El Regreso & el Torneo de los Tres Magos (#UG&UP2)

Perder el control

Volví antes de lo esperado, espero que lo disfruten!!!

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Los adoro, y gracias por seguir aquí.

Los espero en mi Instagram: IzzyHerondale98 ahí subo cosas de mi historia "La última Uxia" y de "El regreso y el torneo de los tres magos" los veo allí.

Agradecería mucho verlos en mi otra historia original de fantasía "La última Uxia", los amaría mucho si pasan por allí

Luly

La sensación de vacío crecía. Nadie podía creer lo que acababa de ocurrir.

Teddy y Daka estaban abrazados tratando de detener el llanto que se hacía incontrolable para ambos. Para el peliazul era la pérdida de la única persona que había amado con una profundidad que casi dolía. Era demasiado, no podía soportar el corazón estrujado de aquella forma. Se sentía miserable.

Para Daka era como perder de nuevo a su abuela. Era muy cercana a Andrómeda, y pensar que no vería su sonrisa más junto con los reproches que solía dirigirle era suficiente para que su vista se opacara con las ganas de llorar hasta quedarse sin lágrimas o sin aliento, luego de romper un florero que se había encontrado a su paso.

La situación no podía ser peor.

La mayoría se encontraba en la cocina, desayunando con los rostros sombríos, pensando en cómo mierda se había ido todo por los aires, sin entender qué camino fue el que marcó los pasos para llegar a ese desastre que no podían controlar. Pero no se encontraban lo suficientemente descansados o cuerdos para hacerse cargo de la situación en la que se veían envueltos.

Lorcan fue quien tuvo las fuerzas suficientes para escribir en una carta dirigida a sus padres dónde se encontraban y mandarla mediante una lechuza. Descubrieron que Andrómeda no lo había hecho, por lo cual detallar dónde se encontraban era lo mejor que podían hacer ahora, solo rogaban que la lechuza no fuera interceptada.

-Me siento inútil - susurró Destiny mientras bajaba la cabeza y bebía el cuarto café en la mañana. No pudo volver a dormir luego del grito agudo que soltó Victoire temprano cuando entró a la habitación de la fallecida mujer.

-Es porque lo eres - murmuró Molly en un susurro que pareció resonar como un eco en la habitación. El silencio era sepulcral, hasta se podría haber escuchado un alfiler al caer.

-Ya deja tu mierda, Molly - escupió Albus mientras se aferraba el cabello tratando de no pensar. Las pesadillas no lo habían dejado dormir en toda la maldita noche.

-¿Me vas a decir que no es una cosa acertada lo que está diciendo? - chilló indignada. La pelinegra parecía a punto de colapsar. Lo único que quería hacer era estar con una guitarra y descargar todas las frustraciones que sentía hasta hacer mierda las cuerdas -. ¡Todos somos unos inútiles! No entiendo cómo demonios llegamos a este punto, saben que no tolero estar más de unos días con ustedes, y sin embargo pasé meses en otra época, viendo cómo Dominique se mandaba la cagada del siglo, cómo Roxanne entraba en una depresión que la consumió y lo peor es que ¡nadie hizo nada! Porque eso somos. ¡SOMOS INÚTILES Y ESTOY HARTA!

Luego de aquella declaración, no se escuchó más que los llantos de Fred y Dominique. Todos estaban helados y blancos cuál marfil.

-No dijiste eso - dijo James tomando el tabique de su nariz. Él también estaba hasta la coronilla de ciertas cosas, pero no las estaba gritando a viva voz. No era el momento, pero se preguntó cuándo lo sería. Negó con la cabeza. No en ese momento que se enteraban de la muerte de otra persona importante para personas de su familia, no era justo -. Molly, eres mi prima, pero en este momento me encantaría que te callaras, o si no aplicaremos la ley de hielo, pero de forma permanente. No quiero escucharte, no hasta que resolvamos este embrollo.