En la ezquina de un bar

11 3 6
                                    

Desde mi rincón lo aprecio,
Con tan solo mis anteojos borrosos,
Un lápiz y un papel,

Ay, tiempo,
Que te desencadenas como remolino
Levantando y danzando su pelo rojizo
Para que se convierta en tinta sobre el papel,

Si por favor,
Uno cargado,
Tres de azucar,
Y un poema también,

Muy dulce el café,
Para que me pierda con cada sorbo
mirándote,
Y el poema de servilleta
Que relata como me siento
Al rebotar las burbujas de adrenalina por mi piel,

No dejo de golpear mis deseos sobre la mesa
Con cada tic tac, de mis dedos en el mantel,
La margarita que frente a mí en un florero yace,
Marchita…
Me dice que me levante y que no acabe como su ser,

Pero quién entenderá
El rincón a oscuras de un poeta maldito,
Anonadado
Y perdido,

Otras personas más
Ya acarician ese pelo rojizo,
Que se enciende como fuego
Al sol dar las coordenadas hacia mi silueta
Que no deja de encantarse con su brillo,

Pero este caballero ya excedió el límite de anhelo,
Queriendo mojar sus labios…
aunque sea por sueño,
Releyendo el poema arrugado sobre sus dedos,
La melancolía
de un amor prohibido y en su pecho durarero,

Deja cambio en su estadía,
Su lugar de preferencia para tener la mejor vista,
De lo que siempre parece repetir su rutina,
Uno fuerte,
Tres de azucar,
Y el mismo poema cada día.





-AT-

Antagónico Sentir Where stories live. Discover now