Prólogo

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Trece Olímpicos se encontraban en la sala del trono esperando impacientes al Dios de los Muertos. Artemisa se encontraba como en casi todas las reuniones, peleando con Apolo, Ares platicaba tranquilamente con Afrodita mientras Hermes y Hefesto planeaban una broma para el Dios de la Guerra. En el otro extremo se encontraba Dionisio durmiendo tranquilamente ajeno a lo que pasaba en la sala. Atenea estaba en silencio sin apartar la vista de su nuevo libro, por otra parte Poseidón se encontraba feliz silbando una nueva canción que había escuchado de los mortales. Mientras tanto Frank, Jason, Hazel, Piper, Leo, Calipso, Reyna, Nico, Thalia, Annabeth y Percy veían con nerviosismo a los Dioses sin saber por qué los habían mandado llamar. — ¿Si le diste el mensaje Hermes? — pidió Zeus frotándose la nariz, ¿Por qué su hermano tenía que ser siempre tan impuntual?

— Por enésima vez padre, si le dije. — respondió Hermes con molestia, en cada reunión a la que asistía el Dios de los Muertos su padre le preguntaba lo mismo.

— ¿Crees que sea buena idea preguntar por qué estamos aquí? — preguntó Leo en voz baja.

— Cállate Leo, es mejor que esperemos a que ellos nos digan. — lo regaño Piper esperando que ninguno de los Olímpicos escucharan los quejidos de su amigo.

— Tu también guarda silencio Cerebro de Algas. — dijo Annabeth al ver que su novio iba a hablar. Para fortuna de los chicos el Dios de los Muertos apareció en la sala.

— Lo siento tenía asuntos pendientes en el Inframundo. — dijo Hades sin poder ocultar su sonrisa, sabía que su hermano era bastante impaciente y era la razón por lo que hacía. — ¿Ya vamos a empezar la reunión? — pidió satisfecho de la reacción del Rey de los Dioses.

— La reunión tendría que haber empezado hace cuarenta minutos. — murmuró molesto Zeus.

— Se pueden dar prisa, tengo asuntos pendientes en el Inframundo. — dijo Hades con una sonrisa, era tan fácil molestar a su hermano, pensó satisfecho. Zeus sujeto con fuerza su Rayo, preguntándose si atacaba o no a su impuntual hermano.

— Bueno creo que es mejor empezar con la reunión. — interrumpió Hera, había visto la mirada que tenía su esposo y sabía que su seguían así iban a terminar discutiendo.

Zeus suspiro con frustración, tenía que buscar otro momento para atacar a su hermano, — Semidioses. — hablo Zeus llamando la atención de todos los que estaban en la sala. — Se que ha pasado tiempo desde que derrotaron a Gea. Es momento de entregarle las recompensas por su... — dijo Zeus antes de ser interrumpido por una luz dorada que iluminó toda la habitación provocando que todos cerraran los ojos. 

— ¿Quién se atreve a interrumpir una reunión de los Olímpicos? — grito Zeus furioso levantándose de su trono para atacar al intruso, pero tan pronto como se percató de quien había sido el responsable se quedó inmóvil. En medio de la sala se encontraba un anciano mirando divertido a los Olímpicos. — ¿Se... Se.. Señor Cronos? — murmuró Zeus sin poder creer aún, que el Primordial estuviera en la habitación, el resto de los Dioses estaban igual incluso Atenea había levantado la vista de su libro curiosa de lo que el Primordial les pusiera decir.

Percy hizo un amague de sacar su espada pero fue detenido por su novia, — No es ese Cronos. — murmuró Annabeth sin poder ocultar su temor.

— Me alegro que todos estén reunidos, así ya no tendré que traer a nadie más, me han ahorrado un poco de tiempo. — dijo Cronos con una sonrisa caminando tranquilamente por la sala ajeno a las miradas que recibía por todos.

— ¿Señor Cronos a qué le debemos su visita? — pregunto Zeus tratando de no sonar tan temeroso.

— ¿Para que vine? — murmuró Cronos, — Oh lo siento, he venido aquí para entregarles un libro y lo puedan leer todos juntos. —

Todos los presentes se quedaron en silencio esperando que este añadiera algo más, pero este se quedó viendo a los Dioses, — ¿Y el libro Señor? — pidió Atenea ansiosa de saber de que se trataba el libro que les traía el Primordial.

— ¿Qué libro? — pidió Cronos viendo confundido a la Diosa de la Sabiduría.

Atenea se quedó en silencio sin entender por qué el Primordial estaba actuando así, — El libro que quiere que leamos. — pidió la Diosa al ver que el Primordial no sabia de qué hablaba.

— Oh cierto, ¿Cómo se me fue a olvidar? — dijo Cronos con una sonrisa antes de golpear su bastón al piso provocando que un libro apareciera sobrevolando la sala, Atenea de inmediato se bajo de su trono ansiosa de saber de que se trataba ese dichoso libro, Annabeth corrió a donde estaba su madre para también examinar el libro.

— El Campeón de la Reina. — dijo Atenea antes de levantar la mirada para ver a Hera, la cual se encontraba igual de sorprendida que el resto de los presentes en la sala.

— No tienen por qué alterarse de lo que van a leer, está historia no transcurre en este universo. — exclamó Cronos viendo divertido un punto inexacto de la habitación.

— ¿A qué se refiere que no pertenece a este universo? — preguntó Percy sin entender de lo que hablaba el Primordial, este se dio la vuelta para ver al hijo de Poseidón.

— Percy Jackson. — dijo Cronos con una sonrisa algo que puso demasiado nervioso al semidiós, — ¿Qué estaba diciendo? Oh sí ya recuerdo, toda la historia de este libro sucede en otro mundo, creo que ustedes le llaman universos paralelos. Así que no hay que preocuparse ni enfadarse por lo que van a leer, esto ocurre dentro de una de los cinco universos paralelos. —

— ¿Y entonces por qué lo vamos a leer? — pregunto Atenea aún más ansiosa de lo que había estado, había tratado por mucho tiempo investigar los universos paralelos y ahora estaba frente a ella una historia de uno de estos.

— Esto les puede ayudar a entender lo que viene en un futuro. — respondió Cronos, — Ustedes recibirán visitas de ese universo, así que por favor les pido que no los ataquen. — dijo en esta ocasión viendo a Zeus y Ares.

— Bueno es mejor que me valla, aún tengo otros universos que visitar. — dijo Cronos antes de golpear su bastón al piso provocando otro destello dorado por la sala, antes de que el Primordial desapareciera del lugar.

— ¿Qué ha pasado? ¿Ya terminó la reunión? — hablo Dionisio el cual había estado durmiendo durante casi toda la reunión. — ¿De que me perdí? — pregunto este al ver las miradas que tenían todos los presentes. Zeus suspiro con frustración había esperado que al terminar la reunión ir al mundo mortal, en estos días se había encontrado con una hermosa mortal que esperaba ver aquella noche, pero al parecer sus planes se habían frustrado.

— ¿Atenea? — pidió Zeus rogando de que su hija inventará una excusa para no leer la historia.

— No se de que va la historia, pero si Cronos no los dio tiene que ser algo interesante. — dijo la Diosa con tranquilidad haciendo que Zeus soltará un suspiro frustrado.

— Bueno entonces creo que los semidioses deben de abandonar la sala para empezar con esto, luego veremos lo de sus recompensas. — dijo Zeus bastante molesto de que Cronos hubiera arruinado sus planes.

— Me temo que ellos deben quedarse padre, todos escuchamos a Cronos cuando se refirió que estábamos todos los que deberían de leer la historia. — dijo Atenea ganándose varias miradas de agradecimiento de parte de los semidioses, los cuales estaban igual de intrigados por el libro.

— Bueno entonces que los semidioses se sienten cerca de sus padres, Atenea quieres iniciar la lectura, quiero terminar con esto rápido. — ordenó Zeus.

Leyendo El Campeón de la Reina versión 2Where stories live. Discover now