Me doy cuenta de que... (parte II)

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-¿Qué?

-Bueno, así es como todos le decimos aquí... -dijo él empezando a andar

-¿Todos? ¿hay más? -pregunto mientras lo sigo

-Si -responde riendo- hay muchas personas, solo que no suelen frecuentar los bosques,solo algunos, la mayoría está en el pueblo

-¿Y tú sabes cómo llegamos aquí?

-Nadie lo sabe con certeza, solo se que de algún modo venimos aquí mientras dormimos, y luego nos vamos al despertar

-No comprendo, ¿cómo es eso posible? ¿quieres decir que ambos estamos durmiendo en este momento?

-Si

-Pero...

Él se detiene de golpe y hace un gesto de silencio con la mano, estamos en una entrada al bosque, una especie de pasillo natural creado por los árboles, pero a diferencia del valle en el que estábamos, esta parte está muy oscura, apenas se puede distinguir el camino... allí no hay luciérnagas y las copas de los árboles tapan la luz de las estrellas

-No debemos hablar mientras pasemos por ahí -susurra

-¿Por qué? - digo, en el mismo tono

-Es peligroso, no hables y aún más importante no mires hacia arriba

Él comienza a internarse por el sendero, miro a mi alrededor sin saber que hacer, pero al parecer no tengo opción y decido seguirlo

Llegó a su lado, mi compañero  tiene una expresión seria y mantiene la cabeza gacha, lo imito

Caminamos, siempre mirando hacia el suelo, sin decir palabra, al cabo de unos minutos (que me parecieron horas), alzando un poco la mirada, creo distinguir ver luz

Siempre me he considerado una persona muy sensata, pero esta vez, la curiosidad me ganó y decidí mirar hacia arriba...

Me detengo de repente, y veo con horror, una criatura, parecida a una gárgola, agarrada con unas enormes garras a la rama de un árbol, me mira fijamente con ojos saltones y casi inmediatamente, lanza un atroz chillido y empieza a volar justo encima de nosotros

- ¡Corre! - grita mi compañero

Pero al dar un paso, caigo en el suelo, sin poder realizar un movimiento

Mi compañero me mira preocupado y se agacha a mi lado, mientras saca un collar con un pedernal que estaba por debajo de su camisa, e intenta prender fuego a la punta de una rama, recuerdo lo que él me dijo la noche que lo oí por primera vez "¿no sabes que el miedo te paraliza?, lo único que puedo hacer es ver como una bandada de esas criaturas se agrupan y vuelan muy cerca de donde estamos, una de ellas se posa enfrente de mi y chilla de manera estrundente

Mi compañero lo golpea con una ramas, la bestia se aturde por el golpe, pero solo provoca que se enfurezcan todavía más

El chico intenta desesperadamente provocar una chispa, y finalmente lo logra, utiliza una rama con antorcha y la sacude en dirección a las criaturas, estas huyen despavoridas, tropezandose unas con otras

Escucho una risita infantil

- Uff, por poco -dice mirándome con una sonrisa - A ver... - dice observandome - respira profundo e intenta calmarte

Hago lo que me dice, y logró empezar a moverme poco a poco, hasta que puedo levantarme

- Aún no estamos seguros, debemos irnos de aquí, pueden volver pronto

Corrimos hacia la salida, y llegamos a un valle aún más hermoso que el anterior, pero esta vez,  a poca distancia se distinguía el pequeño pueblo que ví desde la colina

-Vamos - dice el chico con una sonrisa

 Y empezamos a andar en dirección hacia el


El país de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora