Señor Gobernador

.Cuando nos conocimos.

Terminaba otro semestre de estudio, necesitaba trabajo de tiempo completo para conseguir dinero, con la finalidad de pagar un curso de lengua extranjera, con ello tendría la posibilidad de laborar como docente en la escuela donde tomo clases. Fue entonces cuando mi novia me dijo que en el lugar donde su padre trabaja necesitan una secretaria, a lo que yo gustosa pregunté: 

-¿Aún está disponible el puesto?

-Claro, vamos a llevar solicitud para que seas tomada en consideración, además de que tienes la oportunidad de que trabajes... pero te costará... -Insinué- 

-¿Qué debo de hacer..? -Pregunté temerosa- Ya se que le daré señorita Celeste... -Reí- 

-Acompáñeme para ver cuál será el precio...

-Vamos a mi casa, no hay nadie, mis padres llegan tarde hoy...

-Señorita, usted a sabido tocar la puerta de la oportunidad.

Ambas nos fuimos del parque donde solemos reunirnos. 

-Amor, tenemos dos años de relación y no sé quienes son tus padres...

-Es mejor dejarlo así, además, tal vez se presente el momento de formalizar nuestra relación. 

-¿Estás hablando en serio?

-¡Claro! Estoy cansada de esconder nuestro noviazgo. Somos una pareja estable que se quiere y se respeta, no importa lo que mis padres piensen. 

-Me dejas perpleja, ¿tus padres son conservadores?

-Mucho, sobre todo mi papá, él es complicado. 

-Bueno, estoy muyfaliz por el paso que daremos. 

-Entonces señorita... ¿usted quiere ser la secretaria de la oficina principal?

-Si... 

-Tomemos el transporte para ir a tu casa... 

-¡Vamos pues!

-No es posible que esta niña nunca esté en casa.

-Tranquilo, ¿quieres?

-Siempre anda en la calle, con tanta delincuencia y ella exponiéndose. 

-Jorge, tranquilízate.

Llegamos a mi casa, cerramos todo con llave, procedimos a meternos en mi habitación. 

-Venga señorita... quiero apreciar su cuerpo... digo su curriculum. 

-... 

-No tenga miedo, es más, siéntese aquí en mis piernas.  -Susurre-

-No debo hacer eso...

-Nadie lo sabrá... 

Comenzamos a besarnos intensamente, arrancándonos la ropa.

Es así como empieza esta historia de amor, que luego se convierte en un triangulo conflictivo de pasión desenfrenada, donde corre peligro un compromiso, un matrimonio, y la relación padre e hija.