VIII

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¿Recuerdan cuando dije que días más cortos vendrían? 🙃🙃💕

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Mayte aún no estaba dormida, después de semejante llamada ¿Quién podría? Pero, sin embargo, que alguien tocara a su puerta tan tarde la alarmó tanto que hasta olvidó su bata.

— ¡Manuel! — Abrió la puerta y al verlo, instintivamente busco la bata en su cuerpo, solo para darse cuenta que no estaba, y en medio de su sorpresa, Mijares pasó.

— No quiero una pausa — Comenzó de nuevo, sin rodeos.

—Ya hablamos de esto — Respondió Mayte sin entender si su incomodidad creciente se debía a la ausencia de su bata, o la reanudación de aquel tema.

— No, en realidad no hablamos, Mayte, me dijiste lo que iba a pasar y se acabó, no hubo discusión. — Hasta ese momento ni siquiera se había detenido a mirarla, y cuando por fin la vio, aparecieron en él unas terribles ganas de salir corriendo hacia ella y no soltarla más ¿Cómo iba simplemente a renunciar este sentimiento que apenas estaba descubriendo? A este ardor que le quemaba el cuerpo, esto que fuera lo que fuese le hacía tanto bien.

Mayte por su parte no podía dejar de pensar en la incomodidad que le causaba el sentir los estragos del frio sobre sobre su cuerpo, aquel que no encontraba como cubrir, queriendo solamente salir de esa situación, y no enfrentarse más eso que la desnudaba.

— ¡Ya basta! —Dijo girando sobre si misma mientras intentaba escapar, pero entonces, el que fue más rápido, la alcanzó.

—Deja de huir — Susurró en su oído, y una corriente, tan suave como la seda recorrió el cuerpo y la obligó a temblar, Manuel la vio entonces volver hacia él, indefensa y abatida. — ¿A que le tienes miedo? — Él tomó su barbilla, obligándola a perderse en su mirada y fue entonces cuando por la fuerza de un impulso, ella se elevó hacia él y rozó sus labios, atrapándolo en un beso sorpresa, pero tan esperado que Manuel prontamente respondió.

No fue un beso de película, no hubo desesperación, deseo frustrado, ni tampoco más música de fondo que el sonido de sus respiraciones detenidas... suavizadas. Se habían besado antes, mucho antes de que esta historia comenzara, muchas noches, en muchas casas, pero ese era otro tiempo, uno que ella había pretendido olvidar, y que él, honestamente nunca había recordado con claridad, este beso fue diferente, fue tan impulsivo como nunca en el pasado ella se había atrevido, y, sin embargo, tan... Consciente, como si él finalmente descubriera sus labios, mientras ella, por primera vez conocía su entrega.

— A esto — Dijo Mayte intentando recobrar su respiración, sin poder separar por completo su frente o su nariz, sin querer romper la magia del encuentro, mientras movía la cabeza de un lado para otro en negación -Mijares, no me puedo enamorar, no otra vez, no de ti.

—Mayte...

—No, no escúchame... — Dejó que sus manos abandonaran el rostro al que hace poco se había aferrado, apretó las manos de él entre las suyas y lo miro a los ojos. — Yo ya estuve aquí, yo ya te amé, y no funcionó Manuel, tú estabas "distraído" — Dijo en medio de una de esas risas que no terminan de salir porque se pierden en un quiebre de voz Y...

— Mayte éramos otros.

— No Gordo, en el fondo somos los mismos, y además... esto ni siquiera es amor ¿O sí? Lo vio mirarla sorprendido.

Aunque Manuel no se atrevía a ponerle nombre a sus sentimientos, si lo que ella pensaba es que eran nada más que deseo entonces se equivocaba, Mijares conocía el deseo, antes y después de...bueno, siempre, lo único a lo que había sucumbido ultimadamente era al deseo, el amor se le antojaba tan complicado e indescifrable, que evitaba pensarlo.

—Yo no sé qué es Mayte, pero te quiero en mi vida, y cuando digo que te quiero créeme que es real, hace mucho tiempo no estaba tan seguro de algo... En este punto, me da más miedo no volverte a ver, que dejar de cantar.

¿De qué estás hablando? A mí no me gusta la exageración, yo no necesito de promesas de amor, yo... ¿Has pensado en mí? ¿En voy a hacer yo cuando aprenda a despertar con tu presencia? ¿Cuándo me acostumbre a tu risa... a tu voz? ¿Cuándo yo ya no quiera caminar sin tu sombra a mi lado y tú te canses?... Así como de la música ¿Qué hago yo cuando te canses de mí?

—Mayte, yo...— Lo escuchó comenzar y esperó, realmente esperó, que lo que fuera a que saliera de sus labios trajera consigo tanta verdad, que arropara todos sus miedos y arrebatara su cuerpo del frio que la cubría, que fuera tan verdadero que la hiciera no extrañar más esa estúpida bata, pero por más que Mijares modulo palabras, finalmente ninguna salió, y es que en su mente se libraba una batalla que no terminaba de ganar ¿Y si ella tenía razón? ¿Y si la obligaba a desenterrar ese amor y luego no podía con él? ¿Y si el amor que él ofrecía era insuficiente? ¿Y si ella tenía una forma de amar mucho más fuerte? Ante aquel silencio Mayte se hizo cargo de la situación

Crees que me necesitas, pero no es verdad, ¡Yo no soy tu salvación!... No quiero que te aferres a mi porque soy quien "te salva" de la cotidianidad de tus días, porque te ayudo a llenar soledades. Manuel, aunque ahora no quiera creerlo, o verlo, esto no es real, tu no me... "quieres", y yo, si me presto a este juego voy a terminar entregándome, y voy a salir lastimada, otra vez — Se quebró por completo — Y ya, simplemente no puedo.

Estaba tan aterrada del renacer de sus sentimientos, que hizo un mal juicioso de la situación y contra todo lo que era y creía, empezó a ver el vaso absolutamente medio vacío. Lo dejó en su sala y huyó, como nunca antes lo había hecho, sin medir en términos de espacio, sino más bien de sentimientos.

La Mayte de hace 30 años se hubiera atrevido, y probablemente después de ese beso y sus palabras hubiera entregado hasta la vida, pero la Mayte de hoy, la que ya tenía un camino andado, la que  se había roto el corazón y recogido los pedazos, esa era un poco menos valiente.

Pasó tantos años de su vida imaginando que algún día él la iba a mirar como si en verdad la viera, y ahora que finalmente parecía hacerlo, ella se negaba a aceptarlo, porque en la vida, nada funciona como esperamos y a veces hay que entender que es otro quien escribe el guion, uno en el que no podemos ver más que nuestras propias líneas, donde no nos queda más que la esperanza de una próxima escena.

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... Pero no desespereis que es Christmas y el Niño Dios les dejo Maratón 🎅🏽🎁🎄✨ ... Ah, y Majo espero que esto valga para evitar cualquier tipo de bloqueo.

Pd.: Feliz cumpleaños, mi 🐕 Fav. @MayLascuArri. I❤️U.

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