Yo en una tierra llena de CHICOS© #1 (EN EDICIÓN)

1- Me llaman la chica de problemas...

"¡Arriesgate! No te quedes con las ganas de saber que pasaría; lanzate, vive, atrevete que si de los éxitos se disfruta, de los errores se aprende."

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Nathaly (POV) :

—River y Miller pueden salir —dijo el policía con aburrimiento, mientras nos abría la rejas de la cárcel.

—¡Viste!, te dije que saldríamos rápido  —dije mirando a mi amiga, quién estaba asustada—. Ya te acostumbraras.

—No lo creó —dijo, cuándo salimos y vimos a nuestros familiares.

—¡Hola tía!  —dije sonríendo y me acerqué a ella, está tenía los brazos cruzados y apostaría que le salía humo por la cabeza como en las caricaturas.

—¿Qué pasó? —preguntó, levantándo una ceja.

—Algo normal diría yo, lo de siempre —dije tratando de suavizar él asunto, pero ¿Quién podía suavizar algo así?

—Cuándo lleguemos a casa verás —dijo. En eso un guardia la interrumpió e hizo que caminará hasta una puerta.

Los padres de mi amiga me miraban con cierto odio, sabía que está se había ganado un gran castigó y ciertamente era mi culpa, pero no podía hacer nada para ayudarla.

Nunca tuve una buena amistad con los padres de mi amiga,ella caminó a la salida con los Don gruñones de sus padres.

—¡Hola Marcos! —dije saludando a el guardia, lo conozcó porqué, por lo menos, una vez al mes visitó la comisaría y no es para nada bueno.

—¿Problemas siempre? —preguntó él con esa sonrisa que lo caracterizaba mientras seguía apoyado en la pared con un vaso de café en sus manos.

Éste era mayor que yo por unos cinco años, pero era un gran chico y muy buena persona.

—Soy una chica de problemas —dije giñandole el ojo.

Esté sonrió y yo solo me senté en uno de los asientos que la comisaría tenía, no eran muy cómodos que digamos. Unos minutos pasaron y mi tía salió de la habitación caminando hasta dónde yo me encontraba.

—Vamos —dijo está, quién caminaba a la salida.

—¿Puedo pregun...? —Traté de hablar pero ella me interrumpió, parando en secó y mirándome.

—No —dijo un poco molesta, ¡a quién engañá! Mí tía es la persona más cariñosa que puede existir, como yo le digo mi osita cariñosita.

Caminamos hasta su pequeño auto y subí ahí en silenció.

—Ahora puedes hablar —dije mirando a la ventana—. Regañamé, insultame, has algo,castigame.

—No lo haré. — Manejó sin mirarme.

Es extraño ella cuando esta "molesta" me castiga con cosas que nunca hago. Y luego solo me quita el castigó.

Llegamos a la pequeña casa en silenció, ella estacionó el auto y bajamos.

Caminé a la puerta y entré, ella hizó lo mismo cerrando la puerta.

Me tiré al sofá y ella me miró.

—Me explicaras todo —dijo, ella sentándose a mi lado de una manera adecuada...

—¿Ahora? —pregunté ya agotada de todo el trajín.

—Claro que si, ahora —dijo cruzándose de brazos.