Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 24.

{N/A}: Holii chicas, siento haber tardado en subir pero es que estoy de exámenes y no encuentro el momento en el que ponerme a escribir. Por otra parte, respecto a la nota anterior quería deciros que ya está todo solucionado, ya la han borrado y descalificado a la que me plagió (: Gracias por vuestro apoyo chicas, de verdad. Ah, algunas entendieron que iba a parar de escribir Blue, y NO lo voy a dejar de hacer, no sé de dónde habéis sacado eso xd, así que tranquilas. Solo era eso, ya os dejo leyendo ^^ Espero que disfrutéis el cap.

ARIANNA

Cuando llego a casa junto a Niall, los dos portamos una sonrisa en el rostro, aunque al rubio le cuesta más ya que su labio inferior está inflamado por la espantosa pelea.

 Aparco el coche en la explanada de enfrente de mi hogar y salgo al exterior, cerrando la puerta de éste a mis espaldas. Niall hace lo mismo que yo y echo con llave el automóvil deportivo exclusivamente preparado para carreras.

Los dos nos dirigimos hacia la entrada de mi casa, y una vez allí, nos adentramos en ella. Niall duda por un momento pero finalmente acepta a entrar.

—Tranquilo, mi madre está cenando en la ciudad con unas compañeras, no llegará hasta muy tarde y no te verá en esas condiciones. —le aclaro, dejando el bolso en el perchero.

Su rostro pálido se destensa por completo, quedando más tranquilo por la respuesta que le he dado.

—¿Te duele mucho? —le pregunto, acercándome a él.

—Más o menos. —contesta.

—Mientras viene Leslie con Harry te curo eso. —digo con voz tranquila.

Él asiente y cojo su mano, llevándolo a la segunda planta puesto que ahí está el botiquín para emergencias.

Ambos nos metemos en el interior del baño y hago que Niall se siente sobre la tapa del váter, para así poder sanarlo con más facilidad.

Saco varios productos de la sección de primeros auxilios y los dejo sobre el lavabo. Acto seguido, me siento en el bidé justo frente al rubio y suspiro. Su rostro está completamente magullado por los golpes que ha sufrido en la pelea. Odio que combata contra cualquier persona porque luego soy yo la que lo curo, y me enerva. Después no me lo agradece y mis intentos por llevarnos un poco mejor se van al garete.

Cojo un poco de algodón y echo sobre él un poco de betadine para la herida de la oreja. Lo acerco poco a poco a Niall y él rápidamente se aparta con una mueca asqueada y al unísono horrorizada.

Pongo los ojos en blanco por su ridícula actitud de niño pequeño que acaba de adoptar y que jamás he sabido que la tenía.

—¿No te da miedo ponerte a trescientos por la carretera pero sí echarte un poco de betadine? No me lo esperaba de ti. —comento con una sonrisa en mi semblante, intentando que Niall saque a relucir su orgullo para así sanarle la ceja.

—No, solo es que... —susurra con la vista fija en el trozo de algodón—. Nada, déjalo. Pero...¿me va a escocer?

Sin siquiera poder evitarlo, suelto una gran carcajada que resuena en toda la casa y que llega hasta los lugares más remotos que han podido existir. El rubio me observa detenidamente con el ceño fruncido y con las mejillas sonrojadas, pero no en gran cantidad. Tapo mi boca y poco a poco noto cómo mi cara se vuelve más roja a causa de la risa.

—¿Qué te hace tanta gracia? —pregunta Niall extrañado, pero en mi interior sé de sobra que en el fondo él carcajea conmigo.

—Nada nada. Por un momento me has recordado a una yo de antes.