Capítulo 12

2.4K 169 13
                                    

No pude dejar de pensar en una cosa.

Sólo podía visualizar que Alec podría no volver de aquella "misión" de caza.

El lobo ha atacado a bastantes personas, podría hacerlo con él.

Aunque conmigo no lo hizo, y tuvo la oportunidad...

Me da miedo que le pueda pasar algo.

-Alec... ¿Por qué lo haces? ¿Y si te pasa algo?

Él cogió mi mano, la acariciaba y jugaba con ella.

-Porque quiero protegerte.

No pude evitar sonreir un poco.

Aunque la situación no fuese la adecuada.

Siguió hablando.

-Quiero que este pueblo sea lo más seguro para tí, quiero que no te vuelvas a poner en peligro. Pudo haberte pasado algo cuando te desmallaste... Sólo quiero que estés bien...

¿Cómo podía ser tan perfecto?

Bueno, para mí lo es.

Tan sólo era él, y con eso me bastaba.

Lo abracé y apoyé la cabeza en su pecho.

-No quiero que te pase nada...

-Me da igual que me pase algo...

Lo miré frunciendo el ceño.

-A mi no, Alec, no quiero perderte, por muy egoísta que suene, quiero que te quedes, conmigo, no quiero arriesgarme a no volver a verte. No otra vez.

Él sabía que me refería a la tarde en la que ocurrió el último ataque, en el que vine buscándolo a él por todas partes, además de a mis amigos y mi padre.

Y también la noche en la que me desmayé y ví al lobo.

¿Por qué no podía sacarmelo de la cabeza?

Cada vez que cerraba los ojos para dormir, ahí estaba.

En mis sueños, que más tarde se volvían pesadillas, ahí estaba.

Pero en estos sueños veía más de lo que supuestamente viví aquella noche.

Podía ver cómo el lobo se acercaba a mí. Cómo daba vueltas alrededor de mi cuerpo, el cuál estaba inerte en el suelo.

Incluso podía sentir su hocico tocando mi cabeza, cuando se acercaba a olfatearme.

Esos sueños eran muy raros.

Sentía como me llamaba, podía escucharlo.

Aunque sólo podía escuchar como decía mi nombre y que era suya, que le pertenecía.

Luego de eso me despertaba sobretaltada.

Tal vez por el pánico que me causaba la idea de estar tan cerca de un lobo.

Alec me acariciaba la cabeza, como sabía que me gustaba.

-Sé que te preocupa Dani, pero quiero hacerlo, y voy a hacerlo. Te prometo que volveré.

Sentí como besaba mi mejilla y me achuchaba más contra él.

Podría quedarme así de por vida.

Con sus brazos rodeando mi cuerpo, haciéndome sentir protegida, y que nada podría salir mal si estábamos juntos.

**

Llegó el día en el que el grupo de caza iba a buscar al lobo.

El cazador se ofreció a darles algunas pistas para encontrarlo, cosa que el grupo aceptó.

Eres mía.Where stories live. Discover now