† 𝐌𝐨𝐫𝐬 𝐎𝐬𝐜𝐮𝐥𝐢 † ᵒˡᵈ

❝Chapter three.❞

- ¡Mátalo! ¿¡Acaso eres un maldito débil!? -.

- ¡N-no papá!, pero..-.

- Entonces no deberías estar así por quitarle la vida a un animal, ya sabes que nuestro trabajo es importante y simplemente no puedo mantenerte así -.

Tocó al pobre cachorro moribundo, quitándole su vida. Aquel despreocupado padre no dijo nada más y se marchó de allí, dejando al pobre niño llorando por lo que acababa de hacer. Él no quería hacerlo.. no quería matar, ¿por qué no podía guiar las almas como su hermano? Eso es mas simple, mejor para su salud mental.
Pero no... no importaba que tanto rogase, estaba predestinado convertirse en dios de la muerte.

"No quiero lastimar a nadie... alejarlo de sus seres queridos y que estos sufran, no quiero llevarlos al inframundo, no quiero esto..."

Pensaba aquel pequeño mientras abrazaba el cuerpo del perro.

- Lo siento tanto..-. Su voz estaba quebrada, largó el llanto.

- ¿Por qué lloras? -. Aquella voz asustó al triste niño el cual secó sus lágrimas y no dijo nada, genial, fue visto por un mortal en medio de su entrenamiento, el sermón que se llevará...

El que recién llegaba se sentó a su lado, viendo al animal en sus brazos.

- Ya veo... tranquilo, yo sé que debes extrañarlo, pero el ahora está en un lugar mejor y estoy seguro de que no le gustaría verte así de mal desde allá arriba -.

- ¿E-en serio...? -.

- En serio -. Dijo para luego abrazarlo, el contrario gritó asustado pero luego de un rato correspondió mientras desahogaba sus lágrimas en el hombro de aquel.

Pasaron unos cuentos minutos, el llanto había parado y ambos se separaron.

- Me llamo Sans, pero me dicen Geno, ¿y tú?-.

- Mis amigos me llaman Reaper -.

- Entonces, ¿¡soy tu amigo!? -. Gritó el recién presentado mientras se paraba algo ansioso, tenía pocos amigos y tener uno nuevo era realmente increíble para él.

- Jeje, sí -. Rió levemente.

Desafortunadamente un portal se abrió un lado de este, y de allí salió un esqueleto como ambos, pero algo mas alto.

- ¡Hermano! ¡Papá quiere verte! Ven rápido, no parece estar muy feliz... -.

- ¿¡Qué es eso!? ¡Parece un portal como el de la caricatura de Death boy! -. Decía este asombrado, era gran fan de aquella serie infantil.

- Uh, sí, una cosa Geno, si le dices a alguien de esto... umh... ¡vendrán aliens a la tierra y matarán a todos! -.

- Me gustaría ver aliens... pero no quiero que maten a nadie, está bien. ¿Ya te vas...? -. Se le notaba lo desanimado que estaba por su partida, tanto que estaba por llorar.

- ¡No llores amigo! Yo... vendré todos los días aquí y podremos jugar juntos, ¿quieres? -.

- ¡Sí! ¡Reaper, eres el mejor amigo del mundo! -. Lo abrazó y salió corriendo de allí mientras se despedía con su mano. Aquel que ya había atravesado el portal no entendía... ¿por qué sentía ardor en sus pómulos?

Como ya era de esperarse, su padre se había enfadado con él por no hacerle caso en el entrenamiento, ahora mismo se encontraba dándole el sermón diario, pero esta vez era diferente... aquellas palabras de su padre no le herían, más bien nisiquiera les hacía caso, solo pensaba en poder reunirse con su nuevo amigo que había hecho, estaba demasiado emocionado y eso nadie se lo quitaría.