Virus Wattpad

Capítulo 17: Rayones en el baño y las verdades se dicen

—¿Hola? Pizzas de Mario ¿de cuál desea? —pregunta la voz al otro lado del celular

—La pizza de los solteros. Porque este chico hoy tendrá una ¡fiesta! —grito y festejo junto al chico del teléfono

—¡Felicidades!... ¿Y de que pizza querrá?

—Jamón queso. Vivo en la casa café junto a la casa café claro frente al edificio alto al lado del letrero de Villa Campestre.

—Claaro. ¿Me puede repetir su dirección?

—La casa frente al letrero de la Villa Campestre —le aclaro

—Gracias por ordena en las Pizza de Mario. Su pedido llegará en diez minutos —me corta. Me estiro a la cama para seguir llorando y espero a la pizza

Puta Sarah. La odio

Siete horas antes de la agonía

—¡¿Pero a ti qué te pasa?! —le grito a Azael. El idiota me golpeó con su cuaderno en la cara y el malnacido de Ángel solo se ríe.

—¿Pero qué te pasa a ti? Te estabas dejando besar por el nuevo. Leo, me estoy preocupando por ti. Te están suspendiendo semana por medio y de pronto besas a la chica que nunca antes te había dado la mirada. Tienes más ojeras de lo normal y todo el colegio piensa que eres un súper Hacker.

Eso no me lo esperaba

No le respondí, solo me quede prestando atención a la clase y haciendo las tareas. Con disimulo miro a Ángel y me percato que tiene un tatuaje en su cuello y también un pirsin en la oreja.

—No te enojes con él. Solo se está preocupando de ti, yo igual me preocuparía si me estuvieran investigando la FBI —me susurra dejándome plasmado

¿La FBI? Necesito llamar a un abogado. Tengo un conocido que tiene un primo que un día fue a la cárcel por tratar de vender un perro a unos chinos, el primo estuvo cuatro meses en prisión y cuando salió lo primero que hizo fue comprarse un perro. Ahora ese chico rescata mascotas abandonadas y las regala a familias.

Conclusión: si la FBI encuentra evidencia de que yo fui quien hackeó Wattpad –lo cual no he hecho- me pueden llevar a la cárcel y eso no sería bonito.

Al terminar la clase me voy al baño y me encierro en el último cubículo. Leo los rayados de la pared y pienso ¿Cómo hay gente tan idiota como para poner cosas malas de las mujeres? Tocan el timbre para la siguiente clase, pero no salgo del baño. Me quedo viendo las fotos en mi celular porque no tengo internet y se escucha el sonido de pisadas.

Levanto mis pies para que no vean mis zapatillas y escucho lo que hablan

—¿No hay nadie? —pregunta la primera voz. No la reconozco pero suena un poco afeminada

—No, no hay nadie. No hagas suspenso, solo dime lo que querías decirme. Tengo clase con la señorita Sofía y tú sabes que esa es una bruja que los que no se presentan llaman al apoderado por cimarra interna. —La voz 2 –así la voy a llamar- suena alterado y se escucha el ruido del agua corriendo.

—Lo que te voy a contar no le puedes contar a nadie. Si se lo dices a alguien puedes poner en peligro mi vida. Se trata de hacker

Oh dioses. Saco mi celular y pongo la grabadora.

—Estaba en Filosofía y se me acercó Sarah Lee. Nos vamos a juntar a la hora de salida y dice que sabe quién es el hacker.

—Obvio que es el marica de Leonard. El idiota es igual que su hermana, ella nunca terminó pagándome lo que me debe. —se queja —Pero dime ¿en qué sala se juntarán?