Parte 1: En el sueño equivocado.

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"Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.

No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destino."

Serían las 6:00 de la tarde en la Cuidad de Hosu, sobre ella se extendía un bello atardecer; todo parecía funcionar bien, el trafico habitual, personas saliendo del trabajo y contrario a estos, algunas familias ya estaban recogidas en sus hogares.

Pero, como suele pasar en las grandes ciudades, el crimen está a la orden del día y mucho más a esas horas, cuando la oscuridad lo cubre todo, cuando los delitos son ahogados en aquella penumbra. Por suerte, los estudiantes de la clase 1-A de la U.A. se encontraban patrullando sobre la cuidad, divididos en grupos que vigilarían los diferentes distritos de esta, claro estaba que en caso de encontrarse con una situación que no pudiesen sobre llevar, pedirían apoyo a los equipos cercanos. Tanto Aizawa como All Might se encontraban pendientes de los movimientos de sus jóvenes estudiantes.

Un crimen se había cometido, una niña mendiga había entrado a una panadería, cuando a esta habían caído demasiados clientes, pudiendo así perderse entre el tumulto de gente.

- ¡Hey! ¡Ladronzuela vuelve aquí! – Exclamo colérico el dueño de la tienda al ver a la pequeña sobre el umbral de su negocio con la barra de pan en sus manos - ¡Que alguien la detenga! – Dijo una vez sobre la entrada del local, pero la pequeña ya le llevaba ventaja.

- ¡¿Qué sucede?! – Se acercó un rubio de cabellera punteada y ojos color sangre junto a un chico de expresión seria, padecía de heterocromia, su ojo derecho era de un frio gris, mientras su ojo izquierdo de un penetrante turquesa. Al igual que sus ojos, su cabellera se dividía en dos colores, el lado derecho era un pulcro blanco y su lado izquierdo de un flamante rojo.

- ¿Son héroes? – Dijo aquel hombre, dudaba de ello por lo joven que lucían.

- Somos estudiantes de la U.A. estamos patrullando la ciudad – Explico el mitad albino, el hombre parecía un poco más complacido.

- Rápido, una pordiosera me ha robado – Sin perder tiempo indico hacia la pequeña que corría en un intento de perderse entre la multitud.

- Nosotros nos encargamos – Sin perder tiempo el rubio salió tras la pequeña – ¡Vamos doble cara! – Gruño a su compañero quien le siguió hasta alcanzarlo.

- Podrías llamarme de una forma menos despreciable – Se quejó el chico, lo cual le extraño al rubio, normalmente el mitad albino siempre le ignoraba cuando le llamaba así.

- Deja de lloriquear y concéntrate en lo que importa – Respondió. La pequeña que seguían viro sobre un callejón, lo mismo hicieron ambos; encontrándose con una intersección de callejones pero al parecer, la pequeña no se encontraba - ¿Dónde se habrá metido? –

- Es probable que posea una Quirk – Dijo el mitad albino mientras caminaba hasta un gran tanque de basura y retirar la tapa –Vamos, sal – Pidió. Dentro se encontraba la jovencita, de algunos 9 años, de tez durazno y mugrienta, cabello castaño, despeinada. Ojos marrones y algunas pecas. Temblaba de miedo y se sobresaltó al ser descubierta. Lo que sucedería después fue tan rápido que los presentes muy apenas supieron que sucedió.

La joven salió de aquella gran caja metálica, emprendiendo un nuevo rumbo, mientras el joven con heterocromia caía de rodillas contra el suelo. El rubio se alteró e intento atrapar a la joven, pero esta le "ataco" lanzándole unas agujas de algunos 8 cm. De longitud, estas se clavaron en su brazo derecho que uso para cubrirse.

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⏰ Letzte Aktualisierung: Nov 23, 2017 ⏰

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