Capítulo 3

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-Joder, quédate quieto y haz silencio maldito mocoso-Louis apretaba su mano encima de mi boca mientras trataba que me soltara-Si sigues así, nos van a descubrir-mordí su mano fuertemente y él al instante me soltó mientras maldecía bajo-¿Por qué coño hiciste eso?-susurró-

-Me estas aplastando-traté de empujarlo pero el me tomó de las muñecas y las puso detrás de mis espalda. Tragué saliva, estábamos demasiado cerca y no pude evitar ponerme un poco nervioso.

-Cállate-dijo cuando se empezaron a oír gemidos-Haz silencio, no nos pueden descubrir y si lo hacen, estaremos jodidos-asentí. No fue buena idea venir aquí para supuestamente para acusar a Louis con el director.

Cuando volteé mi rostro para ver por el espacio que había entre las dos puertas del pequeño armario, vi como el director estaba con una señora y se estaban besando. Sentí unas manos en mis ojos y di un pequeño saltito.

-Esta escena tiene contenido para mayores de 18 años, rizitos-sentí su aliento caliente en mi oído, me hacía cosquillas

-Créeme, tampoco quisiera ver eso. Además...-sentí como algo pasó por mis piernas y di un pequeño saltito provocando así que se cayeran unos cartones.

-Idiota-dijo Louis soltándome bruscamente y haciendo que mi espalda chocara con la pared. Mordí mi labio para no soltar ningún quejido.

-¿Q-quién anda ahí?-ambos volteamos y nos dimos cuenta que el director estaba acercándose.

-Espera-escuchamos una voz femenina, supuse que era la de la señora-Mi esposo está yendo a la casa, Rick, tengo que irme rápido. Además tu esposa puede estar enojada, son las 6 de la tarde, vámonos.

-Bien, yo te llevaré a tu casa.

Después de un rato escuchamos como la puerta se cerró, iba a salir pero Louis me tomó de la cintura.

-No, esperemos un rato-Asentí leve sin mirarlo. 

Después de unos cinco minutos ambos salimos del armario. Louis se aseguró que no hubiese nadie por ahí y me hizo una señal para que salga, y eso hice.

-Todo lo que sucede por tu jodida culpa

-Nunca te dije que me siguieras-bufé.

Caminé más rápido pero esta vez a la salida, cuando tomé la manija de la puerta, esta no abría, seguí intentando hasta que Louis volvió a hablar:

-Ahora, ¿Qué coño sucede?-me empujó haciéndome a un lado y ahora él estaba tratando de abrir la puerta-Tiene que ser una jodida broma-siguió intentando abrirla pero fue en vano-Vamos al gimnasio, ahí está la otra puerta para salir

-No, recuerda que el conserje la cierra a partir de las 6 de la tarde y ya son las 7-suspiré y saqué mi teléfono para tratar de llamar a alguien. Me di un golpe en la frente cuando vi que no tenía batería-Estúpido celular-miré a Louis el cual tenía sus manos enredadas en su cabello-¿Ahora que haremos?

-Esto-me miró-Cada quien irá por su jodido camino, piérdete, ahógate, muérete, no lo sé pero no te quiero cerca mío-empezó a caminar alejándose de ahí.

No dije nada más, mordí mi labio y caminé hacia uno de los salones. Cuando entré en uno me senté en el suelo apoyándome en una de las paredes. ¿Por qué me tenía que tratar así? Yo no le he hecho nada, ni siquiera lo he visto antes, a penas hablo con él y cada vez que lo hago siempre recibo una ofensa de parte de él. Definitivamente esto es igual que a mi anterior instituto, soy la basura que todos pisotean. 

Limpié mi mejilla cuando sentí unas lágrimas caer por estas.

-Niño, necesito que... ¿Qué sucede?-pegué un pequeño saltito a escuchar la voz de Louis y volteé mi rostro hacia el lado contrario de donde este se encontraba

Una Maldita Apuesta (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now