Hyuga Hinata al fin consiguió su más grande anhelo, comprometerse con Uzumaki Naruto. Sin embargo, una relación clandestina acaba con su felicidad. Sin esperarlo, un altivo e insufrible demonio figura ser el consuelo ideal... SasuHina.
♦Crédito de l...
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ESPERANZAS ROTAS
-Veo que ahora te gusta madrugar...- emitieron desde la usurpación de su silla. Sasuke se desubicó al atenderlo, y aunque quiso moverse y encararlo, estaba demasiado petrificado para reaccionar-.Tiempo sin vernos, sobrino- agregó después el sujeto, girando y exponiéndose insolentemente a su escrutinio.
- ¿M-Madara?, ¿Qué haces aquí?- logró cuestionarle con dificultad-. Se suponía que estarías con Itachi, en Corea. No aquí...
-A mí también me da gusto verte, Sasuke- le sonrió ladino-. Efectivamente, debería de estar en Corea con tú hermano, pero hubo un acaecimiento que me obligó a tomar el primer vuelo a Japón. ¿No te alegra?
El Uchiha tragó hondo mientras una gota de sudor bajaba por su sien. Se exigió autocontrol; lo último que deseaba era poner en evidencia su expectación a la primera señal de provocación... Cerró serenamente la puerta a su espalda y se ubicó al lado contrario del escritorio. Su tío lo oteaba fijamente, deliberadamente, y él, pretendió leer un adelanto de lo que vendría, pero le fue imposible ver más allá de su arraigada altivez y astucia.
-Me enteré que incurrieron en una nueva adquisición- inició Madara, después de un acrecentado silencio entre ambos-. Si no me equivoco es la mismísima hija de Hyuga Hiashi, ¿No es así, sobrino?
¡Maldición! Sabía que la entrada de Hinata a la corporación era un problema, pero no apreciaba que fuera tan grave para que él decidiera hacer un viaje exprés y echarle en cara su omisión. Sería que... Sí, definitivamente debía de haber algo más, ¿Pero qué?
-Así es- respondió suficiente-. Ella trabaja bajo mis órdenes.
-Ya veo... ¿Y se puede saber de quién fue esa brillante idea?
-Mía- mintió.
Madara abrió los ojos como un par de aureolas de luz a punto de colapsar, pero rápidamente las moderó y volvió a su cínica postura.
-Guardaba la esperanza de que hubiera sido tu hermano- comentó-. Siempre ha sido el más blando de ambos, pero ¿tú? El autosuficiente y temperamental Uchiha Sasuke, aquel a quien un día lo llamé mi fiel sucesor, quien considero el más apto para continuar con el legado de mi hermano...
-Ahórrate todas esas palabrerías- lo interrumpió-. Dime de una vez a que has venido. Dudo que haya sido para vanagloriarme, ¿O me equivoco?
El reflexivo hombre de largos cabellos negros y prominente fisonomía, calló por unos momentos; con fineza alzó sus dedos adheridos al mango de la silla y se entretuvo repasándolos sobre su barbilla, examinando cada facción fugaz de su sobrino.
Antes que el mutismo se extendiera más, el veterano decidió retomar la palabra.
-Moví algunas influencias y pude conseguir esto- cogió unos papeles y los puso a su alcance.
