¡Buenos días, profesor! »Yoonmin«

29: • Cupcakes •

—¡Chicos, el profesor Min volverá a dar clases! —exclamó con felicidad el pelirrojo con una sonrisa en el rostro.

Todos se sorprendieron y alegraron al mismo tiempo, a pesar de que había sido su profesor por un corto periodo, fue suficiente para tomarle cariño.

Jimin, estaba mas que feliz por esta noticia, por fin podría tener de vuelta las clases que tanto amaba, o mejor dicho, la persona que tanto amaba.

Se le ocurrió una gran idea para darle una bienvenida idónea a Yoongi, por lo tanto recurrió a uno de sus mejores amigos.

—Jungkookie, ¿sabes hacer pastelillos? —cuestionó apoyando su mentón en su palma.

El castaño se encontraba sentado a un lado con su celular en mano, ese juego que descargó hace poco lo estaba volviendo adicto. Tenía puesto solo un auricular blanco, estaba totalmente concentrado en la pantalla. Sin embargo, escuchó a Jimin con claridad.

—Los hice una vez, pero ya olvidé como hacerlos —soltó una pequeña risa.

—¿Fue acaso para tu novia? ¿Cómo se llama? ¿La conozcco? —Jimin sonreía con una mirada pícara.

—No, los hice para una persona mas especial. En un día muy importante —aclaró el castaño sin despegar su mirada de la pantalla.

—¿Tan importante es? ¡No pensé que tuvieras novia! Yo solo estaba jugando.

—Los hice para mi mamá, el día de las madres —sonrió al final.

Lo que dijo el castaño hizo que Jimin sufriera un ataque al corazón de tanta ternura, se acercó al menor para abrazarlo con fuerza y decir varias veces "Que lindo eres".
Jungkook gritaba que lo soltase pues perdería la partida.

Taehyung escuchó accidentalmente la pregunta que hizo Jimin e inmediatamente se acercó al par.

— ¡Yo conozco a alguien que hace muy buenos pastelillos! — asentía con la cabeza lentamente.

Jimin soltó al castaño quien sin dudarlo regresó toda su atención a su juego, mientras que Park acercó su pupitre al de Taehyung para escucharlo.

—¿Quién es? —preguntó con curiosidad.

—Suyeon, la chica que va conmigo a clases de fotografía —sacó su celular para mostrarle la foto de perfil de la mencionada chica y continuó —¿La conoces?

—Me parece que la he visto, pero no se Taehyung, nunca le he hablado — hizo una mueca de inconformidad.

—Entonces es una buena forma de hablarle, es muy amable y estoy seguro que si le pides que te enseñe, lo hará —sonrió cerrando sus ojos a la vez que asentía —Es verdad, ¿para quién harás los pastelillos?

—No son para nadie, solo quiero aprender a hacerlos.

A pesar de que Jimin no sabía mentir, el tierno amigo de sonrisa cuadrada era tan inocente que no podía percibir cuando alguien mentía.

—Si logras hacerlos, ¿me darías algunos? —sus ojos brillaban con mucho anhelo.

—Claro que si amigo, gracias —sonrió por la tierna actitud del contrario.

—♥—

Faltaban solo unos minutos para que las clases llegaran a su fin, el chico se tomó todo el día para pensarlo y decidió tomar el consejo de Taehyung.

Todos guardaban sus cosas en sus mochilas, Jungkook sacó sus auriculares y se los puso dispuesto a escuchar musica para el camino de regreso a casa.
Normalmente siempre se iba junto con Jimin, por lo que estaba esperando pacientemente a que el chico terminara de guardar sus útiles.