Prólogo

666 23 7
                                    

Mi vida apesta.
Durante años, he sentido el rechazo de la sociedad por el simple hecho de ser diferente al resto de personas. Me han perseguido los insultos y palizas desde que estaba en primaria. Jamás he conseguido vivir mi vida como yo quería hacerlo, hasta hoy. Tengo 16 años y decidí dejar todos esos lamentos atrás. Ya no soy un crío, y sé que ahora, puedo luchar contra el mundo si intentan destruirme.
Me gustaba la ropa negra por el simple hecho de que no destacaba demasiado y eso me hacía sentir más seguro antes, ahora, pienso que es el mejor complemento en mi estilo al igual que el maquillaje.
Sí, soy un hombre y me maquillo.
Hoy era la primera vez que lo probaba y resultó ser maravilloso. Absolutamente nadie me conocía, nadie sabía quién se escondía detrás de esos pigmentos blancos y negros que cubrían mi rostro.
Mi madre me vio por la calle y cruzó la acera asustada de mí sin saber que era yo. Nada más llegar a casa me duché y eliminé todo rastro de pintura. Cuando mi madre regresó, me advirtió sobre un individuo perturbado que se paseaba por nuestro barrio con pelo alborotado y la cara pintada. "Parece un psicópata" , agregó ella sin reconocer a su propio hijo.

Sabía que los insultos seguirían persiguiéndome por la eternidad, pero era mucho más divertido de este modo, siendo un auténtico anónimo.
A partir de hoy, seré esa caricatura al que todos acabarán temiendo y al que jamás harán más daño.

He leído una y otra vez las páginas de mi antigua libreta, aquella en la que escribía absolutamente todo lo que necesitaba expresar. Hace unos tres años desde que anoté el inicio de mi nueva identidad, aquella que nadie jamás conocería.
Empecé siendo yo sólo el que se metía en líos sin resolver, el único que entraba en tiendas para saquear la caja registradora e invertir el dinero en algo mucho más productivo de lo que el propio dueño podría hacerlo.

Desde hace un par de años, somos un grupo de cuatro personas, nos juntamos y tomamos la justicia de nuestra mano. A la gente le parece infrahumano nuestro vil comportamiento de robar a comerciantes y empresarios, pero tenemos una razón oculta para hacerlo. Alguien, necesita que hagamos ésto y jamás me arrepentiré de mis actos. 
Es evidente que no soy un héroe y nunca he pretendido serlo. Me siento mejor siendo el vándalo loco maquillado que destroza locales y arma escándalos en medio de la noche.

Pero lo extraordinario de todo, es cuando me involucro en alguna que otra pelea. Nadie se imagina la adrenalina y el rencor que puedes expulsar a través de unos cuantos puñetazos. Me encanta la bulla y el desorden. No puedo evitarlo.

Llevo unos cuantos años enganchado al tabaco y realmente me alivia. Da igual que tan peligroso pueda ser para mi salud porque me relaja el tragarme un par de caladas de humo.
Voy a seguir haciendo lo que me haga vivir, sentir y vibrar aún siendo nocivo para mí. Lo he decidido sin consultárselo a nadie, ni si quiera a mi madre, que la pobre no tiene ni idea del hijo que tiene. Mi padre, no se siente demasiado orgulloso de mi ser, pero tampoco he intentado nunca nada para que viera en mí al hijo ejemplar que le gustaría.

Soy como soy, alguien escurridizo, un maleante de sonrisa satánica y perversa.
Un tipo al que todos temen, un demonio, soy...
DEVIL.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola Mis Queridos Lectores,
Os traigo una pequeña golosina. Algo con lo que espero que disfrutéis mucho mientras leéis esta historia.
He decidido que el prólogo será obra de Devil, en el resto de capítulos, lo veréis en cuanto termine con Marcas Ocultas.
¿Qué os parece?
Espero vuestros comentarios más locos.
Gracias por leer y darle una oportunidad.

J.G.

Devil Where stories live. Discover now