"Un Cambio Angelical"

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Los personajes no me pertenecen, son del mundo Supernatural. No espero ofender a nadie, solo escribo por diversión y son fantasías mías.

Advertencia: Fem!Cas, lemon.

Castiel mandó un mensaje por celular:

"Necesito su ayuda, véanme en el bar de la esquina de la calle Hamilton"

Y para allá fueron.

El lugar era el típico bar de pueblo, aunque no de tan poca monta como pensaban. Esperaron un rato, y al final decidieron que si iban a tener una reunión, mejor aguardaban en una mesa. Las mesas eran redondas, como unos sillones que lo rodeaban a modo de sillas.

—Cas está tardando demasiado —dijo Dean.

Dean estaba aburrido, en eso ve a una hermosa mujer en la barra de cabello largo oscuro, con una cintura pronunciada en un vestido casual azul oscuro. Parecía esperar a alguien y varios trataron de abordarla, sin éxito. La increíble mujer los ignoraba, olímpicamente, con aires de diosa inalcanzable. Sin embargo, cuando la chica le dirigió la mirada, Dean comenzó a coquetearle. Ella no le dio ninguna reacción, pero bajó de su banca junto a la barra y comenzó a caminar hacia su mesa.

Eso fue irreal.

La chica parecía una verdadera aparición ante los ojos de Dean, pues a medida que se acercaba, parecía un ser etéreo, que caminaba como en cámara lenta de forma muy elegante y seductor. Dean baboso, no podía dejar de mirarla, hipnotizado total con ella, hasta que la ilusión cayó de golpe, cuando la mujer tropezó de improviso, como trastabillando y le costó mucho volver a tomar el control de sus tacones femeninos. El siguiente caminar, no fue tan etéreo, sino más bien una lucha con los zapatos para no doblarse el tobillo, lo cual fue muy cómico.

—Hola Dean... Sam —dijo la chica cuando llegó a su mesa con un tono tan familiar, que quedó estático.

Los hermosos ojos azules la delataron casi al instante. No por el color, sino por su brillo particular.

—¿Cas? —preguntó extrañado Sam.

—Sí, ¿puedo sentarme? Estos zapatos me están matando.

—Eh... sí, sí, seguro... —balbuceó Sam.

Sam le hizo un lado mientras Dean lo veía o la veía casi con la boca abierta, sin poder creerlo. Él... ella, se sentó en la punta del asiento y quedó frente a Dean. Sam quedó al medio de los dos. Ninguno reaccionó hasta que de repente:

—¡Pero qué demonios...! —Dean bajó la voz de improviso— ¡... te pasó!

—Me encontré con una bruja —dijo con simpleza Castiel.

Hubo un silencio pensante. Dean miró al techo.

—Eso lo explica todo —argumentó Sam.

Dean volvió a mirarlo y sonrió nervioso.

—¡Uf!, te dejó... muy guapa —dijo Dean divertido.

Sam lo miró raro. Dean quitó la sonrisa y se puso serio.

—¿Y...? —preguntó Dean.

—¿Por qué este hechizo y no otro? —adelantó Sam.

—Es que estaba con otra mujer y parece estaba enojada con ella. Yo pasaba por ahí. Traté de ayudar... Debemos encontrar pronto mi recipiente, es muy peligroso que otra persona lo tenga, puede crear mucho caos.

—Es cierto —dijo Sam—. Tener los poderes de un ángel y no controlarlos, es igual a problemas.

Castiel o la chica en este caso, movió la cabeza de forma afirmativa.

Un Cambio Angelical (Destiel)Where stories live. Discover now