La Radio

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  Larry, es un músico de Jazz que vivía en el pueblo de Holmes Chapel, un pueblo de Inglaterra. Larry vivía solo en una casa muy acogedora, vivía su sueño, trabajaba en un club de Jazz como pianista y vocalista del lugar, tenía su casa soñada, con su propia habitación que usaba como estudio para crear y ensayar sus canciones con su banda. Aunque vivía solo era muy feliz, vive de su pasión y cumpliendo su sueño.

Larry tenía una gran cantidad de instrumentos, casualmente estaba encerrado en su estudio de día y de noche. Iba con sus amigos de la banda a tocar en el club de jazz los sábados y domingo por la noche

Una mañana estaba Larry y su banda ensayando en el estudio de su casa, tenían que tocar el domingo por la noche, después de un par de horas de ensayo decidieron tomar un descanso.

- Creo que practicamos un par de veces más las canciones y estamos listos para esta noche- dijo Hozier, el trompetista.

- Perfecto... ¿Queréis un café?- dijo Larry mientras entraba en la cocina. Todos aceptaron, Preparo el café, los sirvió en las tazas y lo entregó a sus amigos.

-Larry- me llamo Jason, el saxofonista, que se levantaba y venía caminado hacia el sillón en el que estaba Larry

-¿Que pasa Jason?- decía Larry sonriendo mientras se movía en el sillón para darle espacio a Jason para sentarse.

-¡Por fin he conseguido la canción!- decía con unas notable alegría en sus facciones- ¿ podríamos tocarla la próxima semana en el club?-

-Por supuesto, puedes pasarte luego la canción por internet, la practicaremos a partir de mañana- dijo Larry antes de seguir bebiendo el café.

-Sólo hay un pequeño problema- Larry miró confusamente a Jason esperando a que prosiguiera en su explicación- La canción es era de mi abuelo, la grabo y ahora está grabada en un cassette, será difícil buscar un lugar para escucharla-

-¡No hay problema!- exclamó Edward, el baterista, acoplándose a la conversación- Te puedo prestar un radio-casette viejo que tengo en el garaje.

-Oh, gracias, eso seria perfecto- exclamó Jason.

-Te lo entregaré mañana después del concierto- Dijo Edward dejando su taza en la mesa del centro del salón.

-Esta bien, muchas gracias Ed- dijo Larry sonriendo mientras todos volvían al estudio para seguir ensayando.

Como Edward había dicho después del concierto fuimos a su casa y me entregó una vieja radio, era negra, grande y pesada. La lleve a mi casa y la coloque en la mesa del centro del salón.

La enchufé y prendió la radio, al principio salía un ruido extraño, luego se normalizo y introdujo el casette que le había entregado Jason ayer después del ensayo.

La canción que había compuesto el abuelo de Jason era realmente increíble, ese señor tenía un increíble talento, al igual que su nieto. Larry escucho toda la tarde la canción, por la noche antes de irse a dormir, apago y desenchufo la radio.

Era medianoche mientras Larry dormía cuando un sonido de una canción muy lenta sonaba en el salón. Larry se sobresaltó un poco, salió de su habitación y cuidadosamente se acercó a donde provenía la música.

La música provenía de la radio, obviamente.

Era muy extraño ya que Larry estaba muy seguro de haber apagado la radio, después de razonar, se acercó a desconectarla, pero la radio estaba desconectada y apagada pero la canción seguía sonando. Después de su sorpresa pensó rápido, el sonido era insoportable, el volumen estaba muy alto, así que intento sacar el cassette, pero no había ninguno. Antes de poder reaccionar la canción se detuvo.

Al no saber qué hacer intento volver a dormir y simular que nada había pasado, que era todo una mala jugada de su imaginación por no haber dormido bien. Luego de dos horas, volvió a sonar la misma radio. Pero esta vez no era una canción. Era la voz de una mujer que decía algo en otro idioma. Era algo realmente escalofriante.

 Muy asustado, Larry se levantó corriendo a la sala, de nuevo el sonido provenía de la vieja radio cada vez la voz era mas rápida y se escuchaba muy alto. La desesperación era muy grande, Larry estaba paralizado del miedo, la radio sonaba sola, reproduciendo el sonido de una mujer hablando en un idioma extraño que no podía identificar. Al no saber qué hacer y el miedo no lo dejaba pensar bien cogió la radio y se tiró con fuerza al suelo con esperanza de que esta se rompiera, pero la radio no sufrió ni el más mínimo rasguño y seguía sonando más fuerte.

  Ya no sabia que hacer, Larry cogió la radio y salio de su casa, no sabía adónde iría o que haría pero tenía que deshacerse de ese molesto sonido. Corrió hasta unas dos cuadras lejos de su casa, con la radio aun sonando, la dejo al lado de la basura, la radio dejó de sonar. Así que volvió  a su casa.

 Más calmado entro al salón y ahogó un grito de horror cuando la misma radio que había dejado en la basura estaba de nuevo en la mesa del salón , miro a ambos lados, y corrió hacia ella, antes de acercarse, la radio emite a todo volumen es sonido de unos horribles gritos y llantos de sufrimiento que parecían ser de unos niños, este sonido era más horrible que el de la canción y la mujer hablando, los gritos eran cada vez peores en cuestión de segundos. La radio comenzaba a parpadear en colores . Larry volvió a coger la radio, sin soportar el terrible sonido, corrió hasta llegar a la casa de Edward, tocó desesperadamente la puerta cuando su amigo salió todo adormilado ya que eran las 2 a.m. Se sorprendió mucho al ver el estado en el que se encontraba su amigo, pero antes de que pudiera decir algo Larry comenzó a gritar.

-¡Toma la radio! ¡No la quiero más! ¡Tienes que deshacerte de ella!¡está poseída!- gritaba Larry mientras le entregaba brutalmente la radio en los brazos de Ed.

-¡Oye tranquilo! ¿Qué sucedió?- dijo Edward muy preocupado intentando calmar a Larry.

-¡Esta poseída, se enciende, emite voces, gritos!- Larry seguía muy agitado y asustado

-Esta bien, cálmate, yo me ocuparé de la radio ve a descansar, ¿Quieres entrar y hablamos mejor?- dijo Edward dejando la radio dentro de su casa.

-¡No! ¡ no quiero estar cerca de esa cosa nunca más! ¡quémala!- Larry gritaba, no podía calmarse, sus facciones emitían terror y desesperación, estaba temblando y tenía los ojos muy abiertos mientras retrocedía, tropezó y callo de espaldas, se levanto. Sin más salió corriendo en dirección a su casa.

 Larry luego de tranquilizarse, llegó a su casa, le fue un gran alivio ver que a radio ya no estaba. Reviso en todos lados, quiso ir a dormir, aunque sabia que esa noche no dormiría ni cinco minutos sólo intentaba olvidar que todo había sucedido y simular que todo era una alucinación, una broma, lo que sea, con tal de no pensar en lo que había sucedido. 

Larry luego de tranquilizarse, le fue un gran alivio ver que a radio ya no estaba. Ya no pudo volver a dormir esa noche después de lo ocurrido. de que todo fue una mentira o una mala jugada de su mente, alucinaciones, menos lo que acaba de pasar. Se acostó en su cama, todavía asustado, y todavía mas cuando escucho una  lenta melodía que provenía del salón... 

Pequeñas HistoriasWhere stories live. Discover now