Único capitulo

587 48 59
                                    

N.I: Los personajes aqui expuestos no son de mi propiedad y no lucro con ellos. Gracias por leer...



Único capitulo.

Fue muy temprano por la mañana cuando mi despertador del celular sonó. Recuerdo que lo escuche pitar varias veces antes de que me diera por apretar el botón "ignorar" me dolía mi cabeza y los rayos del sol me cegaron instantáneamente, el cuerpo lo sentía débil y no recordaba que o como había logrado llegar a mi propia recamara. Tratando de acostumbrarme me concentre en el techo que se encontraba como a unos cinco metros de distancia de la cama y noté con cierto pesar que tenía la garganta seca, los ojos llorosos y ese sabor amargo de vomito en la boca.

"Mierda"

Pensé sabiendo de antemano lo que significaban esos síntomas "perfecto Eggsy. Bravo, la cagaste esta vez y la cagaste de lo más lindo"- me recrimine recordando vagamente lo de la noche pasada, solo eran imágenes echadas al azar como una película mental a la que le pones adelantar y que no logras entender. Me reincorpore en la cama tomando asiento en el suave borde, el frio de la mañana acaricio mi torso desnudo y llevándome una mano a la cabeza que no dejaba de dar vueltas llegue a la conclusión de que tenía una simple y común resaca. No era nada fuera del mundo, nada que otras tantas de miles de veces no probara seguida de una brutal paliza por mi padrastro, la reconocía como un niño reconoce un dulce, como un anciano reconoce el aire, como un amante reconoce un beso, como... bueno, creo que me doy a entender el chiste es que sin mucha ciencia sabía que ayer me había pasado de copas probando mis propios martini's cuando mi mentor me enseñaba como se debían preparar y de la nada un escalofrió recorrió toda mi espalda vertebral al recordar que al tenerle tan de cerca y sentir las manos de Harry con las mías para decirme como se debía agitar adecuadamente la bebida pensé "él es un hombre perfecto" a partir de ese pensamiento no podía dejar de mirarlo, su voz gruesa me asesoraba magistralmente ordenándome paso a paso lo que se debía hacer, un lado de mi le hacía caso a las instrucciones pero el otro me murmuraba "oh... dios por favor, déjame estar con esta persona toda la vida, nunca te he pedido nada y nunca más lo hare pero solo deja que sea mío este caballero" al recordar mis pensamientos y un par de grandes ojos marrones escondidos bajo unas tupidas pestañas castañas viéndome, sentí como mi corazón latía rápidamente y comenzaba a acelerarse como un loco y luego tuve esa borrosa visión de una expulsión instantánea del contenido viscoso de mis entrañas -oh, mierda viejo ¿Qué hice? - al fin escuche mi ronca voz perdiéndose en el sonido hueco del hogareño cuarto.

Me atravesó un golpe certero en mis riñones cuando trataba de ponerme de pie y al mismo tiempo intentar recordar todo lo que había hecho en la noche. Fue fugaz y efectiva la manera en que todo lo ponía en orden cronológico, ahora comenzaba ahogarme con lo que había sucedido, las risas risueñas al recibir una congratulación, la felicidad que sentía al ver una sonrisa de media luna dibujada en el rostro de mi mentor, y una inmensa tristeza. Una sombra de terror ensombreció mi rostro al tener presente un mediocre acto de debilidad cuando mi sangre conteniendo el nivel necesario de alcohol no provocó una muerte instantánea sino cruel y al mismo tiempo sublime al desviar su letal veneno a la cobardía de mi lengua que comenzó exteriorizar mis sentimientos hasta que se abrieron nuevamente esas heridas que tantas veces lamí en la obscuridad de mi propia alma y me puse a llorar contándole a Harry como un niño pequeño cuanto extrañaba a mi verdadero padre, como nuestra vida se había ido al caño y como Dean abusaba de mí y mi madre, y que claro, como siempre yo no podía hacer absolutamente nada.

- No puede ser - murmure dándome cuenta que había llegado a la entrada del baño, de mala gana abrí la regadera tratando de templar el agua para obtener más o menos la calidez necesaria para darme una ducha sin morir de neumonía, al final solo me deshice del resto de mi ropa; me quede anonado viendo aquellos azulejos blancos con esos epígrafes desconocidos entonces algo más se coló en esos vergonzosos recuerdos y fue algo que aun ahora en mis vagos pensamientos me provocaba un cálido hormigueo y era un abrazo fraternal entre lágrimas y quejas infantiles, justo cuando mi cuerpo se estremecía al contacto total del agua recordaba con gran estima el cobijo de unos fuertes brazos sosteniéndome con fuerza, un corazón calmado latiendo cerca de mi oído y esa voz, la voz del caballero Galahad diciéndome "tranquilo hijo, aquí estoy" y como si se tratara de una flotadora le abrace con tal asir que temía que si le soltaba moriría ahogado y llore... Llore sobre su fuerte pecho, llore mojándole toda la camisa blanca "lo siento Harry"- le dije arrastrando las palabras "lo siento tanto por amarte tanto y estar tan podrido porque sé que no soy merecedor de tu amor"- ¿en serio le había dicho que le amaba? Estaba loco, definitivamente todo esto de los Kingsman solo era una cruel broma para mí mismo diciéndome constantemente que era un hijo bastardo sin futuro y que solo creía amar a Galahad porque él me saco de un obscuro agujero de penumbras en el que vivía aunque un lado mío, ese lado que siempre intento callar y matar puesto que me mantiene vivo de esperanzas y sueños, me repetía que todo lo que yo pensaba era falso, que le amaba por el caballero que se presentó ante mi fuera de la estación de policía, por el hombre que peleo una batalla con los matones de Dean en el bar, por ser la persona cuya mirada me traía paz pero por sobre todo, por ser esa persona que creyera en mi antes que yo mismo.

KINGSMANWhere stories live. Discover now