Tardes sin telenovelas

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18 de Julio de 2017

No sé cómo he acabado sentada en la punta del sofá mientras Inuyasha está sentado al otro extremo. De verdad que no lo sé, ha pasado todo tan rápido.

- Inuyasha...

- Me suena mucho tu nombre... Higurashi...- murmura- yo lo he escuchado en otro sitio...

Mi corazón palpita demasiado rápido en cuanto escucho esas palabras. No soy egocéntrica pero, si Koga es un fan mío estoy segura de que en algún momento haya hablado de mis novelas con Inuyasha o con Izayoi. Jak estaba totalmente equivocado, yo... dios, ¡él es un idiota! ¡Cómo se le ocurre que quedarme en casa de unos desconocidos hospitalarios iba a ser mis meses de descanso! Tuvo que venir a por mí en cuanto le llamé, para no molestar a los Taisho y para que mis vacaciones siguieran su curso. No puedo quedarme aquí indefinidamente, tengo un libro que escribir.

- No sé de qué me hablas...- le contesto encogiéndome en mi sitio.

Sé que me está mirando fijamente y me está poniendo más nerviosa. No quiero que de repente todo el mundo sepa que estoy aquí y me abochorne y se agrupen alrededor de la casa de Inuyasha.

De repente me doy cuenta de que se ha acercado paulatinamente a mí y ahora estamos uno al lado del otro, mientras nuestras piernas se rozan.

- Tal vez simplemente conocí hace tiempo a alguien con ese apellido... aunque no es que sea un apellido común.

- No, no lo es.- contesto con una pequeña sonrisa.

Entonces suena cómo aporrean la puerta principal e Inuyasha se sorprende, me dirige una mirada como pidiéndome que me quede dónde estoy y se encamina a la puerta para después abrirla.

- Lo siento amigo, no he podido pararla...- escucho decir a alguien desde la puerta.

- ¡Inuyasha! ¡Kagome es Kagome Higurashi! ¡Dios mío! No me di cuenta pero, ¿te enteras Inuyasha? Es Kagome Higurashi- chilla Sango y me doy cuenta de que me han descubierto.

- Te lo dije, Taisho, lleva por lo menos dos horas en el bar pidiéndome que le abriera la verja para contártelo. No he podido retenerla.

- Tengo que llamar a tu primo, tengo que pedirle un autógrafo a Kagome, tengo que hacerme una foto con ella y preguntarle sobre su nuevo libro y...

Sango para su lento caminar en cuanto se encuentra conmigo en el salón. Las dos nos sorprendemos al vernos y también Miroku se queda con los ojos como platos. Miro un momento a Inuyasha, pero él sonríe divertido y eso me confunde. ¿Lo sabía ya? ¿Se olía algo? ¿Le divierte que haya pillado a Sango hablando de mí? Dios no sé qué está pensando pero, antes de dejar que la boca entre abierta del camarero del pueblo me diga algo, salgo corriendo lo más rápido que puedo hasta mi cuarto y cierro por dentro para después tirarme a la cama.

Esas clases de atletismo en la secundaria no eran tan inútiles como yo pensaba en un principio...

- ¡Dios, dios, dios! Ya está, ya me han descubierto, ahora vendrá la prensa, luego las fotos, después las portadas de revista y, finalmente empezarán los rumores...- suspiro mientras me levanto de la cama- ya lo veo: "La primera aventura de Kagura Higurashi"- digo y extendiendo las manos- "Kagome Higurashi, buena escritora de día, chica mala de noche"... Voy a llamar a Jak, lo voy a hacer ahora mismo...

- ¿Kagome? - escucho desde el otro lado de la puerta- Oye, bombón, Sango es una fan tuya no estaba hablando mal de ti... No te preocupes, ¿vale?

- Lo siento si te he molestado, es solo que... me he leído tantas veces tus libros que no sé por qué no te reconocí el día que nos conocimos...

- No estoy molesta chicos, sois muy simpáticos los dos pero, creo que debería irme. - les digo pensando que de verdad han sido muy simpáticos conmigo.

Suspiro, no es que me quiera ir, creo que podría llegar a pasármelo muy bien aquí pero, no quiero que este pueblo tenga un tsunami de fotógrafos y periodistas por mi culpa.

- Pero para llamar a tu novio necesitas esto, chica de ciudad.

Giro la cabeza y me encuentro a Inuyasha Taisho apoyado en el marco de la puerta de mi baño y con mi teléfono en la mano. Espera un momento, si la puerta está cerrada...

-¿Cómo has entrado aquí?

- Por la puerta.

Y entonces me cuelo entre su cuerpo y su mano apoyada a la puerta para entrar en el baño y darme cuenta de que hay una puerta que conecta con otro cuarto. Después me doy la vuelta y miro a Inuyasha, este se acerca a mi cama, se sienta, palmea el sitio a su lado insinuándome que me siente junto a él. Así que camino y me siento en la cama junto a él.

- Así que... eres escritora.

- Se te dan fatal las charlas.

- Ya te lo avisé.- me dice encogiéndose de hombros.- Pero, no creo que debas de irte, llevas tres días y te lo estás pasando muy bien. ¿Cuál es el problema de que se enteren de que eres famosa?

- El problema no sois vosotros, el problema es que la gente se entere y llegue la prensa. No quiero que os agobien y os acosen con fotos y preguntas y...

- ¿Y tú? A ti también te van a atosigar.

- Bueno, pero yo estoy acostumbrada y... - le contesto rápidamente- y no pasa nada.

Inuyasha niega con la cabeza y me reclama que todos los famosos somos acosados por la prensa y por los fans aunque estos no se den cuenta. De pronto estamos hablando de Misha y de que mañana por la tarde me buscará para ir a montar con ella, me explica cómo es una doma básica, cómo no hay que gritar mucho y cómo hay que dejar que el caballo escuche solo a una persona y lo obedezca.

Es bastante curioso y más difícil de lo que yo pensaba, pero no por ello me echaré atrás.

- Entonces, ¿qué dices, chica de ciudad? ¿Vas a llamar a tu novio?- me pregunta cuando nos acercamos a la puerta.

- No, creo que me voy a quedar aquí todo el verano, si me dejáis, claro- él asiente.- Oh, y por cierto... - le digo y me doy la vuelta para mirarlo a los ojos.- Yo no tengo novio, chico de pueblo.


¿Vida Rural? (Inuyasha) |#wattys2019Where stories live. Discover now