cafetería, pero nunca llegaste y cuando fui a comparar algo ya había cerrado, por lo cual me quede sin comida- dijo restandole importancia pero a la vez en un tono tranquilo, él usaba ese tono cuando pensaba que yo estaba enojado con él. Abrí mi mochila nuevamente y saque otro alfajor se lo di, el me miro desconfiado

-Vamos Theo, ya no estoy enojado, nunca lo estuve- él alzo una ceja- bueno, puede que en un principio si, pero ahora mismo ya no, es mas, estoy contento de estar a solas con vos un rato- el agacho la cabeza y sonrió, luego volvió a mirarme y tomo el alfajor 

-Gracias- lo abrió y comenzó a comerlo. Habíamos estado media hora comiendo y riendo de cosas tontas que ambos decíamos- Me lo hiciste pasar supe feo hoy- me dijo Theo de pronto

CastigadosWhere stories live. Discover now