Capítulo 9

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Al ver el cuerpo de mi madre desplomarse mi mundo se detuvo por completo,donde estaba mi corazón ahora solo existe un enorme vacío. No siento nada, no quiero nada, solo deseo estar sola.

Deseaba tanto que esto solo sea un mal sueño y poder despertar pronto para verla, para molestarla y hacerla reír con las desgracias que me ocurrían a diario.Pero no, no era un mal sueño, era la maldita realidad. No entiendo que fue lo que sucedió, habiendo un millon de personas en el mundo,¿Por qué justo a ella? nunca había hecho enemigos, mucho mal trato mal a alguien.

La gente empezaba a llegar y dar sus condolencias, yo solo los observaba, ni siquiera me movia, solo estaba sentada mirando a un lugar fijo en la pared intentando asimilar lo sucedido.

Quería gritar hasta que mis cuerdas bucales doliera, golpear cosas y decirles a todos que ella estaba bien y que solo nos estaba haciendo una broma de mal gusto.

Sentí unos delgados brazos rodearme,levante la vista y me encontré con dos pares de ojos observandome con compasión.

—¿Qué hacen ustedes aquí?— Preguntó mientras vuelvo mi vista a la pared.

— Jamás te dejariamos sola, lo sabes— Asiento y ellas me abrazan.— Saltamontes, no sabemos muy bien lo que paso, ¿Nos podrias con...?,¡Auch!.¿Por qué me golpeas pendeja?—Michelle se soba su brazo derecho.

— No es momento de andar de curiosa—La mirada de Jess se clava en un punto fijo, observo lo que mira. Liam. Está  recibiendo a toda la gente mientras contiene las ganas de llorar, lo conozco, sé que necesita a alguien que este dandole apoyo.

—Ve con él — Suelto y Jess me mira confundida — Él necesita a alguien y tú eras la única que le agrada en este lugar— La veo dudar unos momentos — Estaré bien, tengo a Michelle—  Jess asiente y va a hablar con mi hermano.

Michelle se sienta a mi lado y se dedica a abrazarme en silencio. Me conoce tan bien  que sabe que lo único que necesito en estos precisos momentos es silencio.

No sé cuanto tiempo ha pasado desde que estoy sentada sin articular una palabra o hacer algún movimiento, mis músculos se comienzan a adormecer, necesito tomar aire. Me libero del abrazo de mi amiga y le aviso que saldre a fuera para despejar mí mente y estirarme un poco .Esquivo a todas las personas que hay en lugar, no quiero escuchar sus condolecias ni la pena que les doy.

La fresca brisa de la noche me golpea en el rostro. Subo la cremallera de mi chaqueta para evitar un poco el frío y me recuesto sobre la hierba húmeda por el sereno, no me importara que le frío del suelo traspasara mis ropas ni que después pudiera enfermarme. Puse mis brazos detrás de mí cabeza para sentirme un poco más cómoda, y  observe detenidamente el cielo nocturno, siempre me tranquilizaba un poco. Por mi mente pasaron millones de recuerdos con mi madre, pero uno en especial cuando tenía siete años.

La oscuridad de la habitación era aterradora, sin mencionar que mi imaginación se dedicaba a jugarme bromas pesadas.

Escuche un ruido aterrador, parecían enormes  pisadas, tal vez era un monstruo  Con mis pequeñas manos tome el borde de la sábana y la levante hasta que quedo cubriendo mi cuerpo por completo, estaba realmente asustada, y esta vez ni Jordan ni Liam podrían protegerme, ambos decidieron ir a un campamento de verano.

El miedo me estaba consumiendo. Algún monstruo debe estar en mi habitación,¿Qué hago?— ¡Mami, ayuda, el monstruo viene por mi!— Grité lo más fuerte que pude estando debajo de la sábana.

Segundos después la puerta de mi habitación se abrió y los rayos de la luz artificial iluminaron cada rincon del lugar. La delgada tela sobre mi cuerpo fue retirada lentamente, dejandome ver la cálida sonrisa de mi madre—Tranquila, mi niña, ya estoy aquí —Se sienta en la cama y me abraza—Siempre te protegeré —Sus palabras me reconfortaron, y todo el miedo que sentía abandono mi ser, me recoste sobre su regazo y bosteze.

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