DAME UNA OPORTUNIDAD ( CAMREN)

Capítulo Seis

CAMILA

Caí sobre su cuerpo, las dos encima del césped.

Camila- Se puede saber qué haces??

Lauren- Tenemos que hablar

Camila- Tú es que no tienes métodos normales para hablar con la gente??

Lauren- Reconoce que mis métodos son mucho más divertidos.

Hizo énfasis en la palabra " divertidos" mientras miraba mis labios. Me sentí terriblemente incómoda. Me despegué de su cuerpo.

Camila- Me voy, llego tarde...bueno, llegamos tarde, pero me imagino que para no variar no pensarás honrarnos con tu presencia.

Lauren- Princesa, si llego a saber que mi presencia te honra estoy en esa clase de sol a sol.

Me contestó tirada en el césped con los brazos a modo almohada detrás de la cabeza, sonriente. Me sacaba de quicio, siempre tenía que tener una respuesta para todo. Recogí mi bolso del suelo.

Camila- Mira, ahí te quedas.

Lauren- De eso nada.

Se levanto rápidamente, me sujeto y me hizo caer al suelo con ella, colocándose encima de mí, sujetando mis manos.

Camila- Pero se puede saber que coño es lo que pretendes??

Lauren- Tss, esa boca, las princesitas no hablan así. ( Sonrisa )

Camila- Suéltame Lauren, YA!

Lauren- Y si no, qué?

Camila- Gritaré. 

Lauren- Bueno, grita si quieres, pero piensa que tendré que taparte la boca y tengo las manos ocupadas...y hasta ahí puedo leer. ( Sonriendo )

Noté como mi cara se volvía del color de un tomate al instante. Lauren rió, al parecer había encontrado, en ponerme nerviosa, un nuevo hobby...intenté que la rabia monumental que se acumulaba dentro de mí, se quedase ahí...así que con toda la calma que pude juntar, le dije:

Camila- Lauren...te dije que me dejaras en paz.

Lauren- Y yo que me dejaras disculparme. Si obligarte es la única manera...

Camila- Eres una perturbada... ( Con rabia en los ojos, mirándola fijamente )

LAUREN

Tenía razón, era una perturbada...pero estaba justo donde quería estar. Me costaba pensar tumbada sobre ella...vale, lo admito, me moría por besarla...pero sólo era eso, deseo. El deseo ardía dentro de mí... deseaba hacérselo allí mismo, en la calle, me daba igual, no hubiera sido la primera vez.

En ese momento sentí "miedo" de mi misma...de lo que era capaz de hacer. Siempre había tenido a cualquiera que había querido, en cualquier lugar...dios, deseaba besarla, arrancarle la ropa ahí mismo y dejarme llevar...pero no me atreví. Con ella no. Era distinto. Además, me arriesgaba a una muerte lenta y dolorosa si su padre se enteraba...ella pensaba que con esa mirada me echaría atrás, pero su negación y la rabia en sus ojos no hacían otra cosa que acrecentar mis ganas.

Miré sus labios...sus ojos, sus labios otra vez, ...y con todo el desprecio del mundo en su voz, dijo:

Camila- No sé lo que estás pensando, pero espero que tengas muy claro que no me gustan las chicas...y mucho menos tú.