i can see you on the moon ◇ junkwan/junson (a.c.e)

Capítulo único.

Junhee se mofaba de conocer perfectamente a sus miembros; como buen líder que creía que era, era necesario para él saber todo sobre sus amigos y compañeros de banda. Pero había alguien que no entendía ni por asomo, y ese era Byeongkwan, o mejor conocido como Jason -aunque para él era Byeongkwan, nunca pudo acostumbrarse a decirle Jason-.

Era un chico un tanto extraño, porque tenía una cara algo adorable, pero después, detrás de todas esas capas, había un hombre maduro que era posesivo, específicamente con él. Es decir, no es como si se sintiera perseguido o algo, sólo Byeongkwan era muy posesivo con él.

Usualmente le agarraba la cintura y se ponía muy cerca, o después de hablar mucho con algún otro miembro, él se acercaba y abrazaba sus hombros. Pequeños detalles que eran muy obvios, porque también se notaba su enojo cada vez que estaba muy cerca de Yuchan, de Donghun, Sehyoon o alguien del staff. De todas formas, a él no le molestaba, sólo le parecía extraño; y aunque nadie lo supiera, estaba suspirando por Byeongkwan desde hace mucho tiempo, quizás desde que se conocieron.

El problema principal, sin embargo, radicaba en los besos. Tampoco es como si le molestara que Byeongkwan estuviera constantemente dejando besos en su cuello -que le erizaban la piel y lo hacían temblar-, sino que no entendía si realmente le gustaba o era sólo un juego de amigos. Quizás lo apreciaba mucho como amigo y se ponía celoso cada vez que hablaba mucho con otros, pero de todas formas, no había alguna explicación para los besos.

Aunque eso se volvió peor cuando Byeongkwan quiso besarlo en la mejilla y Junhee corrió la cara. Sus labios se habían conectado por segundos, pero fue suficiente para tenerlo volando en una nube pensando en lo perfectos que eran los labios del chico castaño. Byeongkwan no se había disculpado por besarlo y eso hasta le había parecido consolador; lo que menos quería escuchar era un "aish, que asco, lo siento".

Y de allí para adelante se volvió a repetir, pero esas veces siguientes no fue culpa de que Junhee corriera el rostro.

Múltiples veces Byeongkwan iba adonde estaba él y lo llamaba con un hyung; cuando él se daba la vuelta, sentía unos labios en los suyos. El chico castaño le terminaba diciendo algunas palabras respecto a ensayar canto o baile y se iba, dejándolo rojo e ido.

Él no hacía más que seguir con su vida, porque aunque quisiera, no podía decirle a Yuchan o a Donghun porque eso era incorrecto para dos idols pertenecientes a Corea del Sur; pero quisiera o no, Junhee era homosexual y le gustaba Byeongkwan. Él no encontraba nada de malo en ello, pero toda la sociedad sí y eso de alguna forma le molestaba; pero sus ganas de ser idol eran mayores a ser aceptado por la sociedad por lo que era, mas no esperaba encontrarse con un chico que lo volviera loco con sólo una sonrisa en la misma banda en la que debutaría.

-Hyung -escuchó otra vez esa voz y ya se veía venir otro beso que lo llevaría a un séptimo cielo.

Sin esperar demasiado se dio la vuelta, y sintió los labios del castaño pegarse a los suyos, siendo más brusco que de costumbre y empujándolo contra la pared más cercana de su habitación. Las manos del menor fueron a su cintura y los dedos de las mismas se clavaron, haciéndole jadear confundido. Byeongkwan lo estaba besando, realmente besando, acariciando de forma algo brusca sus costados.

Junhee se sintió descolocado unos segundos, pero luego correspondió con la misma pasión que sentía plamada en el beso de Byeongkwan. Sostuvo el cabello del contrario con fuerza, juntando más ambos cuerpos, sintiendo la necesidad de unir a ambos por el mayor tiempo posible. Sintió a Byeongkwan separarse un poco y apenas tuvo tiempo de respirar cuando esos labios volvieron a pegarse a los suyos.

Las manos que tan posesivas sostenían su cintura viajaron a sus piernas y por autoreflejo Junhee enredó sus piernas en el cuerpo de Byeongkwan. No tenía la menor idea de si él soportaría su peso, pero al parecer lo hacía perfectamente, porque simplemente le seguía besando y acariciando sus piernas descubiertas.