Jelsa, Un corazón congelado.

Capítulo 9: La recuperación.

Ya había sido una semana desde los acontecimientos ocurridos, Elsa se sentía mejor y Anna, aún intrigada por el tal "Pitch", decidio que ya era tiempo de preguntarle a su hermana sobre esa persona.

Anna se acercó a la habitación de la reina y tocó nerviosa. "¿Elsa? , ¿Podemos hablar?," Decía Anna a través de la gran puerta. "Ahora no Anna," al escuchar estas palabras Anna se retiró de la puerta y volvió a lo habitual.

Adentro de la habitación Elsa descansaba en su cama, asustada ya que cada día temía a que Pitch se volviera a manifestar y la volviera a acuchillar, o mas peor, a su hermana, sus pensamientos fueron interrumpidos por risas que provenían de afuera en el jardín

Anna corría felizmente tratando de atrapar a un cachorrito, la reina cada vez se sentia mas tentada a bajar y contarle todo a su hermana, pero no quería alarmarla ni alarmar al pueblo así que decidió callarse todo como siempre lo hacía y volvió a su cama alerta a cualquier mínimo ruido.

Paso otra semana y no había rastro de Pitch, y Anna seguía insistiendo en saber quien la había herido.

Otra semana y Elsa ya podía caminar normal sin sentir ningún dolor alguno, y aún ningun rastro de Pitch, Elsa se empezaba a sentir aliviada y en su mente pensaba que Pitch había sido eliminado por aquellos seres extraños.

Sin darse cuenta habían pasado ya 2 meses y Elsa estaba totalmente curada, una pequeña cicatriz adornaba su cintura del lado izquierdo.Todo parecía ir normal pero eso no duro mucho porque el cuerto de Elsa empezó a oscurecer,  "Pitch Black, ¿Qué es lo que quieres?,¿Porqué no puedes dejarme tranquila?," Imploraba Elsa mientras se apoyaba en la puerta para no tropezar con ningun objeto debido a aquella tremenda oscuridad. "Ja ja ja, a quién temenos aquí, hmm, querida Elsa, nunca te rindes cierto?, ja ja ja," reía el oscuro en una forma que hacía temblar a Elsa. "Jamas me rendire,"
"Hmm, te volvere a ofrecer la misma oferta que podra salvar tu vida," decía Pitch mientras sus arenas sujetaban a Elsa para inmovilizarla. "¡NUNCA! ,! JAMAS ACEPTARÉ!." gritaba Elsa con lágrimas en los ojos. "Hay querida Elsa no me dejas otra opción, tendre que matarte, ja ja ja, otra vez" Pitch sacaba el mismo cuchillo con el que había lastimado a Elsa la vez anterior.

"NOOOOOO!" gritaba Elsa a todo pulmón mientras soltaba su mano de la arena oscura para lanzar un enorme rayo de hielo el cual expulso toda esa oscuridad de su cuarto, dandole tiempo para alertar a su hermana y huir de ahí.

Al salir del palacio, el cielo comenzaba a tornarse negro, las nubes cubrian el sol y rayos comenzaban a aparecer haciendo que todos los habitantes corrieran a sus casas pensando que era una simple tormenta. "¡ANNA!, ¿DÓNDE ÉSTAS? " corría Elsa por todos lados afuera del castillo, hasta que porfin la encontró, empezó a contarle sobre lo de Pitch y las facciones de Anna comenzaban a tornarse en forma de enojo.

Elsa estaba apuntó de contarle sobre sus poderes pero fue detenida por un rayo que la separó de Anna, y la dejo semi-inconsciente, todo perdió sonido para Elsa y su vista estaba borrosa, después de varios minutos pudo ponerse en pie, pero no encontraba a Anna por ninguna parte.

Caía lluvia del cielo, lluvia negra, cada vez que una gota tocaba el suelo, este se tornaba negro, Elsa logró notar como una gota tocaba la frente de un inocente habitante y este se desvaneció, cayendo en un profundo sueño, Elsa corrió en busca de Anna pero no pudo encontrarla.

Entro al castillo y gritó su nombre pero nadie respondía, la servidumbre estaba tirada por los suelos también  en un profundo sueño, corrió hacía la biblioteca y saco un libro con el titulo "TROLLS", Elsa arrancó el mapa y salió el castillo tapando su rostro y evitando las gotas que caían al llegar al bosque, la reina observaba su reino en completa oscuridad cubrido por una enorme nube negra,"volvere por ti Anna, lo prometo,"dichas estás palabras Elsa partió hacía donde los trolls estaban pero al notar que estaba siendo seguida por alguien se voltio viendo el rostro de aquella persona que la seguía, estaba sorprendida al saber quien era.