No Eres Killua

Eres su favorito

Lanzó un valde de agua fría directo a su cara:- Arriba- Demandó mirando al chico temblar de frío.

Eran las cinco de la mañana, Gon había dormido tal vez una o dos horas. Estaba empapado por el agua fría pero eso bloqueo bastante el dolor de su herida:-Nos vamos de aquí- Dijo Illumi nuevamente buscando algunas cosas en su bolsillo, presentía que se habia quedado sin agujas y no era de las personas que materializaba objetos.

-¿Irnos? ¿Qué hay de Hisoka?- A pesar de todo, Gon jamás dejaría a un amigo atrás, le era molesto que Illumi abandonara a su "amigo"

-¿Hisoka? Me da igual ese sujeto. Si aun quiere seguir con el trato entonces me buscara y si no lo hace, también está bien- Aunque llegó a pensar que el maldito podria traicionarle e ir a contarle todo a Killua, por eso debían largarse de ahí. Todo era por precaución.

Sacó su última aguja y halo de la pierna de Gon:- Con esto no sentiras dolor, no es para sanar pero si para soportar- Gon no quería más agujas, con solo saber que tenía una en su cabeza era suficiente. Cerro sus ojos pero aun asi dolió cuando fue insertada en su piel. No sabia como Illumi soportaba tener millones de agujas clavadas todo el dia.

Illumi rompio sus vendas y después su ropa entera:-¡Espera!- Gritó Gon alejando las manos de Illumi:- No me interesa tocarte. Me das asco. - Respondió a Illumi ante la negatividad de Gon. Pensaba que lo comparaba con Hisoka y eso le asqueaba.

Illumi puso el maletín que habia conseguido. Tenia ropa de Kalluto ahí. Era lo único que habia podido sacar antes de que sus padres lo notaran:- Ponte eso. - Le ordenó. Gon miro la ropa y puso mala cara al ver los kimonos florales. No queria vestir cosas de niña pero no tenia tantas opciones. Era eso o ser golpeado hasta quedar inconsciente.

Al terminar de vestirse se puso de pie. La aguja en su pierna realmente estaba sirviendo en contener el dolor pero podia sentirla en su interior. El metal dorado comiendo y llenando su cuerpo de aura, sentia que tenia el aroma de Illumi encima y no podia caminar bien con eso, es más, cuando intento dar unos pasos termino cayendo sobre Illumi.

El chico mayor suspiro fuerte y tuvo que cargarlo. Era como cargar a uno de sus hermanos asi que le daba igual pero secretamente estaba algo feliz. Habian pasado años desde que sus hermanos se dejaban ser cargados. Tener a Gon en sus brazos le traía buenos recuerdos.

-¿A donde vamos?- Preguntó el niño. Illumi saltó sobre un árbol y se mantuvo haciendo eso hasta llegar a las entradas de la ciudad. Gon podia darse cuenta de la ubicación en la que se encontraba, no era fácil pero estaba memorizando todos los aromas por si tenia que escapar en algún punto:- Mercado. - Respondió Illumi:- ¿Compraremos frutas? ¡Quiero una enorme sandía!- Dijo Gon emocionado pero Illumi no respondió. Él queria mas agujas. Por lo general, conseguia sus agujas de un vendedor que las daba a precios elevados pero si lo contactaba, Killua se daría cuenta de su ubicación, era mejor comprar agujas de segunda mano por ahora.

Llegaron a un enorme lugar. Habían tiendas ambulantes y personas que vendian todo tipo de cosas. A Gon le recordo cuando estaban juntando dinero para la subasta en York. Quería salir corriendo y mirar todo lo que habia pero fue detenido por Illumi. Él le puso una correa de perro en el cuello. La usaba para pasear a Mike y a Alluka. Gon no podia quitarsela, estaba sellada en nen y él se encontraba demasiado débil. Por el momento la ignoro y se divirtio viendo todo lo que habia. No podia correr muy lejos porque Illumi tiraba de la correa pero luego termino arrastrando a Illumi a todos lados.

Le mostraba peceras con pecesitos de colores, artículos para el cabello y le comentaba que le quedarían bien, incluso lo arrastro donde vendían pequeños hamsters. Illumi no entendia la emoción del chico. Para él todo era simple y barato. ¿Porqué se emocionaba tanto? Lo tomo como alguien demasiado infantil hasta que Gon le mostro una rata albina que corría en una pequeña rueda metálica.

Gon estaba agachado observando como la rata blanca corría en su jaula. Illumi se agachó para verla tambien y pasaron horas mirando al animal correr hasta que el dueño regaño a Gon:- Si no compraras nada entonces puedes largarte de aquí. - Fue lo que el hombre dijo. Gon se encongio un poco de hombros. Illumi estaba en silencio, observo al niño apenarse y después miro al hombre. Se puso de pie y frente a todo mundo lo sujeto del cuello.

Estaba asfixiando al hombre. Los pies del sujeto no tocaban el suelo e Illumi estaba mirandolo directo a los ojos mientras su vida se esfumaba. Gon trataba hacer que lo soltara, tiraba de los brazos de Illumi pero no lo escuchaba:- A Killua no le gustaría eso. - Esa frase de Gon fue lo que lo hizo reaccionar. Illumi solto al hombre y su enojo paso al pequeño:- ¿Qué has dicho?- La sombra de Illumi se hizo grande cuando camino hacia él y Gon no podia hacer nada más que retroceder:- Tú no sabes nada de lo que Killu siente. -

Illumi no hizo nada más. Fue lo único que le dijo a Gon y le dio la espalda. No necesitaba que alguien le dijera lo que su hermano iba a pensar de el. Nadie en el mundo conocia a Killua, solo él. Ese era su pensamiento y Gon sabia que de alguna forma Illumi se habia sentido ofendido asi que prefirio mantenerse callado en lo que quedaba del día.

Pasaron por varios lugares donde los cuales Illumi buscaba sus agujas. Miraba varios puestos y con disimulo daba vistazos a Gon. Sabia que el niño estaba asustado o se sentia mal por lo de antes. Gon sujetaba a Illumi del pantalón para no perderse cuando la gente empezo a transitar. Era halado de la correa y se perdia entre tanta gente. Entonces Illumi lo alzó y lo sentó sobre sus hombros. Gon estaba libre de la multitud, ya no podia ser aplastado por ellos. Le divertia estar asi. Habia visto en libros que los padres llevaban así a sus hijos y siempre habia querido hacerlo con Ging algun día, el día que lo encontrara.

Las personas no miraban nada extraño además de la correa. Pensaban que el niño habia sido vendido como pasaba regularmente en la región. Pero habia alguien entre la multitud que no pensaba igual. Alguien que tenia dos cartas en su mano iquierda y estaba cruzado de brazos observando en una esquina. Tenía un rostro de irritación por ver a los dos estar tan cerca, tan normal, tan "felices" era horrible. Le parecía retorcido y no sabia en que rayos pensaba Illumi pero no estaba dispuesto a compartir su deliciosa manzana con él.

Illumi bajó a Gon cuando llegaron a un puesto de comida. Ambos se sentaron y Gon se sorprendio de lo que Illumi habia ordenado:- ¡Te gusta lo mismo que Killua!- Dijo casi gritando emocionado. Entonces empezo a contarle todo lo que Killua comia, desde que se levantaba hasta dormir. Dejo de hablar cuando noto la expresión de odio por parte de Illumi. Le parecia extraño y algo aterrador ver como su cabello ondeaba y sus ojos decían claramente que iban a matarlo si seguia haciendo insinuaciones de que conocía mejor a Killua que él.

Gon quedó en silencio y puso sus manos en la taza de leche que habia pedido. Apenas lograba ver su reflejo en ella y estaba asustado. Su rostro tenia muchos moretones y no queria imaginar como se encontraba su cuerpo.

-No entiendo porque Killua te prefiere. - La voz de Illumi con esas palabras hicieron que Gon alzara la mirada a él. Illumi miraba por la ventana con una expresión que nunca antes habia visto, una realmente vacía. Gon nunca se habia puesto a pensar si Killua realmente lo preferia más, pero no queria que Illumi se sintiera mal por eso:- Killua no deja de mencionarte. Siempre estas en sus conversaciones. - Dijo a Illumi, no iba a decirle que Killua sólo hablaba de él para maldecirlo.

Gon sonrio nervioso creyendo que quiza no habia sido suficiente pero al ver a Illumi de nuevo noto algo diferente. Illumi tenia una sonrisa amable en su rostro. Sujetaba el tenedor con un trozo de pastel y Gon escucho algo que hizo sonrojar sus mejillas y su corazón latir muchísimo:- Gracias por decir eso, Gon. -

Gon empezo a reir mas nervioso y trato de tomar la taza de leche pero terminaba derramando varias gotas en la mesa. No sabia que le pasaba y no podia evitar sentirse de esa forma.