Quiéreme otra vez |Payson 4|

1. De vuelta en Payson [Parte 1]

No he estado en Estados Unidos desde hace seis años, no he visto las caras de mis amigos desde hace mucho tiempo, por eso, en cuanto bajo del avión y veo a Declan a lo lejos, ondeando su mano en el aire, a Mahony sosteniendo un cartel que dice mi nombre rodeados de caras conocidas, me echo a correr hasta taclear a Declan contra el suelo y llenarlo de besos por toda la cara.

—¡Los extrañé tanto! —chillo.

—¡Yo no soy todos! —grita Declan intentando liberarse de mis besos.

Cuando por fin me separo de él, Mahony me ayuda a ponerme de pie y me da un gran abrazo, por lo que la lleno de besos también. Rachel es la segundo en recibirme, no la he visto en tanto tiempo que olvidé lo hermosa que es; su cabello ya no es blanco, es de un dorado brillante y su maquillaje es mucho menos pesado ahora. Le doy un abrazo cuando mis lágrimas empiezan a salir. El siguiente en mi lista de abrazos es Otto, quien ha dejado de ser el adolescente escuálido que conocía, se ha convertido en un chico rechoncho y con barba de lo más adorable. Aun luce medio drogado por naturaleza. Es una lástima que Rachel y Otto ya no estén juntos, pero se les ve muy felices por su cuenta.

—¡Nena! —exclama Xavier abriendo sus brazos cuando fijo mi mirada en él.

—¡Xavier! —chillo antes de lanzarme a sus brazos—. ¡Sigues siendo igual de caliente!

Xavier es tres años mayor que yo, luce muy joven y extremadamente sexy con esa barba, su atuendo es incluso elegante, recuerdo que cuando lo conocí era este chico despreocupado y coqueto que se veía bien con cualquier cosa que se pusiera. Ahora parece que se esfuerza y eso debe tener a Benjamin más enamorado que nunca.

—Oh, igual tú, nena, mírate, toda una mujer exitosa —él me da una vuelta tomando mi mano.

Paris no me cambió demasiado, solo físicamente, mi estilo es mucho más reservado y delicado y corté mi cabello por los hombros, ahora lo uso naturalmente ondulado y dejé de usar tanto maquillaje. Casi siempre estoy detrás del escenario en el teatro, así que no llego a tomar mucho sol. No es como Paris sea una ciudad soleada de cualquier manera.

Xavier me da un último beso en la mejilla antes que aparezca Benjamin, luciendo tan dulce y lindo como definitivamente no lo recuerdo. Sigue pareciéndose a Declan un montón, pero él es de mi tamaño, su cabello luce suave y brillante sin todo el gel que solía usar en el instituto, los colores rosa en su atuendo se ven increíble y me impresiona porque es algo que el Benjamin que yo conocía nunca usaría ¿Jeans ajustados con el borde enrollado, camisa a botones con flores y en colores pasteles? Jesús, esta es otra persona. Definitivamente me perdí una buena parte de esta transición y joder, me gustaría haber estado allí.

—¡Felicidades por matrimonio! —les digo, tomando sus manos—. Les deseo lo mejor, de verdad, es una bendición que ambos hayan decidido unirse y quiero decir ¿Todo este tiempo juntos? Son mi esperanza de que el amor verdadero existe.

—Que linda, Amber, gracias —Benjamin me sonríe.

Un pequeño niño rubio sale de detrás de Benjamin, mirándome como si estuviese asustado, no puedo evitar agacharme mientras exclamo—: ¿¡Benjamin, cuando diste a luz!?

—Es mi hermano, tonta —Declan me da un leve golpe en la cabeza—. Marco, se educado, saluda a Amber.

—Hola —dice él, parece muy tímido.

Es la viva imagen de Benjamin.

—¡Hola, cosita hermosa! —hago un puchero—. Soy la tía Amber.

Él me sonríe.

—Te pareces a Xavi —susurra.

—¡Lo sé! Estoy segura de que somos primos lejanos ¿No quieres que te cargue? Eres la cosa más linda que he visto en mi vida —extiendo mis brazos y el corre hacia mí para darme un abrazo, yo lo aprieto contra mí y ya siendo que seremos los mejores amigos—. Adoro a los niños.