Dulce Pecado

Cataclismo

Se quedaron alrededor de tres horas esperando que alguien pasara por esa desolada carretera para ayudarles, la idea de ir en un camión que transportaba aves para la venta en supermercados en verdad que hasta a Marinette ya no le parecía tan mala. Para suerte y alivia de todos ellos, un alma piadosa les ayudo.

Para cuando recorrían ya calles familiares, el cielo estaba cubierto por la noche... dejaron a Alya y Nino en su casa, para después ellos dirigirse a la mansión.

Durante el resto del camino, Marinette y Adrián no dijeron palabra alguna, la azabache aun no dejaba de pensar en lo sucedido ese fin de semana y mentalmente no dejaba de autocastigarse, Adrián por su parte solo la miraba de reojo le sabia mal el hecho de suponer las cosas que pasaban por la cabeza de Marinette; Tikki y Plagg tampoco se decían nada, este último seguía muy sumido en sus pensamientos. En una noche se enteró de muchas cosas que el intento recordar durante siglos, no estaba molesto con Tikki por ocultarle la verdad, solo que no podía digerir tanta información.

Al llegar a su habitación Marinette lo primero que hizo fue tirarse sobre la cama, estaba completamente cansada tanto que quedó dormida muy rápidamente, su esposo no tardó en hacer lo mismo a su lado; como ya era costumbre de los kwami salieron dejando a la pareja solos.

-Entonces...¿Cuándo diremos la verdad? –Plagg miraba a Tikki de brazos cruzados, ella evitaba mirarle a la cara.

-Aún es muy pronto, además...

-No entiendo por qué das tantas excusas Tikki, Marinette ya está embarazada, el poder que por siglos buscamos para liberar a Nuru ya está creciendo dentro de ella ¿Qué más hay que esperar?- Tikki le miro, no una mirada seria, tampoco una tranquila, a Plagg le dio la impresión que en esos momentos poco le importaba lo que le tuviera que decirle.

-¿Crees que eso lo va ayudar? – Pregunto.- ¿Crees que ese niño lo va a liberar?- ahora no entendía nada, se supone el máximo poder liberaría a Nuru ¿Por qué ahora lo pone a tela de juicio?

-Hasta ahora solo te vas por las ramas, no eres directa Tikki y lo sabes, no eres así ¿Qué más me estas ocultando?

-Realmente lo que tu deseas saber es porque ellos son los elegidos...-la pelirroja clavo su mirada azul sobre la verde.- a lo largo de los siglos, después del cataclismo buscamos portadores que tuvieran una cierta conexión con nosotros, Egipto, Inglaterra, China, entre otros hasta llegar a este punto, todo para encontrarnos nuevamente, no me refiero a nosotros dos, tu y yo nunca tuvimos la necesidad de encontrarnos nuevamente siempre estamos juntos.

-¿Entonces?

-Ya lo dije hasta encontrarnos, es difícil de explicar pero en palabras más sencillas... encontrar esos cuerpos que murieron hace siglos, Marinette y Adrián son nuestra otra mitad, somos ellos y ellos son encarnaciones.

Plagg abrió los ojos con sorpresa, Adrián era su encarnación su otra mitad... aún seguía sin comprender mucho, lo entendía y al mismo tiempo no.

-Eso quiere decir que Nuru ya encontró a su encarnación.- la pelirroja asintió. Tras de ellos escucharon el sonido de unos aplausos, desconcertados se giraron rápidamente. Un chico que aparentaba casi la misma edad que ellos de cabello plateado y ojos lilas que comenzaba a salir de las sombras, en su rostro reposaban una sonrisa ladina.

-Entonces el gato ya sabe la verdad mi querida Tikki.

-Nuru...- dijeron ambos con molestia en la voz, Plagg se colocó frente a la pelirroja protegiéndola de la mirada de aquel kwami.

-¿Qué haces aquí?-ordeno saber el gato negro.

-¿Yo? Pues que pregunta amigo mío, literalmente yo vivo en esta mansión así como ustedes y sus portadores.- ambos abrieron los ojos con sorpresa.