Inazuma Eleven One-Shoots

22- ¡Te odio! Pero también te amo... (Bai Long)

Narra ____

Conozco a Bai Long desde que llegué al Sector Quinto.
Siempre fui alguien destacada en todo, termine la universidad a los 14 años y fui llamada por el Gran Emperador hace unos meses.
Me dió la estricta orden de entrenar a los jugadores del Santuario, en especial a Tezcat y a Bai Long.

Bai Long: ¡____! ¡Cuidado! —ese grito me saco de mis pensamientos, mire al frente y un balón venía hacia mi a todo velocidad, ni siquiera me asusto eso, di un suspiro y detuve el balón con mi mano—

(____): Te he dicho millones de veces que te dirijas a mí como tú entrenadora, no somos amigos ni nada por el estilo como para que me llames por mi nombre —le conteste sería mientras le pasaba el balón—

Bai Long: Eres demasiado ruda para ser una chica —se estaba acercando poco a poco a mi, simplemente lo miraba sería y confundida—

Se detuvo cuando estuvo justo al frente mío, nos mirábamos directamente a los ojos y debo de admitir que se ve tan bien desde este ángulo, ¡Pero que cosas digo! ¡No pierdas la cordura justo ahora!

Bai Long: ¿Que pasó? Te dejé sin palabras ¿verdad? Entrenadora —se acercó más a mí, haciendo que reaccionara de inmediato y le diera una bofetada—

(____): ¿¡Que pensabas hacer!? —comencé a gritar— ¡¡Entre tú y yo no puede a ver nada!!

Bai Long: ¿Porque? ¿¡Porque te resistes tanto!? —esas preguntas me sorprendieron un poco— ¿¡Es por Tezcat verdad!?

(____): ¡Pero que tonterías estás diciendo! ¡Ni tu, ni Tezcat me importan! ¡Soy solo su entrenadora! ¡¡Y como tú entrenadora te ordenó que regreses al campo y sigas entrenando!! ¿¡Quedó claro!? —el no contesto y eso me molestó mas— ¡¡Te hice una pregunta!!

Bai Long: ¡No, no me quedó claro! —quería darle otra bofetada pero el detuvo mi mano— no está vez entrenadora...

(____): ¡Suéltame! —intente librarme su agarre pero cada vez apretaba más mi mano— ¡Me lastimas idiota!

Bai Long: No te voy a soltar hasta que obtenga lo que quiero —me acercó más a su cuerpo y antes de que pudiera reclamar, me besó—

No quería corresponder su beso pero al final no pude negarme a ese deseo que tenía de besarlo.

Bai Long: No te preocupes no se lo diré a nadie entrenadora... —me susurro al oído después de separarnos— te amo... —me dió un beso en la mejilla y luego se fue corriendo—

(____): ¡Aggg te odio! —grite haciendo un puchero— pero también te amo.... —lo último lo dije en susurro pero con una pequeña sonrisa de felicidad—