Dos

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Ambos se levantaron de la arena y sacudiendo sus ropas caminaron juntos de vuelta a la choza, se adentraron en el lugar y la única persona en el bar era el cantinero que acomodaba los vasos empañados en las estanterías, seguramente era su última actividad antes de marcharse. ChanYeol había descubierto que el cuarto donde KyungSoo dormía era la antigua bodega del bar hasta que el dueño le permitió vivir ahí a cambio de cubrir el turno vespertino.

—Adelántate si quieres, tengo que refrescarme un poco— indicó el bajito separándose del más alto, girando en dirección a una puerta de madera muy gastada detrás de la barra donde el cantinero terminaba su tarea.

—De acuerdo...— ChanYeol se quedó en el mismo lugar, no queriendo dejar a KyungSoo a solas con aquel tipo que había seguido con la mirada al menor.

El hombre dejó el paño sucio sobre la barra y cerró la puerta principal del bar sin decir nada más. ChanYeol suspiró aliviado, se preguntó si KyungSoo habría sufrido algún tipo de agresión en aquel asqueroso lugar. Recorrió el sitio con la mirada, percatándose de lo descuidado de la estructura, escuchó entonces el sonido del agua correr y la luz de una lámpara filtrarse por la puerta entreabierta detrás de la barra.

"Esto es la noche y de las noche son las cosas del amor, el corazón a media luz siempre se entregará, mar, todo el ambiente huele a mar, mucho calor, sudores en la piel, sudor sabor a sal"

La antigua radio en el estante tocaba una canción de ritmos tropicales y sensuales, ChanYeol se acercó un poco a la puerta para poder ver por la ranura que fue dejada. Observó con detenimiento la desnuda espalda del menor, su blanquecina piel, aunque delgado, sus firmes hombros, su vista bajó por el surco de sus espalda hasta sus caderas, cubiertas aún por el pantalón de algodón blanco de la tarde. Sus pies descalzos. KyungSoo era una especie única, poseía una belleza inigualable entre cientos de millones. ChanYeol mordió su labio inferior cuando sus ojos siguieron una gota de agua rodar desde su nuca hasta perderse en la tela de su pantalón.

—Deja de verme— habló el chico sin moverse de posición, el más alto se alejó de ahí y huyó a la habitación, tenía la idea de que podía ver pero no tocar y si seguía viendo entonces no podría contenerse a tocar aunque fuera un poco.

ChanYeol entró al baño para echar agua en su rostro y enjuagar su boca, se quitó la polera y la colocó sobre el lavabo, fue hasta la cama y dejó sus pertenencias en la mesita de noche y mientras se iba quitando los zapatos, el menor entró en la habitación con el torso desnudo y el cabello húmedo.

KyungSoo no dijo nada, se limitó a pasearse por el cuarto, buscando en las gavetas un par de pantaloncillos ligeros para dormir y cuando los encontró sin pudor alguno volvió a desnudarse frente a la atenta mirada de ChanYeol quien no pudo apartar la vista de las piernas, de su redondo trasero que se marcaba por encima de la delgada tela de los calzoncillos.

—¿En verdad estás enamorado de mí? — preguntó KyungSoo percatándose de la mirada del otro sobre su persona.

—...— ChanYeol no dijo nada y en lugar de eso sacudió la cabeza —Eres muy lindo.

—Gracias...— KyungSoo terminó de vestirse y fue a acostarse en su lado de la cama —Eso si no es algo que escuche muy a menudo.

—¿Cómo? Eres demasiado bonito, KyungSoo— repitió ChanYeol fijándose en la manera del menor de acomodarse entre las sucias sabanas de la desgastada cama.

El bajito guardó silencio y apagó las luces. Cerró los ojos y escuchó como ChanYeol se acostaba a su lado. Pasaron un par de minutos antes de que KyungSoo se girara por el colchón y dejara de darle la espalada al más alto, su sorpresa fue tal cuando en lugar de su ancho y musculoso torso, se topó con la mirada escudriñante de ChanYeol.

Cuando Se Oculta El Sol [ChanSoo]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα