Primer encuentro

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Su nombre era Katsuki Bakugou, o como el público lo conocía... Explodo King, recién graduado de la academia Yuei de héroes, en donde, a pesar de su carácter arisco y malhumorado, por la rapidez para exterimi... atrapar villanos, se volvió rápidamente popular.

Sin embargo el joven Katsuki tenía un sucio secreto, algo que seguramente le haría que retirasen su licencia de héroe, en donde no podía permitirlo si quería llegar a convertirse en el número uno.

Aun así, era el mismo deseo irrefrenable de ir a la misma estación, todos los días, a la misma hora.

Bakugou portaba una mascarilla para resfríos y una capucha que lograba ocultar su llamativo cabello rubio junto con unos lentes de marco grueso que realmente no necesitaba.

El tren llegaría en menos de 2 minutos.

Se levantó con las manos en los bolsillos de su sudadera, caminando hasta estar al lado de un joven estudiante de Yuei, con cabellos oscuros, bonitos ojos verdes y tiernas pecas en las mejillas.

Desde hace un año.

Cuando en su debut como héroe, un villano tenía secuestrado un tren con pasajeros, fue que con el calor de sus manos aflojo los cerrojos y pudo ingresar por una de las puertas de emergencia, entonces que Katsuki lo vio... a él, a su Deku.

Un idiota que estaba resguardando a un estúpido niño, a pesar de que el pecoso temblaba como hoja en el viento. Fue inevitable no sonreír y aparecer sigilosamente desde atrás.

- No te muevas – susurro con voz ronca, sintiendo el olor dulce del menor.

- Explodo King – susurro impresionado, y vaya que le gusto ver el brillo en sus ojos al reconocerlo-

Se movió despacio, sin que el estúpido villano que escupía asido se percatara de su presencia, hasta estar lo suficientemente cerca y llamar su atención, en cuanto el villano volteó, le exploto la cara, porque por supuesto no era de héroes atacar por la espalda.

La gente al saberse a salvo aplaudió aliviada, y pudo ver como el chico de uniforme escolar caída en sus rodillas para botar un suspiro de alivio.

Fue al día siguiente de vuelta desde su agencia que sus caminos se cruzaron nuevamente, y no fue solo ese día. Debido a una corazonada, fue cada día a la misma hora, hasta aprenderse sus horarios en lo que se convirtió en un año, y ver como empezaba a usar el uniforme de la Yuei. Sus constantes heridas y vendajes le hicieron ganarse ese apodo dentro de la mente del héroe, seguramente en la UA era de los chicos inútiles que no conocían su propio kosei.

Un inútil.

Deku.

Con el paso del tiempo ya era demasiado tarde para cuando se dio cuenta que en cada hora punta se acercaba desde atrás para sentir su aroma, para sentir su calor, e intencionalmente rozar su hombría con su trasero cada vez que la gente empujaba de más. Voltearía con su disfraz, sin prestar a tención a la incomodidad del joven.

"Por favor manténgase detrás de la línea de seguridad"

Ese fue el mensaje para subir y ubicarse lo suficientemente cerca del pecoso e invadir su espacio personal.

Venía leyendo un estúpido libro sobre historia de los héroes, con unos cuantos parches en sus manos.

De nuevo se lastimo en prácticas, fue lo que pensó.

- ¡cuidado! – dijo un hombre empujándolo por el movimiento de la gente, alejándose del metro cuadrado de Izuku, estúpida masa de gente que no podía controlar su equilibrio, ahora por culpa de ese hijo de puta estaba lejos de Deku.

Hora puntaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora