Miércoles.
Lauren.
-¿Qué te parece esta tienda? -le señale a Camila un local con varios disfraces y máscaras afuera.
-No, las máscaras me dan miedo. -JAJDJAJJAA NO PUEDO CON ESTO. -Y si se mueven cuando me acerque.
-En todos lados hay máscaras aún, tendremos que arriesgarnos. -dije conteniendo la risa.
-Diablos, es solo que no quiero que una mascara me ataque. -JAJAJSJAJJA. -Cerrare los ojos y tú me guiarás.
-Bueno, yo te guió. -me encogí de hombros sonriendo.
-Tengo en mente un disfraz genial. -me puse detrás de ella y le cubrí ambos ojos con mi manos.
-Entonces sorpréndeme. -la guíe hasta que entramos a la primer tienda.
-¿Hay máscaras cerca? -pregunto tomando mis manos aún puestas sobre sus ojos.
-Mmmm. -negué. Tonta soy, ella no puede verme dah, solté una leve risa. Seguro que ahora pensará que si hay y que yo solo le quiero gastar una buena broma. -No hay.
-Lern, ¿seguuuuura? -pregunto de nuevo.
-Sip. -le quite ambas manos de sus ojos-
-Bieeen. -dijo pero no abrió los ojos.
-Vamos, mira, no hay máscaras. Lo prometo. -abrió lentamente los ojos. -¿Lo vez? No hay máscaras cerca, solo disfraces. -dije señalando nuestro alrededor.
-Ahora, como es una fiesta de disfraces nuestros disfraces deben ser terroríficos. -¿Como dices que dijiste? ¿Pensé que iríamos sexys? No terroríficas.
-Espera, espera, espera... -rodee su cuello con mi brazo. -Nuestro objetivo es ir lindas, ya sabes, sexys.
-Pero, entonces no sería una fiesta disfraces, porque los disfraces deben dar miedo. -frunció el ceño.
-Bueno, pero es que a la fiesta que iremos el objetivo no es dar miedo, es ir lindas. -le explique. -Pero muéstrame que tenías en mente y yo te digo.
-Bueno... -murmuró confundida acercándose a los disfraces. -¿Zombie o enfermera? O mejor aún, enfermera zombie.
-Exijo poder ver eso.
-Ahora mismo en vivo y en directo. -tomo el atuendo correspondiente y entro a un vestidor.
Estaba tranquilamente buscando un disfraz por la tienda hasta que una chica de piel obscura y sumamente hermosa, tengo que admitirlo, me hablo. Tenía 'Normani' grabado en su gafete, deduje que era una trabajadora del lugar.
-Disculpe, usted es... ¿Lern? -pregunto confusa, asentí sonriendo por el apodo. -Genial, es que su amiga, la del vestidor dos, me dijo que tenía problemas con su disfraz y que solo aceptaría su ayuda.
-Oh, bien, gracias. -le sonreí amablemente y regrese con Camila. -Camzii ¿puedo pasar? -golpeé levemente la puerta del vestidor.
-Me atore en el disfraz, es decir, logre cerrarlo de la parte de atrás y ahora ya no puedo quitármelo. -murmuró apenada. Awww que linda.
-Bien, tranquila, entonces ¿si me dejas pasar?
-Si, puedes pasar. -apenas terminó de hablar y entre.
-Hola. -susurró sonriendo. -No alcanzó, mira. -trató de desamarrar la parte de atrás de su disfraz para mostrarme el problema. Su disfraz consistía en una tipo playera azul como esas que usan las enfermeras y doctores cuando van a operar a alguien y la parte de arriba, justo detrás de su nuca, tenía dos cuerdas que Camila había amarrado para que... de hecho no se para que estaban esas cuerdas e imagino que ella tampoco y por eso las amarro. Que difícil ser ayudante de doctor falsa o enfermera ayudando a un doctor o como se diga.
-Bueno, date la vuelta.
-Ten cuidado, no podemos romperlo. -dijo y sin más me dio la espalda.
-Ahora, desamarraré esto. -eche todo su cabello hacia un lado para tener una mejor vista del amarre. -Cabello, le has dado como mil vueltas a esto. -me burle.
-Lo se, no soy buena amarrando las agujetas de mis tenis y amarrar esa cosa no fue nada fácil, ni siquiera se como lo conseguí.
-Bien creo que... mierda. -gruñí. -Necesito... yo... bueno.
-¿Qué pasa? -pregunto tratando de mirar hacia atrás. -Lo has roto, ¿cierto?
-¡Nooo! -reí. -Tú solo... relájate.
-Mientras no lo rompas, todo está bien, porque ni si quiera me ha quedado.
-Esto... -acerque mi boca al nudo que estaba cerca de su cuello y trate de deshacerlo con mis dientes. -...es difícil, recuérdame jamás dejarte sola cuando salgamos de compras. -nadie respondió. -¿Camila? -dije acercándome nuevamente para tratar de deshacer el nudo nuevamente con los dientes. Esto era imposible, le hizo como 4 amarres. -Falta poco, casi puedo sentir la victoria en mis manos. -¡BINGO! Logre deshacer el nudo.
Me aleje y la miré por el espejo que estaba frente a nosotras, tenía los ojos cerrados con fuerzas y estaba ruborizada. Pero si no he dicho nada, yo solo... ohhhh, ya entendí, jeje.
-¿Pasa algo? -pregunte rodeando su cintura con mis brazos. -¿Por qué tienes los ojos cerrados?
-Mmmm, por nada. -Admito que ponerla nerviosa me encantaba, se que no debería, pero no podía evitarlo, tenía la necesidad de ver hasta donde me dejaba llegar, Camila es linda y eso era imposible de negar, aparte hasta donde sabía, ella tenía un pequeño crush conmigo, esto sería solo un pequeño juego entre amigas.
-Entonces abre los ojos y mírame. -demande susurrando muy cerca de su oído.
-S-si. -tartamudeo y giro levemente su rostro para al fin abrir los ojos y mirarme. Apreté más el agarre que tenía en su cintura pegándola mucho más a mi, como si eso fuera posible.
-Definitivamente serias una linda enfermera zombi, pero sabes que me encantaría más... -su mirada estaba completamente perdida en mis labios, estábamos demasiado cerca, rompíamos los límites de espacio personal y ni a ella ni a mi nos molestaba en absoluto. -Qué fueras una bonita enfermera sexy, mírate. -incite a que se mirara en el espejo. -Eres hermosa. -susurre acariciando su cuello con la punta de mi nariz, me encantaba su aroma, era embriagador, parecía perro olfateando todo su cuello, pero es que no podía detenerme.
-¿Q-q-qué ha-aces? -tartamudeo y no pude resistirme más, dejé un suave beso en su cuello haciéndola suspirar, después otro y otro, cada uno era más húmedo que el anterior. Sentía la necesidad de dejar besos por todo su cuello.
Ella lo estaba disfrutando tanto como yo, lo supe en cuanto gimió levemente y ese fue el motor que me indico que por ningún motivo podía detenerme, quería más y más, le di la vuelta sin quitar el agarre que tenía en su cintura, ahora estábamos frente a frente, cuando me miro con las mejillas coloradas sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo. Era adorable verla así.
Necesitaba besarla ahora, anhelaba el contacto con sus labios, así que guié una de mis manos desde su cintura a su nuca, la tome y comencé a acercar su rostro al mío, ella cerró los ojos, sentí su respiración mezclarse con la mía, nuestros labios estaban a una distancia peligrosa de poder tocarse al fin y entonces...
-Chicas, ¿todo bien con el disfraz? ¿Puedo ayudarles en algo? -Esa voz se parecía a la de la chica que... NORMANI, QUÉ INOPORTUNA POR DIOS.
-No, nosotras ya íbamos de salida. -respondió Camila empujándome fuera del vestidor dando oficialmente por terminado mi pequeño juego. Estaba desorientada y al salir Normani me sonrió retirándose para seguir con su trabajo, quería golpearla, ni siquiera la conozco pero arruino mi momento, como se le ocurre interrumpirme cuando voy a besarme con una de mis mejores amigas.
Esto no se iba a quedar así. Quiero probar los labios de Camila Cabello.
//SI ACTUALICE. PIDAN UN DESEO.
