Luan Francisco

Días negros.

La mañana del 14 de abril fuimos a nuestra cita con nuestro Luan F. Y sus mejillas tenían color, despacito abrió sus ojitos por primera vez...

-- Que felicidad! amor mira al fin nos está viendo.  exclamé!
y mi esposo no contuvo las lágrimas y se fue en llanto y yo no me quedé atrás, llorábamos de alegría esa mirada tan profunda esos ojos tan negros, tan inocentes le cante como de costumbre y 5 minutos después debíamos retirarnos. Las horas que pasábamos en aquella sala de espera, eran eternas. Ese mismo día por la noche los médicos empezaron a entrar a la sala donde estaba Luan Francisco, enseguida mi esposo y yo estábamos frente al cristal pero no podíamos ver nada cerraron la cortina que estaba del otro lado, entre mi llanto, desesperación y el intento de mi esposo en calmarme salió el doctor que ahora estaba a cargo,

-- Deben tener valor -- nos dice.

Yo suspiré lo más profundo que pude y me apoye en mi esposo, mientras el doctor prosiguió

-- A su hijo le queda poco tiempo -- y continúo
-- definitivamente ya rechaza las transfusiones de sangre y su corazón no tiene mucha fuerza, podríamos hacerle un trasplante de médula pero sería fatal, ya no hay nada que se pueda hacer, deben pasar a verlo --

Al terminar el Doctor, ya estábamos en la sala con mi Luan F. nuestro bebe estaba cansado, en su mirada fija hacia el techo podíamos verlo.

-- Eres lo más grande que tenemos y lo más preciado, para siempre. Lo que le da sentido a nuestras vida y eso no cambiará por nada, esta enfermedad no logrará separarnos, al contrario nos une cada segundo más y si Dios decide llevarte es porque este mundo no es para ti, pero, si te deja tendrás los mejores padres del mundo, que velaremos por ti día y noche y serás el niño más feliz del mundo. Mi corazón es el tuyo y si el tuyo deja de latir eso mismo pasará con el mío, si te vas nuestras almas se irán contigo pero tranquilos al saber que estarás con Dios como el angelito que eres, tengo tanto para decirte mi pequeño que las palabras no alcanzan.

¡Te amamos Luan Francisco!

Y quiero que donde quiera que estés lo recuerdes en tu corazón y que vengas a saludarme a mis sueños, que cada vez que te cante tu canción me hagas saber que estás ahí viendo a los padres que te amarán por siempre.

Mi esposo no deja de llorar ni un segundo, no tiene palabras y yo escucho su corazón acongojarse, ya Luan Francisco se daba por vencido, su corazón esta dejando de latir y con una mirada suave y serena nos miró como si fuéramos sus ángeles guardianes, y nos dio una ligera sonrisa así se despidió de nosotros.

Es lo último que recuerdo de esa noche, entré en shock, sabíamos que pasaría esa noche pero no quise aceptarlo y así me quedé hasta el día siguiente, mi esposo y yo no logramos superar la muerte de Luan Francisco y así juntos cada noche tenemos encuentros con el en nuestros sueños, yo cantándole su canción y el dándonos su sonrisa, su mirada y su olor son imposible de olvidar así han pasado tantos años, tantas décadas y nosotros seguimos aquí esperando nuestro final para reencontrar nos con nuestro Luan F. en el cielo y está vez nuestra cita no tendrá fin porque al fin será la eternidad quien nos una para siempre y no habrá muerte que nos Separe.