Capitulo 1

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Miré al cielo, observando la inmensa luna de color rojizo mientras me abrazaba intentando mitigar el frío. Suspiré y supe que tenía que caminar. Emprendí la marcha en un largo camino pedregoso, pues me hallaba en un bosque. Miré a mis pies, remangando un poco mi largo vestido color vino intenso para no tropezar. No sabía por qué, pero sentía la necesidad de seguir caminando cuando de repente oí un ruido. Hojas rompiéndose. Me tensé y me quedé estática donde me encontraba.

— Elena... — Susurró una voz que hizo que se me erizara la piel de manera incontrolada.

— ¿Quién anda ahí? — Hice todo lo posible para que mi voz no sonara desesperada, sino firme.

— Elena, ven a mí... — Esta vez la voz era firme, autoritaria y sentí unas gotas de sudor frío recorrer mi mente. Sin pensarlo dos segundos, empecé a correr. Corrí y corrí por el sendero hasta que mis pies se enredaron en la multitud de ramas que se encontraban en el suelo y caí.

Todo se iba volviendo negro, solo podía distinguir la gran luna roja en lo alto del cielo pero antes de sumirme en la completa oscuridad, volví a escuchar su voz.

— Te encontré.


Dí un gran brinco en mi asiento ahogando un grito y me sequé con nerviosismo el sudor de mi frente. Mi madre, extrañada, se giró hacía atrás.

— Cariño, ¿Estás bien?

— Sí, solo ha sido una pesadilla, no te preocupes. — Respondí, no muy segura de mi misma. Había sido tan real. Aún podía sentir el miedo que me provocó esa extraña voz.

— No te duermas, ya casi llegamos. —Me dijo esta vez mi padre, sonriéndome mientras me miraba por el espejo del vehículo.

Suspiré y miré por la ventanilla. Solo veía árboles y más árboles cuando a lo lejos divisé una pequeña ciudad. Ese iba a ser mi nuevo hogar.

Mis padres trabajaban muchísimo, siempre lo habían hecho, por eso nos encontrábamos aquí. A medida que nos íbamos adentrando más en la ciudad, yo observaba y observaba. Había pequeños comercios locales, algún que otro café de aspecto rural dónde seguro servían unos cafés riquísimos, un pequeño centro comercial, un par de pubs donde pasar la noche... y poco más. Empecé a resoplar pensando en lo diferente que sería mi vida aquí, alejada de la gran manzana y mis antiguas costumbres cuando divisé un camino, muy parecido al de mi sueño que llevaba a un enorme y frondoso bosque. Diferentes emociones se establecieron en mi interior; por una parte estaba muy emocionada pues, desde pequeña, me habían encantado los bosques y siempre quise vivir al lado de uno pero, por otro lado, ese bosque me resultaba extrañamente familiar, como el de...

— ¡Elena! —Exclamó mi madre, haciendo que pegara un brinco en mi asiento.— Ayúdanos con las cosas, hemos llegado.

Mis padres sonrieron radiantes y yo esbocé una pequeña sonrisa. Al principio no quería mudarme pero, al ver la casa que tenía en mis narices entendía el por qué de la insistencia de ellos.

Era una gran casa blanca de aspecto victoriano aunque en el interior tenía toques modernos. Era enorme, nunca había vivido en una casa así. Tenía un gran jardín y la casa quedaba muy cerca del bosque, solo a varios minutos andando. Sin poder evitarlo, subí dando grandes zancadas, dirigiéndome a mi dormitorio pues estaba muy cansada. Dejé la maleta que resonó en el cálido suelo de madera y me tumbé en la gran cama que me daba la bienvenida, como si estuviese hecha para mí. Suspiré y cerré los ojos. Me esperaba una nueva vida, una que pudiese disfrutar, una vida sin complicaciones...

Más tarde me daría cuenta de lo equivocada que estaba.


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Hola chicos!!

Esta es mi primera historia, espero que os haya gustado el primer capitulo, dejadme comentarios para saber que podría mejorar y votad si os gusta.

Gracias:)

OscuridadWhere stories live. Discover now