Capítulo 9

7.2K 501 35
                                    

El siguió conduciendo, pude ver cómo a veces apretaba de mas la mandíbula, cuando dijo que no sería nada lindo debía ser en serio, el se veía demasiado afectado.

-Emma...

-¿Qué?

-Te mostraré la verdad con una condición.

-¿Cuál?

-Escapate conmigo, solo una semana, solo estará conmigo si quieres, salir, comer, no tenemos que hacer nada que no quieras, por favor-

Ese último por favor lo había dicho con dolor, tratando de encontrar un sí que calmara su angustia.

-Esta bien.

¿En qué me estaba metiendo yo? Ni yo misma lo sabía.

Después de eso, llegamos a una gran casa blanca, con un portón negro afuera y muchos guardias.

¿Que era esto?

El conduce hasta el portón baja el vidrio, hace una seña y lo dejan pasar.

¿Que había dentro?

¿Sería los suficientemente fuerte para saber esto?

No sabía nada, no sabía ni siquiera si en verdad quería estar aquí.

Estacionó el auto y me miró, trago fuerte y empezó a hablar.

-El día...de tu accidente, en la clínica, llegó tu ma...Abigail, habló conmigo Emma, me advirtió que me tenía que alejar, sino lastimaron a Emily pero Emma ¿Sabes algo? No me importo, no la creía capaz de lastimar a una niña inocente.

-¿Qué pasó con Emily? Alex.

-Le dije que no me alejaría de ti,  que dejara esa absurda idea. Al otro día iba camino al hospital, recuerdo ese día todos los malditos días de mi vida, es como un despertador.

~Iba entrando al hospital, cuando veo que meten a una niña, pálida en un camilla corriendo, yo al principio solo voltee y ví un reflejo, pero al darme cuenta después de cinco segundos, era Emily, era ella Emma, si le había hecho daño y mucho. Empecé a correr hasta que estuve a su lado, su cuerpo estaba pálido, sangre salía de su cabeza, su nariz, era mi niña. Yo estaba a cargo de ella, Emma y no pude hacer esa maldita tarea, no.

Dijo para después bajarse del auto y empezar a golpear los vidrios.

Me baje rápidamente y lo abrace, separandolo de ahí.

-No Alex, no, no te hagas daño- el respiraba con fuerza y sus manos sangraban.

-Entro a operación, luego cuidados intensivos, Emma yo no queria dejarte, te lo juro, pero en el momento que la vi a ella supe que no podía ser tan egoísta, a ti te hacía daño, con mis actos imbéciles, le hacía daño a ella poniendo mis felicidad antes que nada. No salía nada bien, tú estabas mal, ella estaba mal. No encontré otra solución que alejarme de ti, era un adolescente, no tenía poder para evitar el daño de Abigail pero tampoco podía dejarte, cuando aún tampoco podía quedarme. Te amaba como un loco Emma, te amo como un maldito loco Emma.

~Soy un maldito egoísta al venir cuando ya estás formando tú vida, pero así soy, hice mi vida económicamemte hablando, soy un multimillonario poderoso pero tú me haces falta, ahí, conmigo. En mis sueños yo siento cuerpo como si estuvieras ahí, no duermo Emma, puedo dormir cuatro horas cuando mucho. Por favor perdóname.

Dijo el mientras se agachaba y sus lágrimas salían, las mías no se quedaban atrás, estaba llorando por su dolor, por el mío, por lo injusto que había sido todo, por Emily, siendo un daño colateral.

-¿Dónde...don...Donde está Emily?

-Esta es la peor parte- dijo tensandose.

Tomo mi mano y empezó a caminar a la casa, entramos y todo era como lo imagine, extremadamente banco y negro, extremadamente limpio, todo era hermoso pero faltaba algo, le faltaba algo único, no sabia que era, pero sabía que faltaba.

Subimos unas escaleras y mis manos sudaban, tenía que en cualquier momento cayera mi mano por el sudor.

Caminamos por un pasillo hasta llegar a un cuarto, el se paró y se tenso mucho más.

Lo abrace por detrás y le dije suavemente.

-Alex...estoy aquí y no me pienso ir, confía en mí- dije acariciando su abdomen, el se tranquilizó y entro.

Yo entre lentamente, tenía miedo de lo que vería a continuación.

Emily estaba ahí, sus pequeños ojos cerrados, cables alrededor de ella, una máscara que la ayudaba a respirar, su cabello arreglado como siempre, su piel pálida, sus venas se notaban mucho más. No era ella.

Tape mi boca y empecé a llorar desconsoladamente.

-¿Qu...Que pasó?

-Entro en coma, no ha despertado. Pero se que lo hará, algún día, volverá conmigo.

-¿Tiene..tiene cuatro años así?

-Cuatro años, seis días, dos horas, nueve minutos y segundos contando.

Lo miré y pude ver cómo sus lágrimas bajaban por sus mejillas, sus ojos demostraban una tristeza inexplicable.

-La extraño, Emma.

Corrí a sus brazos, le di un abrazo, el me devolvió el abrazo.

-Sigo siendo el mismo maldito egoísta, debería dejarla ir y que descanse como a ti, debería dejarte ir con él y que seas feliz no es que estés con un maldito egoísta que lo que hace es dañarte.

-Alex, no eres un egoísta, no lo eres, no digas eso. No más.

-¿Tu...tú me odias? Emma.

-No podría odiarte, por más que lo desee y anhele, pasarán mil estrellas fugaces y desearé odiarte pero entre esas mil, una de ellas me da el deseo de seguirte amando y esa es la única que se cumple.

-Emma...no te vayas, no ahora.

-No me iré, no más. Alex.

-Emma.

-¿um?- dije mientras lo abarazaba y aspiraba ese aroma.

-¿Me perdonas?

-No hay nada de que perdonarte, Alex.

-Te amo como a nadie, nena.

-Y yo a ti, Alex, mucho.

*************

Corto pero es la continuación del otro. Espero lo disfruten mucho.

Dejen sus comentarios y si les gusto no videntes la estrellita. Mañana trataré de subir dos más.

Soy Tuya (Segunda parte de NSC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora