Mi lindo y yandere hermanito

Capítulo 2

Bueno, no tenía caso recordar el pasado.

Ren se despidió de sus tíos y caminó con Ayato por las calles de la pequeña ciudad hasta la escuela.

—Mi clase es en el salón 2-2, ¿quieres irme a buscar para almorzar juntos? ¿O prefieres que yo vaya a buscarte a ti?— le preguntó Ren a Ayato mientras caminaban, aunque no lo demostrara él también deseaba pasar aún más tiempo con Ayato, después de todo  amaba toda la atención que este le daba.

— No sé donde queda ese salón — respondió Ayato con las mejillas algo rojas, aunque en realidad si quería ser él el que fuera por Ren hasta su salón, quería que los demás compañeros del mayor se enterasen que Ren le pertenecía.

Su rostro enrojeció un poco más y bajó la cabeza, Ayato no quería ni imaginar lo que pensaría su "hermano mayor" si se enterará de que sus deseos hacia él no eran sólo los de un "hermanito posesivo" como Ren lo describía siempre.

Ayato quería ser el amante de Ren, tener una relación de pareja con él, quería aferrarse más a él y besarlo, quería ser uno con él y jamás estar separados.....pero eso sólo pasaba en sus fantasías y dudaba que pasase en la vida real.

—Eso no es ningún problema— continuo Ren fingiendo ignorar la "linda" reacción de Ayato para no avergonzarlo más — después de la ceremonia de entrada y antes de empezar la clase les darán a los de primer año un recorrido por la escuela para que la reconozcan y eviten perderse, creo que también les invitaran a participar en los clubes, avisame después si quieres entrar a uno para esperarte en la salida.

Cuando Ren terminó de explicar miró de reojo a su "hermanito", en su opinión Ayato siempre fue un niño adorable, fácilmente averganzado con cada cosa que lo involucraba.

No pudo evitarlo, sonrió suavemente y tomó la mano del pelinegro, este lo miró sorprendido y rápidamente volvió a bajar su rostro tratando de ocultar su sonrojo, sin embargo Ren notó que sus orejas estaban rojas.

Se rió entre dientes, se inclinó hacia el otro y sopló en su oreja logrando que Ayato gritara un poco y volteara hacia Ren frunciendo el ceño mientras lo acusaba con la mirada. A los ojos de Ren esa era la misma reacción que tendría un gato siendo molestado mientras bebía su leche, que lindo.

Ayato apenas abría la boca para exigirle a Ren que no le tomara el pelo cuando escucharon unos gritos desde atrás, Ren volteo a ver que sucedía causando que Ayato se molestara con quien sea que sea la persona que interrumpió su momento juntos.

— ¡¿Otra vez tarde Taeko?! — gritaba un chico de cabellera naranja a una chica pelinegra que se acercaba corriendo hacia donde este estaba, el chico tenía el ceño fruncido y ambas manos en sus caderas en una pose que a Ren le recordaba a una madre regañona.

—Lo siento Osano, es que estuve hasta tarde leyendo y me quedé dormida— contestó la chica sonriendo de manera torpe tratando de tranquilizar al molesto chico haciendo que el de cabello anaranjado enrojeciera y desviara la mirada murmurando un "lo que sea, pero no vuelvas a llegar tarde".

—¿Taeko?— preguntó algo extrañado Ren al reconocer a la joven, después de todo ella iba en su misma clase y se podría decir que era una de sus pocas amigas.

—¿Ren-kun? ¡Que casualidad! — Respondió alegremente la chica ignorando a su compañero y acercándose a donde estaban los dos Aishi.

—Si, en especial por que siempre llegas tarde— soltó Ren con una sonrisa irónica, la chica era bien conocida por distraerse leyendo e ignorar lo que ocurría a su alrededor.

—Nunca he llegado tarde, siempre entro antes que toquen la campana.— refutó Taeko resoplando y negándose a admitir que su amigo tenía razón.

Ayato estaba a punto de explotar, se sentía sumamente molesto y herido ¿porqué su hermano mayor lo ignoraba? ¿quién era esa chica? ¿era más importante que él? ¿por eso lo ignoraba?

El rostro de Ayato era impasible pero por dentro era una maraña de emociones en las que predominaba la ira y la inseguridad, el débil resplandor peligroso de sus ojos era el único signo de lo que realmente sentía.

—¡Ejemmm! ¡Se les olvida que llegamos tarde! — se quejó aquel chico logrando que ambos adolescentes dejaran de hablar y sin saber que acababa de salvar a Ayato de hacer una escena.

— Cierto, deberíamos ponernos en marcha, ¿quieren caminar con nosotros? — preguntó Ren a lo Taeko asintió y el pelinaranja no le quedó otra opción que asentir también pero de mala gana.

El ahora grupo de cuatro caminaba hacia su destino, dos ellos el castaño y la chica conversaban mientras los otros dos miraban desde atrás al respectivo "estorbo" que los había interrumpido aquella mañana.

— ¿Y él es?— preguntó repentinamente Taeko en medio de la conversación mirando al chico inexpresivo detrás de Ren.

—El es mi hermano menor, Ayato Aishi, Ayato ella es Taeko Yamada una compañera de mi salón.— los presentó Ren, Taeko le sonrió a Ayato a lo que este solo asintió con un rostro indiferente.

— Y su única amiga— completó Taeko — Por cierto, ¿realmente son hermanos? No se parecen — dijo al final mirando lo diferentes que este par de hermanos eran.

—Recuerdame que soy adoptado— se burló Ren de su amiga y ambos volvieron a retomar la conversación en la que estaban.

¿Y Ayato? Pues a él no le gustaba para nada esta "amiga" de su hermano.