Capitulo 11

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Sigue narrando Madre:

Sábado, día del exorcismo:

Toda la familia salió a recibir al sacerdote afuera de la casa. Algo andaba mal.

Cuando el sacerdote iba a entrar a la casa, todas las entradas se cerraron. Enseguida el cielo se oscureció y el padre empezó a rezar para poder debilitar a satanás, más conocido como diablo.

La puerta principal de la casa se abrió, dejándolo entrar a él, a mi marido y a mí. Cuando iba a entrar mi hijo la puerta se cerró con mucha fuerza.

De prisa fuimos a la habitación de Aida, no esperaba encontrarla en esa situación. ¡Mi hija estaba en la pared! ¡No estaba tocando el suelo!

El sacerdote le ordenó que bajará llamándola por el nombre de satanás.

Luego él dijo: "¡Ayúdenme a amarrarla!"

Fue entonces cuando mi hija, o lo que sea que este dentro de ella dijo: "Suéltame cura, tú no eres nadie para amarrarme"

Fue voz era espantosa y diabólica.

El cura, padre o sacerdote, como lo quieran llamar nos ordenó que no habláramos ni hiciéramos ruido mientras el realizaba el exorcismo.

Nos dijo, a mi marido y a mí, que todo lo que digiera o hiciera el demonio o satanás, como él lo llamo, era mentira. Que no le iba a hacer daño a nuestra hija.

Y así fue como comenzó el exorcismo.

Yo solo quería que todo acabara y poder tener a mi niña devuelta.

Satanás y el exorcismo de AidaWhere stories live. Discover now