10

105 17 1
                                    

Sky ajustó el cinto de su jean, que era un talle demasiado grande para su tan delgada cintura. Intentó que su maquillaje no fuera demasiado llamativo, pero era maquillaje. Y el maquillaje nunca cumple con la regla conocida como "menos es más".

     Tomó un taxi hacia el parque, y cuando llegó, vio al rubio sentado debajo de un roble. Le sonrío, pero él parecía muy sumido en sus pensamientos como para devolverle la mueca. Se sentó al lado de él, y luego de varios minutos en silencio, no pudo evitar tomar las riendas de la situación. 

  —¿Cómo te hiciste esa cicatriz? —dijo la muchacha, señalando a su brazo.

—Mi padre no entendía que era pequeño, y, por ende, que podía equivocarme —suspiró— hace años no lo veo, pero tengo pequeños recordatorios de él en todo mi cuerpo.

     La atmósfera les generaba tanta confianza que Sky decidió abrazarlo. Se quedaron allí, en silencio. Cómodos. Como si sus brazos hubiesen sido hechos los unos para los otros. 

Quizá si lo fueron.

No se necesitaron palabras para que de un momento a otro se besen. 

     He escuchado varias veces decir que existen diferentes tipos de besos, y que algunos quedarán marcados en tu memoria para siempre. No es tan simple como eso.

No hay más de una clase de besos, ni son inolvidables. No están sacados de las películas de Disney, puesto que esos no son reales y nadie, en la historia de la humanidad, ha experimentado uno tan perfecto como aquellos. 

     Son reales. Son puros. Son inefables

Y quizá no son únicos. No son perfectos ni inolvidables. Pero son. Y están ahí, convirtiéndose en lo único capaz de detener al tiempo. 

     ¿Dónde quedaron tus muros, Luke Hemmings?

Al parecer, la chica que conociste en una galería de arte pudo derribarlos a todos.

  —Quiero que me acompañes a tatuarme —dijo ella— Una estrella y un Cero. Solían decirme que el cielo no era nada sin las estrellas, y creo que he encontrado a alguien que le da sentido a la frase, y también, a mi apodo.      


First of all, PERDÓN. 

No tengo excusa para tal desaparición. Podría decir que estuve estudiando para levantar las mil materias que me estoy por llevar pero nope. Solamente me quejo y pospongo todo para último momento.

Finally, Sky besó al amor de su (mi) vida. Tan solo quedan dos capítulos y el epílogo para terminar esta historia, así que vayan preparando los pañuelos. 

Les quiere un poquito, 

Mar. 

Galería de Arte ✩ l.hWhere stories live. Discover now