Skinny Love.

Nota de la autora.

Querida persona que está leyendo esto:

Tengo tres cosas que decirte. Si no has leído la historia no leas esto bajo ningún concepto hasta que leas la historia entera. Gracias, persona.

Primero. Si has llegado hasta aquí con Noële y Will, gracias.

Segundo. Lo siento por el final. Sé que es probable que ahora me quieras lanzar zapatillas. Siéntete libre de expresarte en los comentarios sobre cualquier cosa que quieras decir sobre la historia.

Tercero. Ahora intentaré explicar por qué acaba así.

Ya sé que Will y Noële no son reales.

Pero a veces siento como si lo fueran.

Y aunque sean personajes, merecen libertad. Libertad para acabar la historia como ellos quieran, libertad para tomarse su tiempo, libertad para contar su historia o no contarla.

Noële tiene libertad para ocultar si la carta fue enviada, si no hubo tiempo, si acabó encerrada en aquel cajón por mucho tiempo, o si sus propias manos se la entregaron a Will y ambos tacharon aquellas palabras.

Y ambos tienen libertad para amar en la medida que quieran y durante el tiempo que quieran.

Puedo deciros una cosa, sin embargo. Lamia y Jean se dieron una oportunidad. Al fin. Espero que tú, que has leído esto hasta el final, estés tan orgullosa de Jean como yo. Fue él quien le pidió salir. Mi pequeño está perdiendo el miedo.

Siento ser un Peter Van Houten. Pero si quieres a alguien, debes dejarle ir. Y eso hago hoy con Noële y Will.

Gracias por comprender, o gracias por no comprender.

Little Bird.

P.D: Si te ha gustado, te recomiendo echarle un vistazo a Ellas, y a una nueva historia llamada D.K. que empezaré a subir mañana (si estás leyendo esto el día 15 de Marzo del 2014).

Doy por finalizada mi participación en la historia de Will y Noële.
Que la suerte esté siempre de vuestra parte.
Yo ya lo estoy.