Parte 1

437 25 2
                                    

Entré en el club aflojándome la corbata. Había sido una jornada intensa de negocios en La Habana y ahora deseaba disfrutar por un poco de la noche cubana. Era la primera vez en ese país y en el hotel me habían hablado de un club donde se vivía la auténtica noche caribeña de bailes latinos y buenas mujeres. Justo lo que necesitaba para despejarme.

Nada más entrar me inundó la música propia del lugar. Un grupo de hombres acompañados por una voz femenina y sensual tocaban encima del escenario. En la pista de baile varias parejas moviéndose con total libertad.

Represent! Represent Cuba! Es tu música...

Me acerqué a la barra y pedí dos tequilas, ambos para mí. Me los bebí del tirón y luego pedí un whisky solo para beber más tranquilamente. Me giré para observar mejor a la gente bailando, buscando una mujer con la que pasar un buen rato... cuando me fijé en los movimientos sensuales de una mujer en especial.

Ven que te quiero cantar de corazón así... la historia de mis raíces...

Llevaba un vestido ajustado color rojo intenso, bastante corto, con cierto vuelo para que la falda se moviera al ritmo de sus caderas. El escote de la espalda era tapado a veces por su largo pelo castaño claro que en las puntas se aclaraba.

Noté enseguida cómo mi garganta se secaba. Deseaba que se diera la vuelta para ver si era realmente bella. Y como si hubiera oído mis pensamientos, comenzó a girarse lentamente...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bailaba sensualmente envuelta en el ritmo de la música cuando sentí una mirada fija en mí, que consiguió erizar mi piel. Era una sensación que sólo había sentido hace ya varios años...

Me giré atraída por esa sensación y mi sonrisa se congeló al descubrir que el culpable de esa sensación era precisamente el mismo hombre que lo había conseguido hace años. Mi cuerpo seguía respondiendo a esa mirada profunda de ojos color miel.

Otro país, otra ciudad... pero la misma mirada felina.

Él parecía igual de sorprendido que yo. Era algo obvio... ambos éramos de México, nos habíamos conocido en México, nos habíamos enamorado en México, nos habíamos dicho adiós en México... ¿Qué hacíamos ahora encontrándonos en Cuba?

Javier me despertó de mis pensamientos, cogiéndome de la cintura y dándome una vuelta sobre mí misma, siguiendo bailando conmigo:

-¿Pasa algo? -acercándose a mi oído- Has dejado de bailar...

-Un fantasma del pasado...

-¿Eh?

-Discúlpame, voy a tomar algo de aire

-¿Te acompaño?

-No hace falta, gracias

Y salí deprisa de allí, evitando la mirada de Christopher. Me metí en el baño de señoras y una vez allí, me eché agua en la cara procurando no estropear mi maquillaje y también mojé mis muñecas. Suspiré y decidí salir. Las cosas habían cambiado, los años habían pasado y ahora ya no era la veinteañera romántica que soñaba con una vida idílica a su lado. Ahora ya era una mujer adulta y decidida, y debería empezar a comportarse como tal.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La vi dejar de bailar y dirigirse hasta el baño. No pude detenerla, así que esperé paciente a que saliera del baño.

Se sorprendió al verme apoyado en la pared. Dios... estaba aún más linda de cerca... Había cambiado su característico pelo rojo intenso por una tonalidad de castaño mucho más natural, pero no había perdido ni un ápice de atractivo. Seguía teniendo esas curvas que me habían vuelto loco hace años y que ahora ese ajustado vestido no me dejaba pensar en otra cosa.

-Hola -dije sin saber bien cómo romper el hielo

-Hola...

-No esperaba...

-¿... encontrarme aquí? -terminó mi frase- Ya somos dos...

Fue a irse cuando la cogí del brazo y la giré sobre sí misma, acorrándola contra la pared.

-¿Y no sientes curiosidad? -dije con una voz ronca- El destino ha vuelto a cruzarnos...

-¿El destino o una pesadilla?

-Oh, vamos, Dulce... por los viejos tiempos... una copa, al menos... o un baile...

-¿Un baile? -se rió- A ti nunca te ha gustado bailar...

-... pero siempre me gustó verte moverte sensualmente... tanto en la pista de baile... como en mi cama...

-Sigues siendo un creído -librándose de mis manos en su cintura- que piensas que voy a caer rendida a tus encantos...

-Ya caíste una vez, cariño

-Era joven e ingenua, no me lo recuerdes -y se fue, dejándome sin palabras y sin aliento

La seguí... esta vez no iba a perderla...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

No podía negar que volver a verlo había derrumbado las murallas que había puesto en su corazón. En los siete años que habían pasado separados, no había tenido más que aventuras pasajeras con hombres sin llegar a entregarme al completo. Todo por su culpa...

Había creado una cicatriz en mí demasiado dolorosa.

Salí a la terraza del club. Estaba solitaria y poco iluminada. La gente se divertía en el interior. Deseaba poder divertirse igual que ellos, teniendo una noche tranquila... quizás acostándose con Javier, el guapo cubano que había conocido en ese mismo club dos noches atrás y con el que tenía una química increíble bailando.

Sentí algo de frío y me acaricié la piel de mis brazos, cuando sentí una chaqueta posándose en mis hombros. Le miré, sabiendo perfectamente que me había perseguido. No iba a dar por vencido, jamás.

-Hace frío -dijo una obviedad como si no supiera de qué hablar conmigo

-¿Qué haces aquí... en Cuba? -le pregunté sin poder evitar mi curiosidad

-Negocios... ya sabes. Quise despejarme un poco y en el hotel me hablaron de este sitio. ¿Tú vives aquí?

-¿En La Habana? No... realmente no vivo en ningún sitio, me voy moviendo a mi antojo

-Te has vuelto una nómada -sonrió- ¿Escapando de algo?

-Escapando de ti... pero ya ves, no tengo suerte -acercándome a él

Él sonrió y casi me derrito. No había sido buena idea provocarle acercándome a él. Christopher aprovechando para cogerme de la cintura. Por un momento pensé que iba a besarme cuando acercó sus labios pero fue una decepción cuando los llevó hasta mi oído para susurrarme:

-Baila conmigo, luego podrás escaparte de mí...

Hipnotizada por sus palabras, deslicé su chaqueta hasta el suelo y empecé a moverme siguiéndole. La canción parecía perfecta para nosotros esta noche.

Havanna... ooh-na-na...

Half of my heart is in Havanna, ooh-na-na

Me sorprendí al ver que había mejorado sus pasos de baile, ahora se movía con descaro y naturalidad. Estaba irresistible con la camisa algo desabotonada y remangada, y la corbata desaflojada.

There's something about his manners... Havanna, ooh-na-na

He didn't walk up with that "how you doing?"... (when he came in the room)...

He said there's a lot of girls I can do with... (but I can't without you)...

La canción terminó con nosotros dos muy cerca, con nuestros labios rozándonos, y las respiraciones agitadas.

Fue en ese momento cuando supe que había vuelto a caer en sus redes, cuando supe que deseaba que me hiciera suya en su lujosa cama de hotel... o en la misma playa... No me importaba el lugar, con tal de que fuera con él.

Como si adivinara mis pensamientos, me cogió por el cuello, terminando de acortar nuestra distancia y besándome de manera apasionada, con todo el deseo de estos siete años separados.

Take me back to my HavanaWhere stories live. Discover now