➼undécimo capítulo

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Sábado diez de febrero a las 3:20 de la tarde.




Habíamos quedado abrazados durante unos cinco segundos más, ella se separó para mirarme. El ambiente ya estaba más relajado, así como si nada hubiera pasado.

—Entonces cariño, ¿qué era la sorpresa? —pregunto alzando una ceja.

—Oh bueno, te la iba a dar el catorce pero, te la daré hoy —dice volteando su cara buscando algo con la mirada—. Espera aquí, ya vuelvo.

—Esta bien —camino despacio y me siento en el sillón rojo.

Beth va a su armario detrás del baño, escucho cómo se golpea en una mesa y su queja. Abre la puerta dejándome verla con muchas cosas en sus manos y un cartón de presentación negro.

—¡Listo! —sonríe dejando la cosas junto a mí y algunas en la pequeña mesa del frente. Toma un pequeño plumón negro y termina de escribir algo en una hoja─: ¿Tú estás listo?

─Sí, ¡estoy emocionado! ─un media sonrisa aparece en ambos rostros.

Pone de pie el cartel, lo abre con cuidado y algunas otras cosas que acomoda cerca del afiche son de colores pasteles y colores fuertes: Como el rojo.

Se aparta y me deja ver la sorpresa que traía entre manos. 

─Es hermoso ─es lo primero que sale de mi labios.

Aquel letrero lleva todas las fotos que nos hemos tomado en este año y el año pasado, las cartas que entre sí nos hemos entregado, un poema de amor y en una esquina un gran testamento a mano cursiva en donde dice lo que significa amar: Hecho por Beth.

Los demás objetos entre la mesa son más cartas recordando cada momento desde que nos conocimos, chocolates y el libro que nos hizo llegar a este momento.

─Me alegro que te guste ─se acerca a mi y da un beso en mi mejilla─. Sé que es algo simple, pero pase dudando en que si te gustaría.

─No me gusta, ¡me encanta! ─una sonrisa más grande me hace achinar los ojos y mostrando todos mis dientes. La abrazo tomándola por la cintura─. Dios mío, muchas gracias Beth ─beso toda su cara repentinas veces, ella ríe suave.

─No es nada, cariño. Debía hacer algo especial para ti, algo que se acerque a tu perfección ─suspiro mientras me veía con un aire coqueto. Mis mejillas enrojecieron y la abrace más fuerte.

─Te amo ─pronuncié─. Lo siento por el malentendido, te juro que no volverá a pasar ─vuelvo a besar su frente─, ¡te amo! ─digo completamente seguro de mis sentimientos.

Sus mejillas empiezan a ponerse carmín y sonríe tan feliz, puedo sentir su agotamiento irse.

─Yo también te amo, Spencer ─me mira como si estuviera observando una escultura. Se acomoda para abrazarme, cae encima de mí y ambos nos quedamos acostados en el sillón.

La sensación de paz recorre por mis venas, siento la anatomía de mi novia tan cerca de la mía al igual que su olor a té, las manos frías y delgadas de Beth tocan nuevamente mi cara acariciándome. Me gustaría que este momento de pura idealización, durase para siempre.

Este alivio que se consigue producto de algún sentimiento abstracto, es completamente necesario.



alivio

      1. m. Aligeramiento o disminución de la carga o peso.


inexistente ➼ spencer reidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora