Capítulo unico.

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Fui un idiota...

Se repitió mentalmente, cuando vio en la foto que había sido etiquetado, publicado hacía menos de un día. No es que Jon fuera idiota (o quizás sí),  sino que por accidente la foto se adjuntó a unas que envió por messager de su familia a Conner, para que las viera, ya que, el Superboy de mayor edad estaba en su viaje de luna de miel con Tim, y como su padre le había explicado el no debía ir a interrumpirle sus vacaciones de pareja libres de responsabilidades de súper héroes, villanos y demás, pero cometió un error, un grave error.

Ahora solo estaba contando las pocas horas de vida que tenía, porque seamos claros Damian ya debió ver la foto. No era comprometedora, pero si era una que mostraba al joven Robin en un estado tan vulnerable y tranquilo, casi como si fuera el muchacho de dieciséis años que era y debía comportarse.

Una foto que tomó en infraganti Jon, un día que regresaron de una misión en el Caribe agotados y lastimados (aunque en ese caso era sólo Damian). Titus los había seguido todo el tiempo que llevaban en la mansión, donde estaban ya con su ropa de civil cada uno, y se había dirigido al cuarto del mayor para una partida de videojuegos sin embargo el joven Superboy a los pocos minutos de estar en la cama quedó en un sueño profundo y unos minutos después le siguió el heredero Wayne en compañía de su fiel can que subió a la amplia cama para dormir con los dos chicos. Para cuando despertó Jon, se encontró con la linda y tierna imagen de aquel chico de ojos verde esmeralda; dormido apoyando su cabeza en uno de sus brazos como si fuera una almohada y el otro abrazaba al Gran Danés era una imagen tan tentadora que ni él mismo Jon no dudó ni dos segundos en sacarle un par de fotos y esconderlas en lo más profundo de su celular, por si un día Damian decidió revisar su teléfono, sólo porque el joven Robin quería hacerlo y sentía el poder de hacerlo.

Ahora estaba muerto, habían pasado sólo menos de tres meses que había tomado esa foto y ahora estaba aquí viéndola desde Instagram, era oficial, hoy sería su entierro.

   —Moriré virgen...-murmuró el pobre Jon con tristeza, sin dejar de ver su celular. Mientras se sienta en la orilla de su cama y comienza a pensar como escribir un testamento, y a quien dejarle sus cosas porque por más que quiera a Conner como un hermano mayor, este lo había entregado a la boca del lobo, o mejor dicho, ¿León?

En eso la puerta de su cuarto salió volando de la enorme y fuerte patada que le dio el recién llegado al cuarto del chico, Jon gritó de terror y lanzó el celular a otro lado de la habitación escuchándose un prefecto crujido provenir de este al impactar en al piso. Un adolescente enfurecido de dieciséis años se adentro al lugar acercándose a donde estaba, mientras el pobre Superboy se alejaba a cada paso que daba el otro hasta chocar con la pared, temblando del pavor que inundaba su cuerpo.

   —Damian, por favor...-suplico por su vida nervioso, viendo como el otro iba a sacar algo de entre su ropa de civil- ¡Fue un simple error, no quise mandarselas a Conner!-fueron las palabras clave para declararse muerto, y el mismo chico Kent lo supo y cerró los ojos con fuerza.

Espero un par de segundos y luego se transformaron en minutos, hasta que finalmente decidió abrir sus ojos al no sentir ningún golpe o algo lastimandolo encontrándose con que el otro aún lo miraba con odio y las manos hechas puño, dio un par de respiraciones más tranquilo pero no confiado, y menos cuando vio como Damian finalmente se movió esa fue la señal de volver a cerrar sus ojos azules como el cielo pero en lugar de un puñetazo o algún tipo de golpe, obtuvo algo diferente, muy suave y hasta delicioso según los sentidos del chico mitad kriptoniano, un beso, un beso del mismísimo demonio Damian Wayne. Sin embargo aquel contacto labial paso de uno suave y dulce, a recibir una fuerte mordida en su labio inferior hasta sacarle sangre, haciendo maldecir al chico de que no tenga del todo controlado su invulnerabilidad.

   —Vuelve a tomarme un foto sin mi permiso, porque el morderte en los labios solo es una advertencia de cómo te dejaré más adelante-advirtió el mayor, que se había separado de sus labios para relamerse los suyos propios quitándose los restos de la sangre de Jon de forma maliciosa posible, dejando completamente pasmado al menor frente a él por eso.

Jon solo asintió a un atontado hasta olvidando el dolor de su boca por la mordida proliferado con cizaña por el adolescente mayor, antes de que algo lo impulsó y se lanzó encima de Damian, aunque sabía que más tarde sería lastimado de mil formas posibles pero esos labios sabían tan bien en su boca que quería seguirlos probando hasta que sus labios le duelan y ardan.

~.....En algún lugar de Hawaii.....~

Se podía ver en la lujosa suite matrimonial que había en el hotel cinco estrellas a un chico profundamente dormido boca abajo abrazando por la cintura a su esposo como su cabeza estaba reposando en el regazo cubierto por las sábanas blancas de este, el otro chico más pequeño estaba despierto sentado y revisando el celular de su pareja con una de sus manos, porque esta no le molestaba en prestárselo y que contestara debes en cuando por él, mientras que la otra estaba acariciando los cabellos y cabeza del mayor.

   —¿Crees que tu hermano no asesinó a Jon?-cuestionó medio adormilado y con pereza Conner, mientras abre sus ojos para mirar a su esposo con total cariño que aumentó al ver y sentir cómo Tim le da un beso en la frente donde ni corto ni perezoso asalto los labios del otro en búsqueda de un beso profundo y hambriento.

Tim sonrió y aceptó sin ningún problema el gesto, soltando y abandonado el celular de su marido que muy pronto quedó en el suelo ante un movimiento brusco que hizo el clon de Superman para tirar devuelta a la cama al pequeño pelinegro y volverlo a llenar no sólo de besos sino también de caricias, mordiscos y demás gestos muy íntimos, olvidando por completo su pequeña broma inocente que le hicieron al más joven de la familia Kent, por un simple y llano error que cometió este desde un inicio,  por unas fotos que envió de forma inocente y confiada.

El error de un Kent. La ira de un Wayne.Where stories live. Discover now