XVII

510 53 3
                                    


Era increíble, ¿Cómo era posible que a la mitad del bosque estuvieran escondidos un puñado de niños? cuando Falyn y yo llegamos allí, y notamos que la mayoría de ellos no era mayor que nosotros, nos tensamos. Había pensando en encontrarnos con un grupo de pícaros adultos, personas maduras que podían ayudarnos sabiendo todos los riesgos, después de tener experiencia y conciencia sobre sus actos. No niños.

Mientras nos internábamos en el "campamento", que no parecía tan campamento, pues sus edificaciones no eran exactamente carpas, noté que muchos nos miraban. Niños de uno nueve años... siete.... no había miedo en sus ojos, sorprendentemente. Nos saludaron al pasar junto a ellos.

Antes de internos más y encontrarnos con una mayor cantidad de personas, cogí a Falyn del brazo para hacerla caminar un poco más lento, junto a mi, de forma que fuera menos probable que nos escucharan hablar.

-- No vamos a recibir ayuda de ellos -- Dije -- Son más pequeños que nosotras. 

Ella me miró. Tenía una sombra de preocupación plasmada en su casa. Después de todo el tiempo que habíamos pasado juntas, pude tener una interpretación sobre lo que pensaba. Sus ojos parecían gritar que no teníamos opciones.

Y, lamentablemente, sabía que era cierto. La única razón por la cual ellos no habían sido hostiles con nosotras era por su edad. La inocencia de los niños es capaz de opacar cualquier maldad. Nunca había visto un grupo como ese.

Finalmente terminamos en un lugar con al menos una docena de jóvenes reunidos en círculo. Había un pequeño espacio, Falyn y yo lo ocupamos. Ellos eran los que tomaban las decisiones importantes, y eso no se limitaba a los mayores del grupo, podía ver un chico que probablemente rondaba los veinte y otro que no parecía estar muy lejos de los 11 años.

-- ¿Ellas son, Les? -- Una niña preguntó.

-- Ella es Falyn -- Leslie señaló a mi amiga -- Y ella Mica. Tienen algo que decirles.

Inmediatamente las miradas calleron sobre mi. La mayoría eran lobos, suponía que habían asumido que sería yo quien hablara. Falyn también me miraba fijamente. Tomé aliento para darme ánimo.... no quería decepcionar a nadie.

-- No, yo... esperaba algo diferente -- Dije. Los ojos de mi amiga no cayeron, como pensé que harían en un primer momento. Me sonrió con los labios apretados.

-- Al menos nos contarán, ¿Verdad? -- Una chica, de unos 13 años interrumpió, estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas -- En realidad, a veces nos aburrimos. Supongo que una buena historia no nos haría daño.

Falyn se encogió de hombros. Son niños, pensé, son inofensivos. 

O esperaba que lo fueran.

Rápidamente comencé a hablar sobre lo que estábamos haciendo. Todos prestaban completa atención a mis palabras, estaba tan poco acostumbrada a tener tantos pares de ojos mirándome sin estar furiosos conmigo que me sentía incómoda por tener ese tipo de atención. Al menos, el enojo era algo con lo que ya estaba familiarizada. Mi historia comenzó desde que fui adoptada, me salté los años lleno de alcohol y drogas y llegué a cuando conocí a Falyn, luego cuando escapamos juntas, como nos atacaron, el encuentro con Alpha Leo -Que probablemente fue el momento más tenso, pues la mayoría de los chicos se movieron incómodos en su lugar al decir ese nombre -, y terminé por cuando pensamos que ellos nos podrían ayudar.

-- Yo estoy dentro -- La chica, de unos trece años dijo tan pronto como me callé.

-- No, tu dijiste que...

-- Mentí, ¿De qué otra forma hubiera logrado que dijeran lo que necesitaban de nosotros? Estaban a punto de irse, ¿Verdad?

-- Ella es Samanta --  Leslie sonrió hacia la niña, que le guiñó un ojo con astucia -- Una de las personas más listas de este lugar.

MicaWhere stories live. Discover now