Parte única

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Llevaban ya un mes intentando estar en una relación luego de haberlo meditado tanto; Takiya era bastante meloso cuando no tenía sus lentes, sin embargo cuando los traía siempre estaba como un pervertido tras Fafnir. Él, por su parte, a veces se interesaba en complacer su deseo carnal cuando se lo proponía... Pero prefería seguir en sus juegos, por supuesto. Había un evento de tiempo limitado, después de todo, no quería perderse nada. 

— Oye, Takiya. — Fafnir se acercó a donde su pareja estaba, poniéndose detrás de él para ver que era lo que cocinaba. Ni siquiera le hizo caso. — Takiya... — Parecía tan concentrado que ni siquiera se dio cuenta de nada; así que mejor, se inclinó al oído ajeno para susurrarle. — Makoto.

— ¡Mgh! ¿¡F-F-Faf-kun!? — Lo tomó por sorpresa ésa reacción, pero siguió con su rostro estoico. — Lo siento, estaba pensando que no voy a tener para pagar más comidas así si quiero comprar el nuevo juego que va a salir...

— Si es por el juego yo puedo poner el dinero, pero sólo por eso, ¿y qué fue esa reacción? — Volvió a su silla, viendo hacia su compañero.

— Siempre que se trata de videojuegos no te importa sacar un poco de tus tesoros, lo olvido. — Ríe el humano ya más aliviado por el tema, aunque al recordar la pregunta que le hizo la pena le llegó de golpe. — Bueno... Soy muy sensible en el oído, es como un punto débil mío. 

— Tus puntos débiles son bastante fáciles de saber, tales como tu corta vida y la facilidad con la que puedes morir... Pero, ¿un punto débil en la oreja? Que tontería... — Sintió los movimientos de Takiya, sin embargo no le tomó importancia; volteó a seguir jugando. Sabía que era un humano débil con el que ya llevaba mucho conviviendo, así que lo que haría sería una estupidez.

Y lo fue. Le mordió la oreja, cosa que le hizo estremecerse un poco. 

— Hm, contigo no funciona. — Vuelve a su pose normal para verlo. — Todos tenemos un punto débil, Faf-kun, tal vez tu no has descubierto cual es el tuyo. — Parecía convencido, justo como cuando le retaba. Cosa que obvio, Fafnir tomó como un reto aun sin serlo. 

— ¿Qué ganará el vencedor?

— ¿Eh?

— ¿Qué ganaré si no descubres mi punto débil? — Una pequeña risa salió de Takiya. — ¿Qué? 

— Te conseguiré a alguien que pueda ayudarte a vender tus libros en el próximo evento. — Lo decía como si fuera a ganar, con toda confianza. — Pero si pierdes entonces cumplirás un deseo mío.

El dragón dejó su juego de lado para poder levantarse y quedar frente a Takiya, aceptando el reto. Sin embargo no sabía como se llevaría a cabo todo... Aunque eso se resolvió cuando el mortal comenzó a besarlo. 

Ya habían tenido besos antes, todos poco a poco subían de tono, sin embargo era a lo único que llegaban. Hoy era diferente, pues el más bajo tomó el ritmo de todo, acariciando toda parte que podía.

Ésa noche fue la primera vez que satisficieron su deseo carnal, fue mejor de lo que habían pensado; Fafnir quedó lleno de mordidas por gran parte de  su cuerpo, según Takiya para encontrar su punto débil, cosa que no encontró. 

Al día siguiente, Takiya se fue diciendo que iría a hablar con su amigo, no era algo muy difícil de hacer por lo que le dejó ir solo mientras él completaba la nueva misión que había aparecido. 

Se culpaba de no haberlo acompañado cuando Tohru, por teléfono, le dijo que habían encontrado a Takiya malherido. 

[ . . . ]

— ¿¡Dónde está!? — Llegó de inmediato a casa de Tohru y su humana, viendo que su pareja estaba acostado en el sofá mientras recibía ayuda de Elma. — ¡Makoto!—  Apenas iba a apartarla cuando Tohru le pidió silencio y que saliera. ¿Quería que se saliera cuando Takiya estaba tan herido? No podía aceptarlo, pero aun así tuvo que hacerlo.

— Kobayashi-san y yo lo encontramos cuando íbamos de compras, al parecer lo asaltaron porque no tenía nada... — Tohru parecía preocupada a pesar de las muchas veces que le decía que lo odiaba. — No tiene heridas internas, pero aun así parecen un poco dolorosas. Le pedí a Elma que trajera algo del otro mundo para que se recuperara... Así que no te preocupes, estará bien, ¿si? 

— ¿Por qué me lo dices como si— No le dejó terminar.

— Porque estás preocupado por él, por supuesto. — Sonrió. — Se que te va a molestar pero, pienso que Takiya es como tu punto débil. Te veías tan angustiado por él... ¿Tenías miedo de  que muriera?

El dragón azabache no contestó, solamente se quedó en silencio. ¿Takiya era su punto débil? No iba a admitirlo, pero se preocupó por él... Lo hizo flaquear,la misma idea de perder a ése humano del cual afirmaba no haberse encariñado, le aterró.

Takiya era su punto débil. Makoto Takiya era su punto débil y seguro lo seguiría siendo aun si él muere. Podían acabar con él si llegaran a hacerle algo a ése simple mortal.

— Maldita sea... — Y aun si su mejor opción era alejarse para que dejara de serlo, no podía. 

— ¿Fafnir, Tohru? — Elma salió de la casa con una expresión más aliviada. — Despertará en unas horas, pero será mejor dejarlo descansar.  

Ni siquiera quiso seguir escuchándola, con éso tuvo suficiente. Entró al departamento para verlo: dormía, su rostro se veía más tranquilo; Kanna estaba llenándolo de peluches y una pequeña nota de que se mejorara. 

— Aparta. — Normalmente, Fafnir no era muy maleducado con Kanna, así que la pequeña asintió y se levantó de ahí para ir con Kobayashi, quien veía todo desde la cocina. El dragón maldito terminó por sentarse en el suelo para tomar la mano de Takiya. — Idiota... Te ayudaré a reponer el dinero que perdiste... 

Aun si era su punto débil, no lo dejaría ir. Aún si sabía lo que Kobayashi dijo acerca de la inmortalidad, él buscaría la manera de hacerlo inmortal. Estaría con él para siempre, fuera como fuera.


[ / / / ]

Días después de aquel accidente, Takiya estuvo como si nada hubiera pasado, realmente aquella medicina que Elma le había dado había funcionado de maravilla. Sin embargo, había algo extraño en Fafnir que le llamaba la atención.

— ¿Qué pasa?

— No me has dicho que es lo que quieres que haga. — No lo entendió, y eso notó Fafnir, quien suspiró pesado. — Tu ganaste, así que debo cumplirte un deseo.

— Pero... Yo no gané... — O éso era lo que él pensaba. Sin embargo no iba a desaprovechar. Se acercó para verlo a los ojos. — Entonces, quiero un beso.

— Tch, pudiendo pedir más dinero, joyas, poder o sabiduría, eliges un beso... — Le toma de la corbata para poderlo acercar a su rostro, terminando por darse un beso. — Ahí está, ahora vete al trabajo.

La suave risa de Takiya le llamó un poco la atención, pero no dijo nada. Ambos seguirán con su día tal cual lo hacían, sólo que ahora el dragón maldito con una sonrisa en su rostro.

[Fin]

Punto débil [Miss Kobayashi Maid Dragon]Where stories live. Discover now