Capitulo 13

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Voldemort fulminaba con la mirada la puerta cerrada frente a él, impidiéndose explotar por el mal genio.

"¿Sucede algo malo?" Podría decir que es tu tiempo del mes, como dicen los humanos. Si no fuera porque no eres hembra..."

Miró molesto a Nagini antes de volver toda su atención a la puerta.

"No he estado en mi propia habitación durante una semana y media. Es frustrante observar gente entrar y salir y saber que no puedo entrar porque le causo dolor. Incluso tú puedes entrar y salir cuando quieres."

Nagini rió en voz baja.

"Deberías escucharte. Suenas como un niño malcriado al que le han negado acceso a su juguete favorito y ahora está de mal humor."

"No tengo manera de saber cómo está Evan, aparte de lo que me dicen otras personas. Ya ha pasado mucho tiempo. Quiero verlo y asegurarme de que de verdad está bien."

"Tendrás que confiar en Severus y Narcissa sobre eso. Después de todo, ellos han sido entrenados para manejar situaciones así."

En lugar de responderle a la serpiente, Voldemort suspiró y se hundió en el sillón. Sabía que no era normal actuar así. Pero parte de él le decía que Evan desaparecería si no cuidaba la puerta. Por eso es que sólo había dejado la habitación un puñado de veces, y sólo cuando era inevitable. Incluso había traído la mayor parte de su oficina a sus habitaciones, de esa manera podía seguir planificando y estar cerca de Evan en caso de que algo sucediera.

"Deberías dejar de preocuparte tanto."

Voldemort fulminó con la mirada a Nagini.

"Es fácil para ti decirlo. No es tu presencia la que inflinge dolor en mi Evan. "

Nagini suspiró cansada.

"Si eso es lo que quieres entonces me iré. Quizá tenga suerte y encuentre a la rata en su forma animaga. Siempre es divertido de perseguir."

El mago observó en silencio salir a la serpiente por la puerta, dejándolo solo. Miraba la puerta de su dormitorio de tanto en tanto, intentando trabajar con un montón de papeles en su escritorio. Sabía que no tenía que preocuparse por Evan. No sólo los elfos domésticos lo vigilaban, también los hijos de sus seguidores, que estaban con él en la habitación. Esos chicos morirían protegiendo a Evan antes que permitir que algo le sucediera mientras estaba bajo sus cuidados. Y no se atreverían a nada.

Había sido fascinante ver cómo sus seguidores habían seguido el ejemplo de los Malfoy. Habían retirado a sus hijos del colegio; algunos ofrecieron como excusa los peligros de la guerra en la que se encontraban. Otros simplemente aparecieron un día en el castillo y se llevaron a sus vástagos. El director era incapaz de hacer nada, ya que la ley no prohibía que los padres retiraran a sus hijos para educarse en casa. Y con Lucius y otros miembros del Ministerio fue fácil correr la voz para que otras familias sangrepura también removieran a sus hijos del colegio. La culpa fue puesta sobre Dumbledore, y Fudge estaba dispuesto a creer lo peor del director de Hogwarts.

Recordó su conversación con Lucius el día que Evan había regresado a él. Lo que escuchó fue bastante interesante, aunque todavía tenía que decidir cómo actuar respecto a ese conocimiento. Dumbledore. Voldemort tenía planeado matarlo desde hace mucho tiempo. Ahora el deseo sólo había incrementado después de enterarse de lo que había hecho el viejo. Después de todo, ¿quién más habría puesto a Evan en esa celda? No había manera de que alguien hubiera guardado el secreto y que él no se enterara.

Ronald Weasley.

El Señor Oscuro se apoyó más en la silla. Sabía de la familia Weasley. Abraxas le había contado sobre el escándalo entre ambas familias. Y aunque el rubio no lo hubiera hecho, se habría enterado de todo por los periódicos.

Decido mi propio destino Where stories live. Discover now