Una Noche

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Tirado en el sillón, aburrido y medio dormido, así se encontraba Santiago. La fiesta era una terrible mierda y le faltaba su amiga, así que simplemente había pasado una hora entera en la misma posición. Su única compañía era una pobre flaca en su misma situación, que se estaba por ir.

No habían hablado en una hora porque los dos estaban muy cansados como para abrir la boca y entablar una conversación. Entonces, ella se sentó bien y empezó a observar el panorama, como si buscara algo. Santiago no le dio bola, total, ¿qué le importaba? La flaca sacó el teléfono y llamó a alguien, a los gritos porque la música era alta. Escuchó algo de que un pelotudo estaba ahí, y que viniera ya. Pasaron unos minutos, o horas, no tenía idea.

Y entró, como un tornado, uno a uno se fueron apartando para que el chico pase. Así de rápido como había entrado, encaró a un flaco y le encajó una cachetada que resonó fuerte.

-¿NO ERA QUE ESTABAS EN TU CASA AL PEDO?-Le gritó. La música había bajado, algunos se tapaban la boca, sorprendidos.-AH, MIRÁ, ENCIMA CON UNA MINA.-La pobre tipa que estaba con el flaco que fue abofeteado, salió corriendo.-Pelotudo.

En unos minutos todo volvió a la normalidad, Santiago estaba soprendido. La chica a su lado fue a traer a quien parecía ser su amigo. Y el chico llegó, se tiró al sillón con la capucha de la campera puesta y empezó a llorar. "Pobre" pensó el de ojos claros mirando al otro. No era un mal chico, y la estaba pasando muy mal, así que le tocó el brazo.

-¿Qué querés?-Le respondió el chico de la capucha, seco.

-¿Estás bien, flaco?

-Y no, salame.-Se quedaron en silencio un rato.-Perdón. Soy una mierda.

-Na, no sos una mierda. Mierda es el que te hizo creer eso.-El muchacho se rió por primera vez en la noche, una risa bastante amarga.-Estás muy mal, ¿querés ir a lavarte la cara?

-Bue, dale.

Terminaron en el baño los dos, el más chico lavándose la cara mientras Santiago lo miraba, apoyado en la puerta.

-Bue, mirame un toque más el orto boludo.-El comentario dejó medio sin aire al contrario, que se quería matar.-¿Cómo te llamás?

-Santiago.

-Bueno, Santi. Yo soy Martín, igual te vas a acordar mas de mi culo que de mi nombre, seguramente.

-Mart...-No pudo terminar porque Marto le había robado un beso rápido. Se quedó estático.-¿Por qué?

-Quiero conocerte.-Santiago sonrió, enternecido.-pero no acá. Nos vemos otra noche.

Y así, sin más, Martín salió del baño. Y cuando Santiago salió, ya no estaba. Se pasó las manos por el pelo, sin creer lo que acababa de ocurrir.

Días después, lavando la ropa, porque parecía un linyera, un papel cae del bolsillo de su jean.

"Nos vemos otra noche" y un número de teléfono.

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⏰ Last updated: Nov 24, 2017 ⏰

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Una Noche - OneShot MartiagoWhere stories live. Discover now