Capitulo 9: ¿Cenamos?

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-¿Qué te parece? –Raquel le miro con el ceño fruncido

-Puede ser una buena idea –Paul asintió –Encargate de ello

-¿Yo? –Raquel lo miro como si estuviera loco

-¿Es tu idea no? –el sonrio -¿Quién mejor para plasmarla?

-Pero yo hace años que no escribo Paul –Raquel miro sus manos

-Eso nunca se olvida –Paul la miro a los ojos –Confio en ti

Y el se marcho del despacho dejándola allí sentada. Raquel miro su ordenador y fruncio el ceño. ¿Nunca se olvida? ¿Y porque ni siquiera sabia como empezar? Suspiro y coloco las manos sobre las teclas.

Mujeres y hombres

-No –pulso borrar

Los hombres, esos desconocidos

-No –volvio a borrar

¿Una vida sin hombres?

-¡Maldita sea! –y borro de nuevo

Unos golpes en la puerta hizo que levantara la vista del ordenador a su secretaria que la miraba con cautela.

-¿Qué pasa Nora? –Fruncio el ceño

-Han llegado unos hombres –La mujer trago saliva –Con unas cajas

-¿Unas cajas de que? –Raquel la miro confundida

-Con tus cosas y las de los niños –Nora la miro inquieta –Tu marido les pidió que las entregaran aquí

-¡¿Qué?! –y de un salto Raquel se levanto de su silla. Salió de su despacho y observo las cajas que estaban ante ella -¿Cómo se atreve? –Apretó los puños furiosa ¿Por qué allí? ¿Por qué las mandaba a su trabajo? ¿A caso quería humillarla? Si eso era lo que quería

-Señora tiene que firmar aquí –Un hombre se le acerco mostrándole un papel

-No voy a firmar nada –Raquel lo miro decidida –No quiero nada de esto, devuélvanselo a quien lo mando –y sin esperar a que le dijeran nada entro al despacho dando un fuerte portazo. -¡Cerdo asqueroso y manipulador! –Empujo el florero que había sobre su mesa –Eso es lo que eres ¡Eso es lo que sois todos! –y se sento en su sillón y comenzó a escribir.

 

Dos horas, ese era el tiempo que había pasado escribiendo y repasando una y otra vez cada palabra. Volvio a leer una vez mas y antes de arrepentirse pulso enviar. Ya estaba hecho, no había vuelta atrás. Miro el reloj de su despacho y se levanto de golpe

-¡Mierda! –cogió el bolso y salio del despacho corriendo -¡Adios Nora!

UN NOVIO PARA MAMAWhere stories live. Discover now