Amor entre enemigos de por vida 1 (Editando)

No debimos conocernos

Mientras el sol comenzaba a mostrar sus pequeños rayos de sol entre las cortinas verdes de una habitación, había juguetes, un pequeño escritorio algo desgastado, ropa tirada por todas partes, algo que sin duda daba un aspecto de desorden... un pequeño zorro rojo se encontraba dormido en la cama, un pequeño ronquido daba la impresión de que aún estaba en un profundo sueño, pero a la hora de siempre entra una hermosa zorra roja con un vestido amarillo, sus ojos color marrón miraron unos segundos el pequeño bulto debajo de las sábanas, sonrió  y lentamente se sienta en la orilla de la cama.

- Nick ya es hora de levantarse - habla suavemente mientras acaricia su cabeza.
-Mamá... Aun es temprano - da un gran bostezo y se enrolla aún más
- Vamos, hoy es tu primer día de escuela.. Primer día en 5to de primaria ¿o no quieres ir?
-Mmmm... Esta bien - se levanta con pesadez y se estira

Después de media hora Nick ya llevaba puesto su uniforme, estaba recién bañado y cepillado, desayunaba con algo de prisa su cereal con leche mientras que su madre le preparaba su lonche que consistía de un sándwich y un toper con fruta picada. Al terminar, el pequeño zorro de apresura a lavar su plato, su madre solo lo miraba mientras sostenía su mochila.

- Muy bien, faltan 5 minutos para que llegue el autobús. Entonces ¿Cómo te vas a presentar? - le entrega la mochila mientras lo ve mostrando una leve sonrisa
-Hola, soy Nicholas Wilde, pero pueden llamarme Nick, tengo 10 años y... -se queda pensativo
- Acabo de mudarme al centro de Zootopia.. Entendido?
- Si mamá -mueve la cola lentamente

En ese momento suena el camión de la escuela.
La mamá de Nick abre la puerta y este sube rápidamente al autobús, ya arriba se despide de su mamá agitando la mano rápidamente.

Dentro del autobús habían casi de todo tipos de especies; cebras, venados, tigres, osos, etc. Nick se sentía algo nervioso así que decide  sentarse en los últimos asientos, además de que eran los que quedaban, había un pequeño zorro del desierto del lado derecho mirando por la ventana, su aspecto combinado con el uniforme que era de color azul con blanco, lo hacía ver demasiado tierno.

- ¡Hola! - se sienta a su lado
- ¿Qué quieres? - lo mira con molestia
- Me llamo Nick Wilde ¿y tú?
- Finnick ... - vuelve a mirar hacia la ventana
- ¿En qué grado vas? ¿Primero?
- ¡¡Claro que no!!- alza la voz molesto- voy a 5to grado - lo mira con ojos grandes ojos llenos de ira
-Jaja perdón, es que eres muy pequeño - toma su gran oreja por un segundo dándole un pequeño jalón
- ¡No me toques, o te morderé la nariz!... soy un zorro del desierto, por eso soy pequeño... Torpe - gruñe levemente
- Jaja creo que nos llevaremos bien - ríe levemente

...

Al llegar a la escuela por alguna razón Finnick decide entrar junto a Nick al salón de clases. El salón ya no estaba muy arreglado como en los otros grados (sin flores, adornos, etc), tenía un aspecto más formal dando a entender que todos comenzaban a dejar de ser niños pequeños en cierta manera. Nick y Finnick nuevamente deciden sentarse en los últimos lugares junto a otro par de carnívoros pequeños.
A los minutos entra una zorra de color blanco y ojos azules, su pelaje no era muy abundante como mostraban en la televisión o revistas, aunque eso no le quitaba el hecho que era un hermoso pelaje blanco como la nieve, Nick la observa con demasiada atención, era la primera vez que veía a una zorra Ártica tan de cerca, ella también lo mira pero le hace una cara de molestia, regresa unas bancas atrás de dónde venía y se sienta en los asientos de hasta delante justo enfrente del pizarrón.

- No entiendo porque me miro así- dice en voz baja
- Supongo que por el odio que tienen sus familias - dice Finnick mientras saca sus cosas de la mochila
-:¿De que hablas? Mi mamá y yo no nos metemos con nadie - de exalta un poco
- Se nota que no sabes nada... Lo que pasa es que los zorros rojos y los zorros árticos se odian, siempre se han odiado, no me preguntes la historia por qué no la sé, pero supongo que es su instinto como el odio que nos tenemos los zorros del desierto con los caracales -aprieta al puño pero luego vuelve a acomodar sus cosas como si nada
- Mi mamá no me ha hablado de eso - baja levemente las orejas
- Pues pregúntale... Y mejor no te le acerques a menos de que quieras problemas con ella todo el año.