✘Capitulo 1✘

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Llevo todo el día leyendo sin salir de casa, es lo único que hago ahora. Me olvido de todo, consigo olvidarme de mi desastre de vida, de los problemas familiares y demás. Es un respiro, mi manera de evadirme.

Son las siete y cuarto de la tarde y he conseguido ignorar mi móvil todo el día, pero cuando lo oigo sonar por millonésima vez no me queda más remedio que contestar. Es Nill, mi mejor amigo.

"Eyyy enana, ¿quieres hacer algo hoy?"😏

No puedo evitar poner los ojos en blanco. Sabe perfectamente que mi plan para este fin de semana era quedarme encerrada en mi habitación con mi pijama favorito.

"Ya lo hago, leo uno de los mejores libros de la historia."

Sé que eso lo irritará, lo que me hace sonreír. Dana 1 - Nill O

"Paso a buscarte en media hora, abuela prematura."😒

Vale, Dana O - Nill 1

Suspiro frustrada mientras suelto maldiciones por lo bajo. No me va a quedar más remedio que ir.

Me levanto de la cama y busco algo que ponerme, no creo que un pijama de ositos y un moño despeinado sea lo más adecuado. Además conociendo a mi mejor amigo me llevará a alguna fiesta llena de gente borracha.

No es que sea aburrida ni nada de eso, pero después de ciertas cosas que me han pasado en estos meses he decidido estar sola con mis libros y dejar las fiestas y la locura aparcadas durante un tiempo. Algo que por supuesto mis amigos no respetan.

Me pongo unos vaqueros, una camisa de tirantes negra y una sudadera. Me pinto un poco y me recojo el pelo en una coleta, Nill tendrá que conformarse con esto.

Salgo al salón donde me encuentro a mi madre viendo la televisión muy concentrada.

-Vaya, si has salido de tu guarida. - dice sin apartar la vista del televisor.

-Mmm...sip. - me acerco a darle un beso en la mejilla y me siento a revisar mis mensajes.

Bueno, tampoco hay mucho que revisar, solo mensajes del grupo de mis amigos, donde discuten sobre a quién le toca comprar la bebida para antes de la fiesta. Vaya, parece que Eyden se come el marrón esta vez.

-Y ¿qué clase de fuerza divina ha logrado que dejes de leer, salgas del cuarto y además no estés en pijama?- me mira esperando una respuesta.

-Nill. Ya sabes que decirle que no es una perdida de tiempo. - me encojo de hombros y sigo mirando mi móvil sin mucho interés.

Mi madre se ríe. Sé que agradece que mis amigos me obliguen a salir, si fuera por mi me encerraría de por vida en mi habitación.

- Bueno, ten cuidado y pasalo bien.

Asiento sin dale mucha importancia. Poco después unos golpes en la puerta me avisan que es la hora.

- Vaya, ¡pero si te has puesto presentable y todo! - grita el chico cuando le abro la puerta. Entorno los ojos y le hago una mueca con el dedo medio.

- Idiota. - cojo las llaves. - ¡¡¡Mamá me voooy!!! - cierro la puerta y me subo al coche antes de que Nill vuelva a abrir su bocaza.

Lo miro mientras rodea el coche, está igual de guapo que siempre con sus vaqueros oscuros y su camisa blanca de botones. Tiene el pelo rubio perfectamente peinado en un tupé. Cuando se sube al coche me dirige una sonrisa radiante.

-¿Lista?

-¿Eso importa?

Niega intentando aguantar la risa y nos ponemos en marcha.

Y como no, veinte minutos después estamos en casa de uno de sus amigos donde hay una fiesta.

Me paso una hora sentada al lado de mi mejor amiga Alis y su novio Dan, con la misma copa en la mano. Y como dicen por ahí: si no puedes con el enemigo unete a el.

Termino comportándome como una adolescente normal y casi me parezco a mi antigua yo. Esa chica que esperaba toda la semana para salir con sus amigos y beber hasta vomitar en los zapatos de alguien. Esa chica que no tenía que preocuparse por parecer feliz porque lo era.

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