Buenas noches, Kirishima

Bakugou abrió sus ojos de golpe, la oscuridad era total y apenas podía distinguir la punta de su nariz entre la penumbra de su cuarto, había un total silencio y se preguntaba por que se había despertado tan alterado, pues, si bien tenía el sueño ligero, tampoco es que se despertara tan exageradamente fácil.

Y obtuvo su respuesta.

Un grito resonó y se instaló en sus oídos para quedarse allí.

Se sentó de golpe en la cama y esperó unos cuantos segundos para asegurarse de que no había sido su imaginación. Y no lo era, otro grito se escuchó y supo que le tocaba actuar. Se levantó y con torpes pasos por su parte, salió de su habitación lo más rápido que pudo en dirección a la habitación de Kirishima.

Había estado ocurriendo lo mismo desde hace ya unas cuantas semanas, todos los días después de unas cuantas horas  de que se apagaran las luces para ir a dormir, se escuchaban gritos desgarradores que provenían del cuarto contiguo al suyo, el cuarto de Kirishima Eijirou.

Las primeras veces todos en el edificio se alarmaban y corrían a ver que sucedía, pero solo resultaba ser el pelirrojo gritando entre sueños.

                                      "Solo el pelirrojo gritando entre sueños"

Gritando su nombre....

Una y otra y otra vez.

No sabía por que ocurría eso, pero era de esa manera, Kirishima podía estar soñando cualquier  cosa, pero sin falta, gritaba su nombre por lo menos cinco veces cada noche. El aparecía en sus pesadillas y eso le causaba una sensación de incomodidad y confusión extraña, pues no sabía exactamente que pensar  o sentir sobre ello.

Pero de alguna manera era doloroso.

Recordaba la primera vez que sucedió, se despertó rápida y bruscamente como muchas veces más hasta la fecha, sólo que esa vez no se lo esperaba y había sido horrible. Cuando salió de su habitación por culpa de los gritos, Kaminari,Momo, La pelirrosa, Uraraka, Sero y el estúpido de Deku junto con el profesor Aizawa, se encontraban golpeando la puerta , desesperados y asustados por el dientes de tiburón. E incluso el podía admitirlo, el también estaba preocupado...no asustado...preocupado.

Había golpeado con fuerza la puerta, e intentado abrirla mil y un veces, pero esta tenía seguro.Estaba tan desesperado, que ni siquiera había pensado en usar su Quirk para abrir la puerta.

Cuando el profesor Aizawa abrió la puerta con una llave de repuesto, Kirishima se encontraba llorando entre sueños, el muy idiota tenía uno de los sueños más pesados del mundo, incluso con tanto ruido, no se había despertado.

El había sido el primero en ingresar al cuarto y correr a despertar a Kirishima. Y lo que antes parecían solo gritos, terminaron por formar una palabra, que resultó ser un nombre. Su nombre.

No sabría decir por que, pero su cuerpo se había movido solo antes de que pudiera pensar en hacer otra cosa.

El rostro de terror de Kirishima cuando despertó, las lagrimas acumuladas que cayeron por sus ojos cuando le vio, y el fuerte abrazo que le siguió después de procesar que era el quien estaba frente a el. También estaba el hecho de lo mucho que le había dolido el pecho a Bakugou cuando escuchó los lamentos del chico justo en su oído.

Era desgarrador a más no poder. Y odiara admitirlo o no, tenía un lazo especial con Kirishima, que se había vuelto más fuerte con los hechos recientes de su secuestro y rescate, no le gustaba ver al chico de esa manera.